Mi primer contacto con la literatura fue cuando solo tenía ocho años y una enfermedad bronquial me dejó en cama durante un mes. Mi querida tía Elvira, que me cuidó mientras me recuperaba, todos los días luego de darme el desayuno me entregaba un libro de las ediciones de Robin Hood, los cuales devoré con pasión uno por uno hasta terminar de leerlos a todos.
Allí creo que nació y despertó en mí la pasión por la lectura y pocos años después también por transmitir mis propias historias.
Recuerdo que de pequeño, entrando en mi adolescencia, mi madre se suscribió al Círculo de Lectores, una editorial que enviaba a sus vendedores casa por casa con una variedad de textos de todo tipo y cada mes me pedía que eligiera una obra para leer. Es así, que pude disfrutar de todo tipo de autores.
Las primeras sinopsis que condujeron a que leyera el libro fueron La Pentalogía de Ramsés escrita por Christian Jack, impresionante y muy recomendable por cierto. Pero el libro que marcó mi vida fue "Pregúntale a Alicia, diario de una drogadicta" de autor anónimo. Éste, me lo eligió mi madre y gracias a ello supe un montón de cosas que no debía hacer, fue tremendo para mí ya que es tan descarnadamente real que impactó directo sobre lo que me podía llegar a suceder si me introducía en ese mundo.
Un gran acierto de mi madre, por cierto. Los padres saben cuándo golpear en el momento justo para hacernos entender ciertas cosas. También en el colegio me encantó leer Don Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes, autor increíble.
Debo confesar que mi cabeza estalló cuando tuve en mis manos El resplandor de Stephen King. Allí creo que descubrí mi devoción por las historias que tenían un tinte cargado de misterio, suspenso y esa dosis que este enorme escritor le ponía a cada una de sus novelas. King me influenció por su enorme imaginación y su destreza literaria para mantener al lector en vilo continuamente. Otro libro que me encantó fue "Expreso de medianoche"
Mi gran decepción: Las películas que se hicieron de esas novelas. ¡Es mejor leerlas! Las películas en general, son (A mi entender) resúmenes de los libros o adaptaciones. A veces pueden llegar a ser aceptables como en el caso de "El Exorcista" de William Peter Blatty, pero no hay comparación, se pierden matices, detalles, y mucha imaginación del lector.
Y es aquí donde entran a tallar los guionistas que hacen sus propias historias, aunque la mayoría se dedica a adaptar libros que son excelentes. Vi, no hace mucho tiempo una película sobre Walt Disney protagonizada por Tom Hanks y Meryl Streep que contaba la historia de una gran escritora que se negó a que cambiaran la esencia de su libro (Mary Poppins) y ella misma, luego de negarse sistemáticamente a que se realice el film, aceptó con la condición de guiar personalmente a los guionistas logrando un producto muy parecido, pero igualmente no era lo mismo.
Nunca es lo mismo, porque no se puede, aunque debo reconocer que si no leo el libro la película me puede parecer excelente pero trato de no mezclar la hacienda.
O leo el libro o miro la película, son como el agua y el aceite, no puede mezclarse.
"Expreso de Media Noche" es un fiel reflejo de ello.
En los libros de King, más que frases, recuerdo algunos momentos en sus historias como el contacto entre el hijo del protagonista y ese extraño ser (un viejo empleado del hotel) que también como él podía ver los fantasmas que habitaban aquel lugar y que le enseña a no temerles y comprenderlos. Esa unión tan especial fue uno de los mejores momentos de la historia aunque parezca simple.
También en Christine, el cambio radical que produce ese auto en aquel joven gris y pacífico convirtiéndolo en un verdadero demonio tomando su alma lentamente.
Posteriormente me impactó, y mucho, EL Exorcista de William Peter Blatty. Enorme novela cargada con todos los condimentos que a mí me gustaban. Creo que eso me llevó a convertirme en un narrador de historias donde los finales tuvieran un cierto impacto (Por supuesto, salvando las grandes diferencias) y algo de lo que ellos me transmitieron en cada una de sus obras.
Ya pasada esa etapa también me interesaron mucho los libros de historia Argentina y de autores como Sabato, Borges (no tanto) y Osvaldo Soriano, pero también me apasionaron las novelas históricas sobre el antiguo Egipto. Siendo mis autores favoritos Christian Jack y Pauline Gedge.
Con respecto a mi experiencia como escritor aficionado, ésta se remonta hasta cuando yo tenía catorce años y escribí mi primer poema dedicado a mi perro que había fallecido. Luego incursioné también en cuentos hasta que dejé mi pasión por veinte años.
Fue en el año 2012 cuando abrí mi blog y publiqué en capítulos diarios mi primera historia llamada El Lider La cual, junto a otras dos ficciones que le sucedieron Extraño viaje y La Cruz ensangrentada me permitieron editar de forma independiente, en Mayo de 2014, mi primer libro Ficcionarias.
Sentí la necesidad de contar historias simples, de personas simples en un contexto en el cual muchos de mis personajes se asemejan a ciertos momentos en que he leído a estos autores. Porque, como describí anteriormente, me he involucrado mucho como lector en "esos momentos" en que uno se siente el protagonista de la historia y ve en esos personajes toda su humanidad, con sus miserias y sus virtudes. No es que los tomo prestado de los autores, sino que he aprendido de ellos.
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PRESENTACIÓN BIOGRÁFICA
Autor de la novela Ficcionarias (formato libro solo para argentina)
Participante en el libro Letras del Face 9 editado por editorial Dunken con el microrrelato "La tienda de los sueños".
Participante en el libro El Despojo editado por editorial Dunken con el relato "El artículo 15".
Participante en el libro Tres de Febrero tributa a Sábato. Cuentos para don Ernesto con el relato "Gracias a Rosita" presentado por la municipalidad de Tres de Febrero en la feria internacional del libro de buenos aires el 7 de mayo de 2016.