Conozco el asombroso valle de Tena, en el Pirineo oscense, desde niña. Y sí, lo sé, es una gran suerte. Pero ese precioso mundo tensino no acaba al cerrar las estaciones de ski, hay mucho más por descubrir. Acercarse en verano es un gran plan y os lo voy a contar, vayamos por partes:
Sallent de Gállego:
Es mi otro pueblo y es sencillamente bonito. Sus casitas, andar por sus calles de piedra, el puente de siempre sobre el río Gállego Han respetado su esencia pirenaica y es un lugar especial que merece la pena visitar, sobre todo ahora en junio, antes del jaleo de las vacaciones.
De Sallent yo me quedo con:
La vida healthy:
Hay infinitas sendas, infinitas. Recomiendo la APP del Valle de Tena que te sitúa muy bien, según el plan que lleves. Yo además humildemente os recomiendo:
Bajar y subir a Sallent desde Formigal por la carretera antigua. Las vistas son una maravilla y la desconexión es enorme. Si las vacas se quedan por ahí es por algo Esa ruta la hice con mi buena amiga Marta en primavera y ella no la puede olvidar.
Rodear el pantano de Lanuza. Es un sendero sencillo, circular y como es lógico, muy agradable. Y pasas por Lanuza que es el pueblo pequeñito y coqueto. Merece la pena conocerlo. Y por llegar llegar, hasta Panticosa si quieres.
El planazo: En el pantano de Lanuza está Suscilar, un lugar apartado con restaurante, vistas de foto para instagram y que cuenta con una zona privada. Allí puedes alquilar un kayak o hacer paddle surf. Lo recomiendo encarecidamente porque el silencio impone tanto que te hace pensar en todo y en nada a la vez. Íñigo te prepara el material que necesites y además han acondicionado el lugar para tomar algo, darte un baño, descansar, en definitiva es un gran lugar para el buen tiempo.
El bosque del Betato. Un hayedo fresco para los días de calor. Hay pozas estupendas para darse un chapuzón y picar algo. Me encantaría deciros cómo llegar aquí, pero sólo lo sabe Alfonso
Con niños hay que ir a la Cuniacha: Es un precioso bosque con animales, senderos bonitos y fáciles. Menos wii y más Cuniacha por favor.
Una excursión que debes hacer, preparado porque en la montaña nunca se sabe, es subir al ibón de Ayanet. Recuerdo la primera vez que lo vi. Absoluta paz del lugar. Tenemos tesoros cerca y a veces no nos damos cuenta.
Para los lanzados, la tirolina del Valle de Tena. Las vistas son espectaculares y merece la pena hacerla al atardecer con la luz mágica del lugar.
Plan foodie en Sallent:
En nuestra pole position siempre está Casa Marton. Por la carne que tiene y las brasas en riguroso directo. Eso sí, es un comedor muy pequeño y merece la pena reservar con tiempo. Ahora de cara al verano tiene la terraza, la mejor para mí del pueblo y el menú de al mediodía es estupendo calidad – precio.
Casa Jaimico: Pirula es un encanto y el ternasco que hacen es riquísimo. Bueno, y la creppe de verduritas también
Garmo blanco: Un clásico de siempre. Merece la pena ir de día por las vistas y cuenta con un salón privado para grupos que está fenomenal. Cocina sencilla y bien hecha.
El queso de Gabás. No me podría cansar nunca de los quesos y sobre todo de éste tan rico. Siempre nos llevamos un trozo a casa.
Ir al pantano de La Sarra y comer las chuletillas. O llevarte un picnic. Los sándwiches saben más ricos allí que en otro sitio. Allí hay un sendero a lo largo del río muy fácil. Ese sitio me recuerda tanto a mis padres…
Hay una plaza en el centro de Sallent con una cafetería con terraza (y revistas bonitas) muy agradable. Son los mismos que la tahona Roxana y los bizcochos son caseros, caseros.
Otras cosas curiosas:
La tienda de ropa F&G. Las dueñas son unos soles y traen cosas monas.
La tienda Carpe Diem. Es como muy francesita y tienes cosas para casa muy especiales y de muchísimo buen gusto. Objetos atemporales, bonitos y que me llevaría sí o sí a casa. Los dueños los traen de sus viajes por Europa y se nota.
Mirad las fotos suyas de instagram:
Los cuadros de Ricardo Montoro, amigo nuestro. Una obra suya es un regalo excelente y apreciado para una persona muy esquiadora. Su trazo es reconocible totalmente. Su taller y su mundo están en Tramacastilla. Míticas del pueblo son sus migas… No te vayas sin probarlas.
Visitar el anticuario de Sallent y ver todo un mundo lleno de originalidades. Los materiales de ski antiguos son preciosos y decoran las casas bonitas del valle.
En julio está tiene lugar el festival Pirineos Sur que tiene un marco incomparable, sobre el pantano de Lanuza. Este año como gran invitado tensino contamos con Franco Battiato. Franco, la noche y Lanuza, espectacular combinación. Si quieres ir al valle, pero no por este plan, recomiendo ir en otra fecha con menos gente…
Dónde alojarse:
Pajar de la leña: Está en Sandiniés que es un pueblo muy pequeño, alejado del ruido, que tiene unas vistas de infarto. Era un pajar y unos amigos nuestros lo han rehabilitado hace poco y es una casa muy especial. Lo recomiendo para familias (6 – 8 personas) por cómo es la casa, cómo es el pueblo de bonito y por lo buena gente que son sus dueños. Esa es la vida auténtica del valle. Te contarán lo que necesites en: ml.castillo@yahoo.es
Casa rural Valle de Tena: Está en el corazón de Sallent y además venden productos ecológicos de la zona. Siempre me fijo al pasar en el perro que está en la puerta.
El Valle de Tena daría para un blog entero, pero ahí quedan los sitios más especiales o por lo menos, mis imprescindibles. Andar por una ruta tensina, darse un chapuzón en una poza y sacar el picnic. Esa es la felicidad. Gracias por acompañarme.
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