Volver de Oporto me ha supuesto ponerme unos días a dieta. Ya estaba mentalizada, Portugal es sinónimo de buena comida por todos sus rincones y olor a café por todas partes. Umm, ¡que delicia! viajar con niños a Portugal en cuestión gastronómica es mas que apetecible.
De repente mi cerebro se divide en dos, una parte me dice que me cuide y que no me pase, pero la otra me dice ¡a la porra! aprovecha, no estás en Portugal todos los días, ¡ya te cuidarás a la vuelta!, y eso hice. Esta vez ganó la parte mas glotona de mí.
En particular me he puesto las botas con las natas tan parecidas a los famoso Pastelitos de Belem. ¡Pero que ricos que están!
Como os comentaba en el anterior post, Oporto es una ciudad preciosa e ideal para pasar unas vacaciones en familia, pero es que además tenemos la suerte de que no es cara, así que hay que aprovechar y disfrutar a tope de todo lo que ofrece, ya que no sabemos cuanto tiempo va a durar tanta generosidad.
Os recomiendo un par de lugares a los que suelo ir cuando nos acercamos por la ciudad y os contaré sobre uno nuevo que descubrimos esta última vez, donde repetimos todos los días a la hora de cenar.
Esta vez he venido con una impresión totalmente diferente en lo que a la gastronomía se refiere. La primera vez que fuimos contamos con poco tiempo y la verdad que no acertamos mucho. Recuerdo que comimos en el típico restaurante turístico de la Ribeira, enfrente del río Duero, y además de ser carísimo, la comida no estaba nada buena. Quizás fuera casualidad, está claro que no se puede generalizar, pero resulta que esta vez cotilleando la zona, descubrimos que justo en las calles de detrás habían un montón de restaurantes que pintaban muy bien y a unos precios muy razonables.
Esta vez hemos tenido mas tiempo y hemos dedicado un poco mas a cotillear restaurantes. Donde tuvimos suerte y acertamos de pleno.
Como en todos los destinos a los que vamos, también solemos ahorrar un poco, comprando en tiendas para hacernos unos ricos bocadillos. A perola de Bolhâo además de ser la mas fotografiada de la ciudad, por lo pintoresco de su fachada, tiene unos ricos embutidos. ¿Sabes como se dice Jamón en portugués? Presunto. ¡Recuerdalo!.
Un poquito mas abajo en la misma acera nos encontramos con un restaurante que tenía muy buena pinta.
La Confeitaría de Bolhao, resultó ser una buena elección. Pedimos un rico bacalao, una dorada y para la pequeña un arroz con hamburguesas, pero el plato llegó con mucho mas. ¡Qué generosos!. Eso sí, todo hay que decirlo, eché en falta que no tuviera wifi, aunque pensándolo bien, también viene bien de vez en cuando para desconectar un poco de tanto móvil.
De postre como no, un rico pastelito de nata, un sabrosísimo café y una galletita para mi pequeña con sabor a corazón.
Cuando viajamos con nuestra hija, no solemos complicarnos mucho pidiendo comidas muy elaboradas o típicas, mejor ir a lo seguro, así que solemos recurrir a la pasta, carne, arroz,.cosas que sabemos fijo la van a gustar.
Además de ser restaurante, también es pastelería y a la entrada del lugar te encuentras delicias como estas para poderte llevar. ¿Quién se puede resistir? La pastelería en Portugal está increíblemente rica, nada que envidiar a mi querida vecina, Francia.
Ya me habían comentado que el Fado era mas típico de Lisboa, pero preguntando al camarero me comento que en la ciudad habían varios restaurantes donde poder disfrutar de esta nostálgica música. Uno de ellos se llama Restaurante O Fado. Lo apuntamos aunque al final no fuimos, lo tendré presente por si volvemos a la ciudad. Te lo cuento por si tienes tiempo y te apetece. Ya me contarás.
Justo en frente del restaurante está el famoso mercado de Bolháo, donde también hay un par de simpáticos restaurantes y bastante económicos.
Mirar estos carteles que nos encontramos por el camino a lo largo del día, ¿increíble verdad?
Ya por la noche, estuvimos buscando largo tiempo una churrasquería para poder cenar la famosa carne a la brasa lusa. y mira por donde lo encontramos muy cerca de nuestro hotel, el restaurante se llama; Churrasqueira Icarai.
La carne la puedes acompañar de arroz, pasta, ensaladas, etc, además de ponernos las botas a carne, tenemos suerte y descubrimos que en Oporto son muy famosas las sopas, y como a la peque le encantan aprovechamos para pedir en este lugar varias . Un cuenco de sopa 1,10 euros ¡Increíble!. Totalmente recomendable. Estaba todo delicioso.
El día todavía no había terminado y antes de marchar al hotel, nos metimos en otro sitio. Lo sé, lo sé ¿café por la noche? os puedo asegurar que nada me quitaría el sueño. El día había estado mas que sabroso y degustar gastronomía típica de Portugal había sido una verdadera gozada.
Como en todos los lugares también existen restaurantes con precios mas elevados, en este caso os hablo de Café Majestic. Tengo que reconocer que los precios de su carta no me dejaron dar el paso, pero seguro que tenía que estar todo muy rico, a juzgar por la cola que había para entrar. Lo dejamos para otra ocasión. ¡Nos quedamos con las ganas!
¡Se me olvidaba!, algunos de los productos típicos de Portugal se vinieron conmigo de vuelta a casa. café, vino de Oporto, y natas muchas natas. Hay tiendas por doquier así que ya sabes elige la que mas te apetezca para traerte ricos productos portugueses. ¿Qué tal en esta donde todo es mas barato?.