Una vez finalizada nuestra primera parte del trekking, de Landmannalaugar a Thorsmörk, continuamos con la segunda parte, conocida como Skógar Trail, de Thorsmörk a Skógar. Una extensión de dos días que merece la pena ya que de nuevo te encuentras con paisajes muy diferentes debido, principalmente, a la erupción del volcán Eyafjallajökull en 2010 y a las numerosas cascadas que te encuentras el segundo día de este trekking.
Día 5 - Thorsmörk - Fimmvörduháls
Después de hacer noche en Básar continuamos nuestro camino con destino a Fimmvörduháls. Este día nos llovió, granizó y nevó. Un día muy completo. Poco antes de llegar el refugio también arreció el viento por lo que la cosa se complicó todavía un poco más.
Un paisaje totalmente distinto a lo que habíamos
visto hasta ese momento
Cada vez más cerca del volcán Eyafjallajökull
De nuevo el paisaje es alucinante pero lo que más impresiona del recorrido es el momento en el que pasas por los montones de lava que escupió el volcán Eyafjallajökull. El silencio sepulcral que se "oye" en esos instantes (sí, porque en ese momento puedes oír el silencio) te cala hasta los huesos. Estábamos los dos solos y en un momento dado llegué a pensar que si me quedaba sola lo iba a pasar fatal y no tenía tan claro si iba a ser capaz de encontrar el camino. Las señales en esta zona se ven fatal, sobre todo con mal tiempo. Nosotros nos guiamos por el GPS. Gran ayuda este día.
Con la equipación completa de agua
Maravillosa Islandia
Al poco tiempo de llegar al refugio llegó un chico muy preocupado porque había perdido a su compañero y no lo encontraba. El guardés estuvo a punto de salir con él a buscarlo pero le dijo que fuera primero a otro refugio que estaba muy cerca (nosotros no sabíamos que había otro por la zona, un poco más abajo) y que mirara allí. Parece ser que hay dos rutas para llegar a Fimmvörduháls y con mala visibilidad es muy fácil perderse. Nos quedamos preocupados porque no lo acompañara pero al día siguiente nos lo cruzamos bajando a Skógar y no iba sólo. Bien. Esa noche el guardés, que hablaba mucho, nos dijo que todos los años subía una semana como voluntario para estar en el refugio (nos dijo que era propiedad de un grupo de montaña) y que todos los años tenía que salir de rescate una o dos veces durante esa semana.
Empezamos a pisar lava del volcán Eyafjallajökull
Caminando por un glaciar entre montones de lava
expulsados por el volcán en 2010
Lo mejor de todo es que los grupos de agencias no suelen llegar hasta aquí por no correr riesgos (es una zona algo más complicada y no llegan los coches...) y porque además el refugio de Fimmvörduháls es muy pequeño y no puede albergar a grupos tan numerosos (gracias a Dios). Estos dos días de ruta casi no ves gente y sólo te cruzas con alguna pareja o grupos de amigos.
Andar se hacía complicado
Nosotros no conseguimos alojamiento en este albergue desde España (es muy pequeño) pero cuando llegamos a Básar (como ambos albergues son del mismo grupo, Útivist) preguntamos si había habido alguna cancelación y nos hicieron la gestión de llamar y preguntar. ¡Justo quedaban dos plazas! Las cogimos al punto, como dirían en las telenovelas, y menos mal!!! Nuestra idea era hacer los dos días de ruta en uno si no encontrábamos alojamiento pero habría sido una locura tal y como estaba el tiempo. Visibilidad casi nula. Y lo peor todavía estaba por llegar que fue el día siguiente. Para mí el peor de todos con diferencia.
Refugio Fimmvörduháls
Día 6 - Fimmvörduháls - Skógar
Después de una tranquila noche en el refugio con el sonido de fuertes vientos de fondo, iniciamos el descenso de nuestra última etapa, Skógar. Ninguno nos imaginábamos la locura de día que nos esperaba. 16km con 1.000m de desnivel negativo parecía algo sencillo. Nos las prometíamos felices. En cambio, tardamos casi 7hrs en llegar a nuestro destino. ¡Increíble! Día soleado pero muy ventoso.
Por fin empezamos a sacar las cámaras, pero...
...imposible posar como personas normales
Casi no tenemos fotos de este día ni imágenes grabadas (una pena) porque el viento sopló tan fuerte desde el principio que durante muchas horas fue imposible sacar la cámara o la GoPro. A mí el viento me tiró, literalmente, en un par de ocasiones y en un momento dado, cuando estaba en el suelo, me giré y vi como tiraba también a un padre y a su hija (ya adulta) que venían por detrás. Eran alemanes y coincidimos con ellos en el refugio. El viento era tan fuerte que nos íbamos controlando los unos a los otros por si era necesario ayudarnos. Una de las veces me tuve que echar directamente al suelo, que lo tenía muy cerca porque estaba subiendo un pequeña montículo e iba muy inclinada para resistir el viento, y tuve que arrastrarme durante unos metros, literalmente de nuevo, para poder pasar al otro lado y quedar protegida del viento. Ponerme de pie hubiera supuesto salir volando, otra vez. De hecho, fue en ese momento cuando me salió volando el protector de mochila. Todo salía volando por bien atado que lo llevaras. Tuvimos que parar para meter todo dentro de la mochila y ajustar bien todas las cintas.
El paisaje era espectacular. Fue una pena que no
pudiéramos disfrutarlo más
Y lo más curioso de todo es que el viento soplaba de una manera muy rara. No soplaba muy fuerte en una dirección sino que, a veces, eran sacudidas muy fuertes en todas las direcciones que cambiaban en cuestión de un segundo. Imaginaos un tarro de cristal con una moneda dentro y que agitáis el tarro de arriba abajo y de izquierda a derecha. Nosotros éramos la moneda. No he visto nada igual en mi vida. Soplaba en una dirección, paraba en seco de repente, y al segundo soplaba en la dirección opuesta, y de nuevo parón en seco y reinicio en otra dirección distinta. Era imposible avanzar y en muchas ocasiones me desviaba del camino porque no era capaz de oponer la suficiente fuerza al viento como para andar en la dirección que quería. La imagen que logramos grabar y que veréis en el vídeo es sólo un instante en un momento en el que soplaba ligeramente y que nos permitió sacar la cámara unos segundos. También es cierto que no peso mucho y que el peso de la mochila en este caso jugó en mi contra porque el viento me la iba mandando de un lado a otro y los golpes en esas direcciones de todo el peso de la mochila también contribuían a perder el equilibrio.
Increíbles paisajes. Agua por todas partes.
A parte de esto, las cascadas eran numerosas y muy bonitas. El paisaje maravilloso. Además, conforme vas bajando vas viendo el mar al fondo y la estampa es espectacular. En pocos sitios veremos una mezcla tan grande de estampas tan distintas.
No se aprecia bien en la foto pero lo que hay al fondo es el mar
Y ¡por fin llegamos a Skógar! No estábamos muy animados porque más de 6 horas de fuertes vientos agotan a cualquiera. Hubo un momento en el que pensamos que no íbamos a llegar a tiempo para coger el autobús. Agotados y muertos de hambre, así terminamos, pero contentos.
Skógar Foss, fin de nuestro trekking.
Foss significa cascada en islandés
¡Un trekking inolvidable y muy recomendable!
Trekking de Laugavegur y Skógar Trail from ENLACIMA on Vimeo.
Ver primera parte, Trekking Laugavegur