Una vez finalizado el trekking de Laugavegur y el Skógar Trail volvimos a Reikjavik donde hicimos una noche. Nos volvimos a alojar en el albergue Loft Hostel que, está francamente bien y, era donde habíamos dejamos el resto de nuestro equipaje antes de iniciar el trekking. Cenamos en un pub justo enfrente del albergue y, después de unos días de caminata donde nos escaseó la comida, nos tomamos unas pedazo hamburguesas con unas cervecitas que nos supieron a gloria. Al día siguiente, ¡empezaba nuestro viaje en 4x4! Vídeo del viaje al final del artículo.
A la mañana siguiente recogimos el coche que habíamos alquilado para recorrer parte de la isla. Lo bueno de Islandia es que todo está muy bien organizado. Si avisas donde te alojas que has alquilado un coche, ellos mismos llaman a la compañía de alquiler y te acercan el coche hasta allí para que no tengas que desplazarte. Al parecer es un servicio habitual y gratuito. Una persona te sube las llaves y el contrato. Es increíblemente práctico. Alquilamos un todo terreno porque queríamos atravesar la isla por el centro y por esas carreteras es obligatorio circular con coches 4x4. Algunas de las carreteras son pistas de tierra y en alguna ocasión te encuentras agujeros, en otras tuvimos que vadear ríos.
Éste no fue el coche que alquilamos, pero nos hubiera encantado.
Coche típico islandés.
Desde Reikjavik nos dirigimos a Selfoss para luego tomar la carretera 35 dirección al Golden Ring. Una zona de géiseres muy turística pero agradable, y donde pasar un buen rato. Visitamos la cascada Gullfoss y el valle geotermal donde se encuentra el géiser Strokkur, todavía activo cada 5/10 minutos.
Gullfoss (foss significa cascada)
Géiser Strokkur en activo
No se puede negar que los islandeses tienen buen gusto
para la decoración. Paramos a tomar un helado.
Ese día atravesamos la isla por el centro y el paisaje fue realmente espectacular. Desde Gullfoss continuamos por la carretera 35 dirección norte. Enseguida aparece un cartel en el que nos avisan que entramos en zona de 4x4. Cualquier otro vehículo no está permitido. La carretera no está asfaltada y en algunos tramos hay agujeros. Carreteras desiertas y unas vistas impresionantes hasta donde alcanza la vista. A mitad del recorrido, la carretera pasa entre dos glaciares inmensos, Langjökull y Hofsjökull.
Carretera del interior de la isla. Este tramo es de
los mejores pero no está asfaltado.
Además, por el camino tienes la posibilidad de ir a zonas donde poder darte un baño al aire libre en aguas geotermales. Pasamos por un par de estos baños que nos quedaban algo alejados de la carretera y al final optamos por entrar en Hveravellir, en plena naturaleza y gratis. Dimos en el blanco. Un sitio espectacular en medio de la nada. En Hveravellir también hay un refugio y una zona para acampar pero, como nuestra idea era llegar hasta el noroeste de la isla, no nos quedamos. Después de una visita a la zona y un bañito, retomamos la ruta. De todas formas, es una muy buena opción para hacer noche. El sitio bien merece la pena.
Refugio de Hveravellir rodeado de aguas geotermales
Bañito en aguas calientes rodeados de plena naturaleza
El resto del viaje hasta Blönduós estuvo bien pero ya no resultó tan impactante. Lo más curioso de esa noche fue que tardó mucho en anochecer. Desde donde nos encontrábamos, frente al mar, vimos ponerse el sol hacia las 23:30hrs, aproximadamente, y una hora después vimos como la luna subía desde el mar a nuestra derecha. Al principio no sabíamos lo que era pero conforme ascendía nos dimos cuenta de que era la luna llena. Esto nos impactó bastante. La teníamos muy cerca. Nunca habíamos visto algo así. Bueno, eso y la pequeña aurora boreal que vimos en el cielo al anochecer. No nos lo podíamos creer pero más tarde supimos que en Alaska, hacia finales de agosto, se pueden ver auroras boreales, y estábamos muy cerca de Alaska y con la vista puesta en esa dirección.
Esta foto está tomada a tan sólo 15 minutos de medianoche
Al día siguiente nos dirigimos hacia Askja no sin antes hacer varias paradas. Nuestra idea era pasar un rato en Mývatn Nature Baths que es como el Blue Lagoon que hay cerca de Reijiavik pero a mitad de precio. Nos costó encontrarlo pero al final lo logramos. Tenía una pinta bárbara aunque se nos había hecho un poco tarde y no nos mereció la pena quedarnos. Queríamos llegar a Askja antes del anochecer. Si disponéis de tiempo suficiente, yo no me lo perdería.
De camino vimos también el lago Mývatn, un lago con islotes muy original. Después continuamos camino directamente a Askja. Los mapas indican tres carreteras para ir desde el norte a Askja pero dos de ellas estaban cerradas y sólo nos quedó una opción. Muchas de estas carreteras dependen de la climatología de la época y en algunas ocasiones, y sin previo aviso, te las puedes encontrar cerradas. El camino hasta Askja fue realmente impresionante. Gran parte del recorrido hasta el refugio parecía paisaje lunar. Tuvimos que vadear varios ríos y en uno de ellos se nos pusieron de corbata. Cada vez que cruzábamos un río teníamos que parar el coche, poner el 4x4 y ver la mejor forma de vadearlo. La primera vez nos esperamos a que pasara otro coche (vimos que venía uno de lejos) para ver por dónde cruzaba. Nosotros llevábamos un mapa para bicicletas que cogimos en el centro de información de turismo que marcaba los vados en función de la cantidad de agua que llevaban normalmente. Nos vino bien para seleccionar la ruta que seguimos con el coche, aunque pueden cambiar de un año a otro.
Vadear ríos puede ser una tarea complicada
La adrenalina sube bastante en esos momentos, sobre todo porque si se cala el coche toca pagarlo. Ningún seguro en Islandia cubre vadear ríos, por lo que toda la responsabilidad es tuya (ni eso, ni que el viento se lleve volando una puerta. Al parecer son dos accidentes bastante típicos en el país). Cuando nos dieron el coche nos comentaron que la semana anterior unos chicos alemanes calaron el coche cuando cruzaban un río y les tocó pagar 20,000 euros. Ya sabiendo esto, ¡nos tomamos esta tarea muy en serio!
Hicimos noche en el refugio de Askja y ¡menos mal! Llevábamos la tienda de campaña pero bajaron tanto las temperaturas que si hubiéramos tenido que dormir fuera, lo hubiéramos pasado fatal. Claramente, el saco de dormir que llevamos no era suficiente para dormir en Islandia en tienda de campaña. En cambio, para refugio era perfecto, incluso demasiado en alguna ocasión. Lo mejor, quizá sea llevar dos de diferentes grosores y combinarlos.
Esa tarde, mientras estábamos cenando algo en el refugio, nos llegó el siguiente mensaje del 112: “The area north of Vatnajokull is now closed due to possible volcanic activity. Please contact the nearest ranger”. Nos quedamos de piedra. Para empezar, no sabíamos que el 112 era internacional y, ¿cómo sabían que estábamos allí? La ranger ya estaba en el salón acercándose a los grupos y hablamos con ella. Nos tranquilizó bastante pero al día siguiente desalojaron toda la zona ante la previsión de un posible erupción que finalmente tuvo lugar uno o dos días después pero que consistió en una erupción interna que no fue visible y no afectó a las comunicaciones.
A la mañana siguiente, antes de saber que desalojaban la zona, subimos a la caldera de Askja. Se puede ir en coche hasta un punto determinado y luego es una caminata de unos 40 minutos. El paisaje es de nuevo increíble y los cráteres son impresionantes. La caldera se formó en una erupción en 1875. Sólo por ver esto merece la pena acercarse hasta esta zona.
Camino a Askja
Las erupciones en Islandia son constantes y los paisajes están en continua formación. La caldera es inmensa y se cubrió con agua del glaciar. A su lado hay otro pequeño cráter llamado Viti con agua caliente de color azul. En principio habíamos leído que te podías bañar en este lago pero en el refugio nos lo desaconsejaron y cuando llegamos arriba nos dimos cuenta de que, efectivamente, no es tarea fácil. Descender el cráter hasta el lago es bastante complicado. Cuando nosotros estuvimos allí había bastante barro y no parecía en absoluto sencillo, aunque sabemos que de vez en cuando hay personas que logran bajar hasta abajo.
Caldera de Askja al fondo y Viti
Volvimos al refugio y empezamos a desalojar. Por el camino nos pararon varios rangers para preguntarnos por la dirección que llevábamos. Querían asegurarse de que nos íbamos a mover por zonas seguras. Estaban muy bien organizados. Así que volvimos por la misma carretera de entrada (única salida de la zona ese día) y vadeamos de nuevo los ríos usando el 4x4. Una de las veces grabamos el cruce con la cámara y en algún punto el agua nos llegaba casi a la ventanilla. A todo esto, rogando para que no se nos parara el coche.
Ese día fuimos dirección noreste y pasamos por zonas de acantilados muy bonitas. De nuevo un paisaje diferente y muy agradable. Hicimos noche en Höfn con vistas al Vatnajökull, el mayor glaciar de Europa y con una puesta de sol increíble. Nos tocó dormir en el coche porque no encontramos alojamiento disponible. Los alojamientos son carísimos pero aún así no encontramos nada.
Puesta de sol en Höfn.
Esta foto no tiene retoques de ningún tipo.
Al día siguiente nos tocaba volver a Reijkiavik para coger el vuelo a última hora de la tarde. Todavía tuvimos tiempo para visitar el mayor lago helado de Islandia, Jökullsárlón. En el lago se pueden ver muchas focas y bloques de hielo que se descuelgan y se dirigen al mar. Es un sitio muy bonito para ver y está al lado de la carretera.
Jökullsárlón (jökull significa glaciar)
Continuamos nuestro camino dirección Reykjavik e hicimos otro alto en el camino para visitar la cascada de Seljalandsfoss. No es la cascada más espectacular que vimos pero es bonita y la puedes rodear. No olvidéis llevar chubasquero, de lo contrario os mojaréis sí o sí.
Seljalandsfoss
Paramos a comer en el restaurante Fjörubdid en Stokkseyri (en la costa). Nos lo recomendó Pilar, una española que vive en Islandia y que conocimos en Reykjavík el primer día de nuestro viaje. La verdad es que estuvo muy bien en cuanto a relación calidad/precio y la carretera desde esta zona al aeropuerto es muy bonita (no fue necesario llegar hasta Reykjavík).
En general, nos hizo muy buen tiempo en Islandia. Tuvimos cielos despejados, días muy largos pero noches muy frías. Es también un país muy bonito pero caro en cuanto a comida y alojamiento. Si os gusta la naturaleza en todo su esplendor, ¡no encontraréis un lugar mejor!
Hemos preparado un vídeo con el resumen de esta aventura. ¡Esperamos que os guste!
Islandia en 4x4 from ENLACIMA on Vimeo.
Si también os gusta salir a andar, éstas son las dos entradas del trekking que hicimos en Islandia. ¡Por si alguien se anima! ;-)
Trekking Laugavegur: de Landmannalaugar a Thorsmörk
Skógar Trail: de Thorsmörk o Básar a Skógar