Y es que toda cosa buena tiene su contrario y si el turismo sostenible trae beneficios tanto a viajeros como a destinos, el turismo de masas explota los recursos en demasía, resultando negativo a mediano y largo plazo.
Para poder combatir los daños del turismo masivo, es importante conocerlo y así saber tanto a nivel personal como a nivel industria y destino, como poder transformarlo en algo sostenible.
Acompáñanos para saber mas sobre el turismo masivo y su impacto.
Definición de Turismo Masivo
El turismo masivo es aquel donde un alto volumen de vacacionistas se concentra en un único destino, lo cual provoca que la capacidad de receptora del lugar queda rebasada.
Esto trae consigo daños a los recursos naturales y culturales con los que cuenta el lugar y por ende a las personas que lo habitan.
También llamado turismo de masas, se trata de un fenómeno que se dio primero y existe mayoritariamente en destinos de sol y playa.
Pero conforme el turismo se ha convertido en una de las industrias mas importantes del mundo, se ha extendido para afectar también a grandes ciudades, destinos culturales e incluso áreas naturales lejanas de los principales imanes turísticos.
Historia del turismo masivo
Aunque parece un fenómeno reciente, en realidad el turismo de masas ha estado con nosotros desde hace mas de un siglo.
De acuerdo a Miguel Ángel Acerenza, profesor y consultor en promoción y desarrollo del turismo, es en el Reino Unido durante el siglo XIX la primera vez que este se presentó.
Por un lado se asimiló que ir de vacaciones era positivo para los trabajadores y se normalizó la costumbre de ir unos días a la orilla del mar.
Por el otro el desarrollo de medios de transporte permitieron a las clases medias llegar a lugares que solían ser solo para aristócratas.
Blackpool, una ciudad costera de Inglaterra, a orillas del Mar de Irlanda, se convirtió en el destino predilecto del país y para 1930 recibía 7 millones de visitantes al año.
Pero fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que el fenómeno se generalizó, aunque en ese entonces no se le veía como algo negativo.
El fin del conflicto bélico trajo una época de recuperación económica y desarrollo del transporte que hizo mas accesible viajar.
Además, los derechos a vacaciones pagadas, que en pleno siglo XXI en México siguen siendo los peores del mundo, se generalizaron y millones de personas contaron con tiempo, recursos y transporte para conocer otros lugares.
Florence Deprest estima que entre 1950 y 1970 el número de turistas internacionales se doblaba cada año, y el crecimiento del turismo siguió imparable hasta nuestros días.
Si en 1950 25 millones de personas viajaron por el mundo, para 1998 fueron 650 millones y en el nuevo milenio el turismo es una de las industrias mas importantes que existen, manteniendo su crecimiento aún en años de crisis.
Impacto del turismo masivo
Los problemas que causa el turismo de masas se deben al mismo tema que impacta muchos otros campos de nuestra sociedad moderna, el uso desmedido de recursos.
La llegada de turistas es beneficiosa para cualquier lugar, pues con el vienen recursos económicos que sostienen a gran parte de la población, además de un intercambio cultural que enriquece a las personas.
Pero todo destino, ya sea grande o pequeño, tiene ciertos recursos a su disposición, y si la llegada de visitantes excede la capacidad de recibirlos, deja de ser una bendición para convertirse en un problema.
Entre los impactos que causa el turismo masivo se encuentran:
Daños al medio ambiente: Cuando se busca crear infraestructura para acomodar sin planeación a un mayor número de visitantes, se suele destruir el ecosistema. Las costas y selvas son las principales víctimas de esto.
Gentrificación: Los barrios céntricos y cercanos a los atractivos turísticos de cada lugar se vuelven ideales para la infraestructura hotelera, cuando esto crece mas allá de la cuenta, los precios de vivienda sube y la población local acaba por ser expulsada.
Cierre de negocios: Ligado a lo anterior, conforme los negocios para turistas se vuelven mas exitosos, desplazan a los negocios tradicionales, muchos de los cuales sostienen la vida cotidiana de los habitantes del destino, complicando su vida diaria.
Malas condiciones laborales: Con el objetivo de mantener precios bajos para competir, existen empresas que recortan en los salarios de sus trabajadores, explotándolos.
Crimen: Si bien hay turistas responsables, también hay quienes lejos de casa y con el pretexto de divertirse se permiten actividades ilegales sin preocuparse por las consecuencias que dejan en el destino. El consumo de drogas y la trata de personas son dos de los principales riesgos.
Soluciones al turismo de masas
Como en todo otro aspecto de nuestra sociedad, es urgente transformar nuestro estilo de vida y modo de consumo.
La ONU ya ha advertido que estamos en una situación de crisis que nos está llevando a una extinción masiva de especies y a un cambio climático que dejará inhabitable gran parte del planeta y transformará nuestra vida.
Pese a eso, las medidas de la mayor parte de los gobiernos son tímidas.
El primer paso es darnos cuenta que nuestro modelo económico que se basa en un crecimiento sin fin no puede seguir, pues para ello necesitaríamos recursos infinitos, los cuales no existen.
Al rebasar la capacidad de un lugar, inicia su colapso. Y en el caso concreto del turismo, cuando la demanda de servicios es mayor que la que un destino puede proveer, los problemas inician.
La alternativa es clara. Hay que apostar por un turismo sostenible, que hace un uso adecuado de los recursos y promueve la protección de la cultura y el medio ambiente.
Ir en ese sentido requiere de políticas públicas, pero también del compromiso de ciudadanos y vacacionistas, unos exigiendo medidas en ese sentido, otros siendo conscientes de su impacto y convirtiéndose en viajeros responsables.
De parte de las autoridades, se requiere el buscar maneras de que los flujos de turismo no se dirijan a los mismos lugares ya rebasados.
La demanda turística debe compartirse, de modo que todos los lugares de un país reciban visitantes, cosa que además enriquece a los viajeros abriendo las puertas de todo lo que ofrece el mundo.
Los medios de comunicación y los bloggers podemos ayudar en este sentido, promoviendo alternativas, y no los mismos lugares de siempre.
También es necesario no permitir el desarrollo de infraestructuras dañinas con el medio ambiente. Por ejemplo los enormes resorts que disfrazados de ecoturistas, en realidad depredan manglares para construirse, o proyectos de medios de transporte sin estudios ni proyectos ejecutivos que amenazan con destruir la selva.
Proyectos contra el turismo masivo
Alrededor del mundo surgen iniciativas contra el turismo de masas, y en Viajeros en Ruta te hemos hablado de varias de ellas.
Existe una alianza de ciudades europeas contra el turismo masivo.
Lugares de alta demanda de visitantes como la calle Lombard de San Francisco han impulsado tarifas a visitantes.
Palma de Mallorca ha regulado la construcción de nuevos hoteles.
La recién creada Fairbnb también buscan operar con modelos alternativos que pongan el foco en un turismo justo, dejando beneficios a la comunidad y evitando el consumismo.
Venecia ha establecido un impuesto a viajeros de un solo día para paliar los daños que los viajes en crucero causan a la ciudad.
Wyoming promueve el no geoetiquetar fotos para evitar atraer masas de turistas a lugares vulnerables.
Aunque los modelos empiezan a cambiar, aún hay mucho que hacer, y falta un compromiso real de parte de gobiernos federales para regular la industria.
Tú, como viajero eres el primero que puede cambiar la situación.
Ahora que sabes sobre turismo masivo cuéntanos.
¿Haz sufrido en tu lugar de origen por este fenómeno?
¿Conoces proyectos para luchar contra el?