El placer gastronómico de un lugar
Existen muchas formas de turismo diferentes. El turismo cultural, por ejemplo, pone en valor los recursos de arte y arquitectura que tiene un lugar. Igualmente, el turismo de salud busca el modo de poner en valor los recursos de bienestar que ofrece un lugar para atraer a los potenciales visitantes. Pues bien, existe una forma de turismo que cada vez conquista a más comensales: el turismo gastronómico, especialmente dirigido a personas que disfrutan con ese placer del buen comer.
A través del turismo gastronómico puedes conocer los restaurantes de mayor calidad de un lugar, los platos típicos de la zona, los ingredientes más apetecibles del comercio local. Es decir, este tipo de turismo también alimenta la economía local de pueblos y ciudades puesto que cada lugar tiene sus propios tesoros de la huerta.
¿Por qué es tan importante la gastronomía? Porque por medio de las tradiciones culinarias también puedes conocer la cultura de un lugar. Es decir, conviene observar la comida como un tema que forma parte de la cultura. El turismo gastronómico también puede ayudarte a observar cómo un mismo plato tiene distintas variaciones ya que dependiendo del lugar se prepara de un modo o de otro. ¿Qué es lo positivo del turismo gastronómico? Que puede vivirse en cualquier viaje, es decir, tanto en un destino de playa, en una visita a la montaña, en una casa rural…
Evidentemente, se trata de una forma de turismo que requiere de una inversión, sin embargo, el presupuesto puede ser más pequeño de lo que imaginas puesto que actualmente, la oferta de menú del día de muchos restaurantes de calidad tiene una excelente oferta de calidad y precio. Pero además, también puedes reservar únicamente algún día específico de tu viaje para visitar lugares más exclusivos.
Conviene disfrutar de este placer no solo por lo inmediato de disfrutar de un menú que te encanta, sino también, por cómo influye en tu propio estado de ánimo, el tipo de alimentación que tomas. Y además, la felicidad depende de los placeres más sencillos de la vida. Y comer, además de una necesidad básica de supervivencia, es un placer para los sentidos. No solo para el sentido del gusto, sino también, para el olfato (cada plato tiene sus aromas) y para la vista, como bien muestra la tendencia visual de compartir recetas en Instagram.
El turismo gastronómico pone en valor también una profesión tan importante como la de cocinero, un trabajo muy exigente puesto que los restaurantes trabajan más cuando la mayoría de la gente disfruta de su tiempo libre, es decir, en fines de semana y vacaciones. Hoy se celebra el Día Mundial de la Tapa. Una forma de turismo gastronómico que pone en valor el placer del picoteo.
Pero además, el turismo gastronómico no solo se mide por la calidad de los alimentos y la excelencia de las recetas, sino también, por la propia ambientación decorativa de un lugar que aporta valor añadido al placer de comer gracias a su decoración.
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