Pero, postrado en la cama de la habitación de su hotel por una insidiosa fiebre, se encuentra confrontado ante todo a una forma de soledad absoluta, la de los que sufren en tierra extraña, privados de cualquier recurso inmediato en el corazón de lo desconocido. Aprovechando la pequeña tregua que le da su enfermedad, lleva a cabo su proyecto y se pierde en los pasillos abarrotados de gente del Louvre. Muy pronto descubrirá facetas insospechadas de este museo-mundo, yendo al encuentro de obras y de artistas de diversas épocas, en un periplo que oscila entre el sueño y la realidad, que le llevará, para terminar, a una encrucijada entre tragedia colectiva e historia personal.
Con este álbum en forma de viaje interior, Jirô Taniguchi nos invita a una travesía temporal y artística, en la que descubrimos el alma ese lugar, bajo la dirección de algunas figuras tutelares, familiares o desconocidas? Pues el Louvre tiene guardianes...
"Los guardianes del Louvre" es un tomo de unas 130 páginas a todo color. Una pequeña obra de arte con la que el autor nos transmite sus impresiones sobre un reciente viaje a París.