El director francés, Xavier Gens, debutó con Frontière(s), film que se proyectó en 2007 en el Festival de Sitges y con él que, aun quedando a la sombra de Martyrs o A lInterieur, se dio a conocer entre los aficionados al género.
Gens repitió otra vez en 2011 en el Festival con The Divide, film apocalíptico de buena factura técnica, que me dejó a medias. Y al año siguiente, con un segmento de ABCs of Death. Este año, 2017, el cineasta estrena dos films, The Crucifixion y La piel fría, pero solo el segundo ha sido proyectado en el marco del Festival de Sitges, del que ya es invitado asiduo.
La piel fría está basada en la novela del escritor catalán Albert Sánchez Piñol, que para los que no hemos leído la novela, la película viene a ser como mezclar a Robinson Crusoe, The Descent y Waterworld. En cuanto a la novela, se habla realmente bien de ella, pero también se comenta que la adaptación a la gran pantalla no es todo lo fiel que se esperaba.
Es algo que puedo corroborar, pero que vista la película, me lo creo bastante. Puesto que, el guión adaptado por Eron Sheean (The Divide) es bastante inconcreto en varios aspectos del argumento, deja cuestiones finales en el aire que se pueden solventar a la libre imaginación e interpretación del espectador. Personalmente, me hubiese gustado poder resolver esas cuestiones con mayor exactitud.
En una isla perdida en medio del océano, dos hombres se defienden, noche tras noche, resguardados en un faro, del asedio de unas extrañas criaturas marinas. Sometidos a la extrema tensión, sin entender las razones del ataque, tendrán que replantearse cómo enfrentarse a lo desconocido.
La historia nos habla de la soledad y de cómo afecta al ser humano, deteriorando su espíritu y su moralidad. Somos una especie social por naturaleza y nos hace falta compañía de cualquier tipo, cualquier visita es buena. La película podría ser un drama de aventuras sin los elementos fantásticos, pero la historia está narrada desde ese prisma del género fantástico que la hace algo distinta y le da un toque de película de supervivencia.
El film goza de buenos efectos especiales que, tal como decía el propio Gens antes de la proyección, cerca de los 2500 planos que componen el film, 1000 contienen efectos especiales. También comentó que tenían la intención de adaptar la novela desde hace unos diez años, pero que debido a la falta de recursos técnicos, les fue imposible. Una opinión que comparto a medias.
Los efectos son muy solventes, cierto, pero no me parece nada sumamente extraordinario que no se pudiera hacer una década atrás en el tiempo. Me parece más una cuestión de conseguir el presupuesto adecuado para llevarlo a cabo de una forma notable. Hay planos medios y planos detalles que, a pesar de las inconfundibles texturas digitales de la especie austera, están suficientemente bien hechos. Sin embargo, los planos generales de las criaturas que asedian el faro, son de calidad media. No se nota en exceso porque son planos acelerados.
Ray Stevenson (Divergente, Thor) se pone en la piel de náufrago, un papel que interpreta con credibilidad y del que conoceremos oscuros y sucios secretos, que para mí han sido de lo más llamativo del film, en su apartado argumental. David Oakes, ha participado en series como La reina Blanca o Victoria, el actor se limita a cumplir su papel y poco más. En cuanto a la tercera invitada a la fiesta, tenemos a una irreconocible Aura Garrido (El cuerpo) en la piel, nunca mejor dicho- del ser que hace compañía a los dos náufragos. Xavier Gens ha demostrado que no es fácil toserle en aspectos técnicos, al menos, no directamente a la cara. La piel fría consigue una buena ambientación, gracias a la fotografía y mucha post-producción con bastante retoque, pero no sé, es como que argumentalmente siempre me deja a medio gas. En esta ocasión, tal como indica el propio título, con la piel fría.
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