Hábitos diarios que favorecen mi rendimiento personal y profesional:
1. Escribo absolutamente todo en papel
De esta manera, nunca se me olvida nada de lo que tengo que hacer. Hago listas para todo en hojas o libretas y en mi agenda me organizo diaria, semanal, y mensualmente. Escribir mis ideas me permite tener claros mis objetivos y se me hace más fácil cumplirlos. Hacer listas me inspira y me ayuda a descubrir lo que quiero conseguir.
2. Reduzco al máximo el uso de dispositivos electrónicos
Mi teléfono móvil es el primero que está en esta lista negra de saboteadores de rendimiento. Mientras trabajo, le quito el volumen y para no tener tentaciones, lo coloco boca abajo. Incluso a veces, lo dejo castigado en algún lugar que esté bastante alejado de mi zona de trabajo. Y por nada del mundo, lo llevo conmigo a la habitación donde duermo o me relajo.
3. Trabajo en silencio y me concentro
En mi caso, he notado que trabajar con música, radio o cualquier otro entretenimiento de fondo, solo hace que robarme la energía. Cuando más silencio hay, más me concentro en lo que hago y mayor es mi rendimiento. Esto cambia un poco mientras hago esas tareas domésticas y aburridas, en las que me motivo escuchando algún podcast o mi música favorita.
4. Hago las cosas de una en una, y las hago bien
Lo que hago, lo hago bien. Me concentro en lo que estoy haciendo y desconecto de los pensamientos que no están relacionados con ello. No hago distinciones entre las tareas, ya sea preparar un jarrón de flores, redactar un post para el blog o hacer algo más complicado para el trabajo. Cuando te acostumbras a valorar lo que estás haciendo y disfrutas de cada momento, aumenta tu productividad estés haciendo lo que estés haciendo.
5. Organizo todas las tareas por temática y no mezclo las personales con las profesionales
Trabajos del hogar y tareas personales por la mañana, profesionales de tarde. No suelo mezclar las tareas que estoy haciendo, sino que suelo organizar mi jornada en función de ellas. Tengo tardes específicas solo para escribir contenido para el blog, otras para desarrollar mi proyecto profesional. Y lo más importante, voy adaptándome en función del volumen de trabajo que tenga o me exija cada asunto.
6. Ordeno mi armario por looks salvavidas
No me gusta perder el tiempo entre semana y aún menos eligiendo lo que me voy a poner. Por eso, voy dejando colgados en una parte de mi armario esos looks que alguna vez ya usé y cuando los llevaba, me sentí guapa y cómoda a la vez. Los uso de comodín y acudo a ellos, en esos días tontos que no sé que poner.
7. Siempre trabajo en el mismo lugar y a las mismas horas
Tengo la gran suerte de tener una habitación independiente en casa que solo uso para trabajar. Trabajar siempre en el mismo lugar y a las mismas horas, me ayuda mucho a concentrarme bien. Y por tanto, favorece mi rendimiento y hace que sea más productiva trabajando durante menos tiempo.
8. Hago exclusivamente vida de barrio
Esto se traduce, en no perder tiempo con los desplazamientos. Haz como yo y apuesta por lo que está a mano, baja a comprar al mercado y apoya a los pequeños comerciantes de tu barrio porque te aseguro que ahora más que nunca, te necesitan. De esta manera ahorrarás muchísimo tiempo, energía y lo más importante, protegerás tu salud y la de los demás.
9. Nunca rechazo un buen momento de inspiración
Da igual donde esté, si tengo un momento de inspiración del que surgen buenas ideas, me paro un momento y las escribo. A veces en papel, otras veces en el móvil. Me pasa mucho cuando desconecto, estoy tranquila y de buen humor. De repente, me vienen a la cabeza ideas geniales para futuros posts del blog u otras relacionadas con otros proyectos profesionales, que de no escribir probablemente olvidaría.
10. Aprendo de los errores, y no pierdo el tiempo con lamentos
Yo soy de esas personas que en cuanto se me ocurre algo, paso rápido a la acción. No soy de esas que habla y habla y luego, nunca hace nada. Si sale bien o mal, ya lo veré. Lo importante es aprender en el camino, tanto de los errores como de los aciertos. Si algo funciona, perfecto. De lo contrario, cero lamentos y el próximo día pasaré a lo siguiente o quién sabe, lo intentaré de nuevo. ¡Animaros a hacer eso que siempre quisisteis hacer! Os aseguro que ahora más que nunca, es el momento perfecto porque podéis invertir esas largas jornadas en casa, en cumplir nuevos retos tanto personales como profesionales.
Y hasta aquí ha llegado el post de hoy. Espero que os haya gustado e inspirado. Contadme si coincidimos o no, en alguno de estos hábitos diarios. ¿Podríais añadir alguno más a mi lista? Sea como sea, espero vuestras respuestas en los comentarios y de paso, aprovecho para mandaros un abrazo.
Y como siempre os espero en Twitter e Instagram, donde comparto mi día a día y un montón de recomendaciones más. Y si te gustan tanto mis looks como mi estilo decorativo, pásate por mi perfil de 21 Buttons desde donde los podrás cotillear.