Eran nuestros últimos minutos en nuestro encantador apartamento. Yo, inexplicablemente tenía todas mis cosas recogidas al poco de levantarme por lo que me pude permitir estar una hora tranquila, sentada en la terraza desayunando mientras todos los demás se recogían sus cosas y hacían la maleta. Nunca lo había planteado así, pero es un placer no tener nada que hacer jajajaja.
Salimos del apartamento y nos fuimos a por nuestro coche que estaba a 2 km?? lo voy a comprobar con el google maps por curiosidad... justo. Pues 2 kilómetros fue lo que nos pateamos con la maleta a cuestas ¿y qué? al menos no pagamos parking! dejamos las cosas en el coche y nos fuimos a comer nuestras últimas tapas del viaje en mi bar favorito, el que había debajo de mi piso cuando vivía allí, al que no había fin de semana que no bajásemos. Se llama Nuestro bar y estas son las pedazo de tapas que ponen:
Tapa de calamares en Nuestro bar (bebida + tapa 2 € por persona)
Nuestro cuqui apartamento en el Albaicín
Qué día mas triste. Salimos de Granada después de comer pero da la sensación de que este día no sirvió para nada. El estar pensando que tienes que irte, o el estar toda la mañana con las maletas a cuestas buscando el coche... con lo bien que se está allí pensando que no tienes que volver a casa, al menos por el día de hoy; pero no. La cruda realidad es que era domingo, al día siguiente teníamos que trabajar y nos esperaban aburridas horas de coche hasta llegar a casa, por no hablar de deshacer la maleta, la peor parte de los viajes. En fin, al final la vuelta no fue tan aburrida porque encontramos un juego con el que distraernos. Solo que la depresión de los días después fue mucho peor :(
Yo ya tengo planeada mi próxima visita a Granada, no se cuándo será pero sé lo que voy a hacer. Y no vamos a parar de volver hasta que consigamos instalarnos allí en algún momento de nuestra vida. En fin, esos son nuestros sueños que tal vez queden muy lejos de la realidad pero todo se empieza por un sueño oye. Así fue como después de visitar Granada por primera vez con mis padres soñé con estudiar allí y se cumplió.
Y no podía faltar la despedida pero del año
Este es el primer post del año, sin lista de propósitos con los que nos mentimos a nosotros mismos y contando el día más triste del viaje a Granada. No hay balance del año pasado ni nada por el estilo. Es lo que ha sido y punto, y este año que viene será lo que nosotros queremos que sea. Las cosas vienen como vienen y muchas veces no dependen de nosotros así que yo lo que te deseo es mucho optimismo, fuerza para seguir adelante, disfrutar de las cosas que vengan en la medida que sea y mucha paz. Nos leemos pronto:
¡FELIZ 2016!
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