MI PUNTUACIÓN: ★★★★★
Los reservamos con nada menos que 7 meses de antelación!! el motivo? solo había una única fecha en todo el año barata y además en Navidad. No pude resistirme, tenía que hacerlo, tenía que reservar y después planificar el resto del viaje y buscar acompañantes ¿y cómo los descubrí? pues mediante una web, que como en su página no decía el nombre real del alojamiento sino que haces la reserva a ciegas, pues yo tampoco voy a nombrar la página. Solo os digo que están espectaculares y si os gustan no dudeis en contactar conmigo :)
Veníamos de pasar una noche en un hostal al que yo le tenía cariño, pero después nos esperaban 2 noches más en estos apartamentos perdidos por el Albaicín ¿puede haber algo más granaíno y auténtico? me temo que no. Lo mejor es que para estar en el Albaicín tienen una situación muy buena y un acceso muy fácil (a pie y por cuestas, ojo. Olvídate de llegar en coche aunque tengan garaje). Aunque por fuera los ves y son muy discretos; te hacen dudar si realmente es aquí.
Nada más llegar pasas a una recepción muy sencilla y agradable donde un chico al que secretamente nosotros apodamos Ohwaldoh, nos recibe y nos da la llave. Entonces sales a un patio común muy típico granaíno, con sus casas blancas, abetos y balcones donde comunicaban los apartamentos.
Desde nuestro balcón
Al abrir el apartamento nuestra cara fue de asombro durante un buen rato de tanto que nos gustó. Era mi casita pequeña y perfecta para vivir con Mario; mi casa ideal: cálida, moderna, luminosa, limpia y muy apañada. Solamente tenía un salón-cocina-comedor donde hicimos la poca vida que dio tiempo. Aquí había un sofá-cama y TV plana, una mesa con cuatro sillas, un pequeño escritorio y una cocina ultra-moderna equipada con todo: lavavajillas, microondas, lavadora, tostadora, vitro... hasta venía con desayuno!
Quiero esa casa, es que la quiero! En la planta de arriba está la habitación de matrimonio con un diseño muy actual y un enorme armario empotrado. Lo que más me gustó fue el lavabo en el mismo dormitorio, pero teníamos 2 aseos: uno arriba con una placa de ducha de hidromasaje y otro bajo en el salón. El apartamento venía equipado también con aire acondicionado, suelo radiante, plancha... en fin, de todo.
Otro puntazo era la compra a domicilio. Me explico: nos dejaron una especie de lista de la compra con precios y nosotros teníamos que marcar qué era lo que queríamos. Dejábamos la hoja en recepción y salíamos a pasear. Cuando volvimos teníamos la compra hecha y por precios que no estaban nada mal. Por ejemplo las latas de cerveza a 03 €.
Una de las noches que nos retiramos pronto, Ohwaldoh quería acabar con nosotros por medio de la calefacción o eso dedujimos cuando, por más que nos quitábamos la ropa de abrigo y tocorreábamos los aparatos de la calefacción no había forma de bajarla. Creo que esa fue la noche que se ganó el mote de Ohwaldoh. También recuerdo la mañana antes de irnos, mientras todos se hacían la maleta yo me subí tranquilamente a desayunar al balcón de arriba con esas vistas tan bonitas al Albaicin... (yo me dejé la maleta preparada la noche anterior) no os podéis imaginar las ganas que tengo de volver! ya lloré por volver a Granada el último día y lo haré en la próxima visita que no será muy lejana :(
Esto ha sido todo, aunque yo os recomiendo el hotel al que vamos casi siempre y creo que volveremos después del verano. Os lo enseñaré, prometido!! un abrazo :)
Andrea
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