Con el, automáticamente decimos a todos nuestros seguidores donde estamos en el mundo y recomendamos nuestras mejores experiencias a nuestros amigos.
Sin embargo, ha surgido una campaña en contra del geoetiquetado en fotos de viaje.
De acuerdo a promotores del turismo sostenible, esta simple acción en tus fotos, puede estar ayudando a destruir algunos de los lugares mas maravillosos del planeta.
Acompáñanos para saber por qué pasa esto.
¿Qué es el geoetiquetado?
El geoetiquetado es el proceso mediante el cual se añade información geográfica a los metadatos de archivos digitales, entre los que destacan fotografías, videos o audios.
En su versión mas simple, el proceso simplemente genera coordenadas geográficas, como lo son la latitud y la longitud, lo cual permite ubicar con precisión el lugar donde la fotografía fue tomada.
Otro método mas completo genera información como el nombre del lugar, la calle, el número y el código postal, dando información a buscadores del lugar de donde proviene el archivo.
El proceso requiere de una cámara digital con un gps integrado, que permita identificar las coordenadas al momento de tomar la fotografía o video.
Pero conforme mas y mas teléfonos inteligentes utilizan GPS en servicios de localización, se ha vuelto más fácil geoetiquetar fotos.
El geoetiquetado también ha sido popularizado en la era de Instagram, pues las plataformas de redes sociales incitan a usarlo con funciones como colocar tus fotos en un mapa o encontrar a amigos cercanos.
Pero, ¿cual es el problema que representa el geoetiquetado para los viajes?
Geoetiquetado y turismo masivo
Estás planeando un viaje y buscando inspiración en internet te topas con bellas fotografías de un lugar tomadas por otro viajero como tú.
Inmediatamente te surge el deseo de ver con tus propios ojos esa maravilla y lo genial es que, para facilitarte encontrar ese lugar, el autor decidió geotiquetar las fotos.
Así, tienes las coordenadas exactas a donde tienes que acudir para ver ese lugar, y con una app de mapas y el servicio de localización de tu móvil ni siquiera necesitas tener conocimientos básicos de geografía para encontrarlo.
Al hacer tu viaje, estás ahí. Pero lo malo es que en esta época de comunicación masivo, ser original es casi imposible.
Como tú, muchas otras personas descubrieron esa fotografía u otras similares, y todos tuvieron el deseo de dirigirse al mismo lugar.
Gracias al geoetiquetado, no hay necesidad de explorar ni buscar, y lo que antes de la foto original era un paraíso escondido, se convierte en un destino que, sin estar preparado, comienza a recibir decenas, centenas o miles de visitas.
Todos los que llegan tienen la misma ilusión de ver algo único, pero todos se van con la misma fotografía, desde el mismo punto, que imita la original, perdiéndose uno de los conceptos básicos del viaje, la exploración.
Campaña contra el geoetiquetado
Quienes disfrutan del ecoturismo, el turismo rural o cualquier otra actividad en la naturaleza, tienen un mantra a seguir.
Se trata de no dejar rastros, y al pasar por un lugar no llevarte nada que no sean tus fotos y recuerdos, y no dejar nada que no sean tus huellas.
Este mantra surgió hace décadas, y empezó como una campaña para evitar contaminar los lugares, y alterar el ambiente robando algo bajo el pretexto de tener un souvenir.
Pero en la época de redes sociales, los conceptos han evolucionado, y es desde ahí de donde surge la campaña contra el geoetiquetado de fotos.
La idea es justamente, evitar que miles de personas acudan en masa a lugares naturales delicados que serían destruidos por la presencia masiva de personas.
La campaña contra el geoetiquetado ha cobrado fuerza en parques naturales de Estados Unidos, y en particular en Jackson Hole en Wyoming, un pionero en este sentido.
“Desafortunadamente, cada vez que alguien etiqueta su posición exacta en una épica foto de la naturaleza, trae un exceso de tráfico que es dañino para el medio ambiente”, explican desde la campaña, Keep Jackson Hole Wild.
“En el espíritu de nuestra tradición de conservación”, explican en un video, “apoyamos esta nueva iniciativa, etiqueta responsablemente”.
La campaña no busca que dejes de poner geoetiquetas en tus fotos y simplemente te pide que al hacerlo no des tu localización exacta.
Mencionar el lugar genérico en donde estás, te servirá de recuerdo personal, mostrará al mundo las maravillas del espacio y promoverá el lugar, pero a la vez evitará que todos los viajeros lleguen exactamente al mismo punto.
De ese modo los visitantes siguen su propia ruta, hacen su propia exploración, sus propios descubrimientos y no se crea un turismo masivo, sino uno sustentable.
Aunque la campaña surge de Estados Unidos, es algo que aplica para cualquier destino de naturaleza en el mundo entero.
Incluso puede ayudar a pequeños pueblos y países que luchan contra el turismo masivo y que han creado otras campañas como lo es el cierre de las Islas Feroe.
Desde Viajeros en Ruta, donde promovemos el turismo sostenible, nos sumamos a la campaña contra el geoetiquetado de fotos de viaje.
Simples acciones como estás nos llevan a convertirnos en viajeros responsables.
¿Qué opinas tú al respecto?
¿Crees que puedas ayudar con una acción tan simple o te parece que es un asunto trivial?
¿Geoetiquetas tus fotos de viaje?