Durante la guerra, las tensiones agitaron la alianza anglo-americana. Los americanos se burlaron de la naturaleza deliberada de su aliado británico y su supuesta tendencia a dejar de luchar al final de la tarde para tomar el té. Los británicos devolvieron los insultos, sacudiendo la cabeza ante la ingenuidad de los comandantes americanos y la falta de profesionalidad de las operaciones americanas. Sin embargo, eran tensiones superficiales. La alianza occidental sufría un problema más profundo y fundamental.
Vuelve a la campaña en Birmania. Los japoneses invadieron el lugar en 1942 y los británicos y americanos trabajaron para expulsarlos. De hecho, es todo lo contrario. Los Estados Unidos y Gran Bretaña están tan desconectados aquí, que bien podrían estar peleando diferentes guerras.
Los británicos están en Birmania por el bien de su imperio. Su comandante, el General William Slim, tiene como objetivo primero proteger la frontera con la India, luego reconquistar la propia Birmania, y finalmente conducir a Malasia y retomar Singapur. Lo que está en juego es nada menos que el poder y el prestigio británico en el sudeste asiático.
Para los americanos, ninguna de esas preocupaciones importa. No están luchando por Birmania, per se, sino por algo que llaman el teatro “CBI”, el “China-Birmania-India”. Lo que está en juego aquí no es el país de Birmania en sí mismo, sino la capacidad de enviar suministros y material muy necesarios a los ejércitos chinos de Chiang Kai-shek, que se encuentran en una lucha desesperada contra los japoneses. Antes de la invasión japonesa de Birmania, esos suministros llegaron por mar, aterrizando en la capital birmana de Rangún. Los estadounidenses intentan entonces abrir una ruta terrestre a través del norte de Birmania -desde Ledo, en el este de la India, hasta Kunming, en China- un proyecto de ingeniería masivo que requiere todos sus recursos. En otras palabras, Birmania es un medio para un fin; los Estados Unidos no han entrado en guerra para restaurar el Imperio Británico.
Es doloroso ver a los dos aliados luchar hacia adelante. Los británicos están luchando con un mínimo, teniendo que pedir constantemente aviones de transporte a sus amigos americanos para abastecer a sus tropas en ausencia de infraestructura en tierra. Los americanos tienen sus propios problemas: gran parte de su fuerza de combate consiste en divisiones chinas nacionalistas mal entrenadas, que están bajo el ardiente liderazgo de un comandante estadounidense, el general Joseph Stilwell. Pero ni siquiera los constantes gritos de Vinagre Joe pueden lograr mucho en este sector. Volar la “Joroba” sobre el Himalaya sigue siendo la clave para reabastecer a Chiang durante la guerra. Es un vuelo de pesadilla para…
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