El guión escrito por Cory Goodman (El sicario de Dios), Matt Sazama (Drácula, la leyenda jamás contada) y Burk Sharpless (Dioses de Egipto) no representa la originalidad y no obedece a una historia especialmente sólida.
Una historia no aporta nada que no hayamos visto antes en producciones místicas. Su argumento es más plano que la superficie de un lago. La película da preferencia a una sucesión de escenas ¿molonas? que como resultado nos deja un blockbuster sin alma propia.
El último miembro de una casta de cazadores de brujas. Se trata de un individuo que mantiene a raya a las brujas y hechiceros neoyorquinos.
El film abre con un prólogo ambientado ocho siglos antes de la época actual en la que se desarrolla todo el film.
Una mera excusa para mostrar el talento artístico del equipo técnico, que se extiende en el presente del film, pero que no vuelve a destacar mucho hasta el desenlace. Dicho prólogo nos deja entrever un elegante y elaborado diseño de producción, el plato fuerte del film.
¿Pero qué sucede cuando lo aderezas con unos efectos digitales sobrepuestos en las escenas y de dudosa calidad? Pues que empañan el resultado y se realizan películas como El último cazador de brujas.
El reparto de primera orden lo completan Dolan 37º, un novato sacerdote interpretado por Elijah Wood, al que conocemos por su encarnación de Frodo en El señor de los anillos.Un personaje novato que acompaña al personaje veterano.
Miles de ejemplos podemos extraer de las buddy movies; pero más claro es el de Batman y Robin. Y Rose Leslie (Juego de Tronos) en el papel de Chloe, una bruja buena que ayudará a los dos principales protagonistas masculinos, Diesel y Wood.
Vin Diesel desprende en este personaje, Kaulder, matices de todos sus papeles más importantes, desde la saga Fast and Furious, pasando por Pitch Black y terminando por Triple XXX. Personalmente, no veo nada negativo en su interpretación. Pero la historia y los aspectos técnicos que ensucian el film, no dejan lucir las limitadas dotes del actor.
Los tres son buenos actores, y realizan un trabajo correcto, pero la película no ofrece un gran espectáculo a la altura de los mismos, ni siquiera la escueta aparición de Michael Caine (Batman Begins) mejora el resultado final.
Steve Jablonsky, compositor Transformers y La isla, ambas de Michael Bay, pone notas acordes al tipo de film que ofrece Eisner. Imprime cierto grado de epicidad en varios momentos. Sin embargo, no destaca por encima de ningún aspecto técnico restante.
El último cazador de brujas es un film que me causó recelo desde el primer momento en que vi su trailer. Pero la curiosidad vence al razonamiento, y aunque, el film no goza de la calidad que cabía esperar en todos y cada uno de sus aspectos, hay situaciones y puntos que han conseguido entretenerme lo suficiente sin causar rechazo absoluto. De todas formas, es un film fácilmente olvidable.