El Museo del Barquillero es un pequeño lugar que te hará viajar en el túnel del tiempo, haciéndote recordar que hubo años en los que éramos niños igual que nuestros hijos, pero sobre todo te dará que pensar al descubrir juguetes, libros y un montón de utensilios que tan felices hacían sentir a nuestros padres e incluso a nosotros. Te harán reflexionar con algo que muchas veces nos preguntamos los padres. ¡Madre mía como han cambiado las cosas! ¡Los juguetes de ahora no tienen nada que ver con los de antes! ¡Ahora tienen de todo y no se valora tanto las cosas!....pero dejémonos de reflexiones y de anhelos y vamos, te quiero invitar a viajar al pasado.
Como su mismo nombre indica, su producto estrella se encuentra coronando la entrada, es un pequeño carro repleto de barquillos artesanos, rodeado de juguetes como norias, carruseles y una tiendita donde poder comprar dulces, chocolates y variedades típicas de la gastronomía cántabra.
La planta baja es una cucada, pero lo más impresionante nos espera subiendo las escaleras, allí nos aguardan 3 bonitas habitaciones repletas de antiquísimos juguetes, allí nos esperan los recuerdos. ¿Te suena alguno?
Me encantan este tipo de museos, sobre todo me gusta que me hagan sentir sensaciones y desde luego este pequeño y coqueto museo de Cantabria, con su colección de recuerdos, lo ha conseguido. Me ha recordado que hubo un tiempo en que con 1 juguete en la habitación éramos felices, me ha recordado que incluso compartir habitación con los hermanos no se consideraba una tragedia, si no toda una aventura. Me ha encantado descubrirlo y contar historias a mi hija.
Y de repente mi pequeña quiere contarme un secreto, tiene que ver con alguno de los juguetes que ha visto, y hasta aquí puedo contar .