El acondicionamiento del Castillo de Matrera, del que se han hecho eco medios como The Guardian o Buzzfeed .
Esta construcción, que data del siglo IX, se sitúa en la población gaditana de Villamartín. Y lo que tenía que ser un trabajo de consolidación y restauración se ha convertido en un desastre visual que ha indignado a los vecinos de la zona.
La fortificación fue construida en el siglo IX por Omar ibn Hafsún. En el siglo XIII fue conquistada por San Fernando, quien la reconstruyó. A principios del siglo XIV volvió a manos musulmanas, siendo reconquistado definitivamente por Alfonso XI en 1341. Al estar situada en la frontera que separaba a moros y cristianos, fue asediada de manera continua en el siglo XV.
Pero a pesar de los ataques que ha sufrido a lo largo de la historia, ninguna ha sido tan dañino como el perpetrado por los autores de la remodelación, que básicamente han plantado un muro por detrás de los ladrillos.
Carlos Quevedo Rojas, el encargado de la remodelación, se defiende en una entrevista concedida a The Guardian, se defiende: Las opiniones son siempre bienvenidas. La crítica constructiva y el debate siempre enriquecen. Aunque creo que alguna información básica y precisa podría evitar algunos prejuicios que nacen al ver una simple imagen.
La Sexta Noticias dedicó anoche una pieza al tema, y entrevistó a varios vecinos, que aseguraron que la obra fue realizada por albañiles corrientes y no por restauradores profesionales. El propio Quevedo Rojas, que también fue entrevistado, aseguró que su intención era la de que no se acabar de derrumbar lo poco que queda de castillo y que además se pareciera lo máximo posible al original.
Por su parte, la asociación Hispania Nostra, dedicada a la defensa del patrimonio cultural y natural, ha emitido un comunicado en el que critica con dureza la obra, a la que tildan de desastre:
En 2015 se decidió la consolidación de la torre, llevándose a cabo en ese año. Mucho más barato hubiera sido haberle prestado atención, interviniendo antes del derrumbe.
La consolidación y restauración [así se titula por los arquitectos que han intervenido], verdaderamente lamentable, ha sorprendido, y muy mal, a propios y extraños. No necesita comentarios pues puede verse en la fotografía. Sí hemos de decir que nos han escrito extranjeros que no comprenden como en España se cometen todavía estos disparates que califican de masacre del Patrimonio. Y ciertamente que lo es.
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