Francia es el destino más escogido en todo el mundo para pasar unas agradables vacaciones. Cada año, más de 80 millones de personas se acercan a conocer un poco mejor su maravillosa cultura, sus monumentos y su riqueza histórica. Prácticamente, cada rincón es un lugar que merece la pena visitar.
Además, de su fantástica capital, París, existen muchos otros destinos llenos de encanto. Un ejemplo de ello es el Sur. Aquí se dan cita numerosas ciudades medievales ubicadas en un marco incomparable de naturaleza. También es el lugar de origen de algunos de sus productos más famosos, en parte debido a sus viñedos.
Carcasona
Sin duda alguna, una de las principales atracciones turísticas de Francia es la ciudad de Carcasona. Este bello conjunto amurallado fue declarado, en su totalidad, Patrimonio de la Humanidad. La impresionante fortaleza cuenta con un total de 52 torreones en sus más de 3 kilómetros de longitud, la cual fue levantada en el siglo III.
En su interior podremos admirar obras como el Castillo, la Catedral Saint-Michel o la basílica Saint-Nazaire, todo ello de estilo gótico. Entre sus platos más sabrosos se encuentran el confit de pato, un manjar muy extendido por todo el país que tiene su origen en esta amplia región.
Montpellier
Como no, la capital del Sur de Francia, Montpellier, es otra de las joyas que merecen la pena visitar. Para empezar, podemos dar un agradable paseo por su plaza Saint Côme, llena de restaurantes y bares en donde almorzar de día y salir de noche. Como curiosidad, destaca la Universidad de Medicina, siendo la más antigua en su género del mundo, edificada en el siglo XII.
Posee numerosos lugares de interés como la Catedral de San Pedro, de estilo único; el Acueducto de San Clemente o el Parque del Peyrou, con su famosa Puerta. En cuanto a su flora y su fauna, nada mejor que acercarnos al Jardín Botánico, siendo el más antiguo de toda Francia, fundado en 1593.
Córcega
Un paraíso alejado del continente es Córcega, la cuarta isla más grande del Mediterráneo. A pesar de pertenecer a la denominada Costa Azul, se encuentra separada de ella por más de 200 kilómetros. Además, aunque sea una isla, dispone de una enorme vegetación, así como un importante sistema montañoso y numerosos ríos.
Dispone de una extensión de costa de más de mil kilómetros, lo cual sobresale como un marcado reclamo turístico. Igualmente, debido a su impresionante mezcla de playa y montaña, acompañado de un clima suave, se permite llevar a cabo uno de los mejores cultivos de vino del mundo.
Avignon
Otra de las ciudades llenas de historia declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Concretamente, fue sede episcopal desde el año 70, por ello, posee la mayor construcción gótica de la Edad Media, el majestuoso y sorprendente Palacio Papal. Para hacernos una idea de sus dimensiones es necesario mencionar que en su totalidad, ocupa más de 15.000 metros cuadrados.
El grosor de sus muros supera los cinco metros y en el interior se guardan frescos del siglo XIV. Otros lugares de culto a mencionar son la catedral o la iglesia de San Pedro. Asimismo, la fachada del teatro, el puente sobre el río Ródano o las murallas, son joyas arquitectónicas que debemos conocer.