Pingyao, China
Una de las ciudades que poseen muralla es la ciudad de Pinyao data del siglo XIV, y presenta una estructura de más de 12 metros de altura y de 6 kilómetros de longitud. La excesiva protección de este pueblo les vino bien a los comerciantes de textiles, ya que durante el siglo XVIII este negocio prosperó, y los comerciantes comenzaron a convertirse en banqueros y prestamistas. En poco tiempo, Pingyao fue el centro de financiación de la región, que daría origen a los primeros bancos de China.
Fuente: Wikimedia Commons - Gisling
Ávila, España
Otro ejemplo de las ciudades que poseen murallas es una joya de las ciudades españolas. El casco antiguo de Ávila está rodeado por una muralla de 2516 metros de perímetro, que cerca 31 hectáreas de terreno. Para su construcción se especula que se emplearon materiales de una antigua necrópolis romana, y que la misma muralla sigue el contorno de un antiguo campamento militar romano.
Fuente: Wikimedia Commons - Juanmimen
Nóvgorod, Rusia
Considerada una de las ciudades más antiguas de Rusia, durante la Edad Media, Nóvgorod fue un importante centro cultural, asentándose en la misma varias escuelas de literatura, producción literaria, arquitectura, pintura... Fue uno de los grandes núcleos culturales de Europa. Nóvgorod no está amurallada por completo, según la tradición rusa, pero sí su kremlim (su ciudadela) con grandes murallas de color rojizo, que datan del siglo XV.
Fuente: Wikimedia Commons - Lite
Khiva, Uzbekistán
Khiva o Jiva, es un genial ejemplo de las murallas medievales de Oriente Próximo. Su espectaculares murallas de 12 metros protegían un antiguo oasis en el desierto. La importancia del agua, como se puede apreciar, era suprema. El oasis era la última etapa en el camino hacia Irán, antes de entrar en el abrasador desierto, por lo que Khiva se convirtió en un gran centro de comercio.
Fuente: Flickr - Giorgio Montersino
Carcasonne, Francia
Carcasonne es la ciudad medieval amurallada más famosa de Francia. Se dice de ella que ha sobrevivido a varios asedios, e incluso, a su intento de derribo en el siglo XIX por parte del gobierno francés. Esta fortaleza inexpugnable se construyó en el siglo XII, y consta de un muro exterior de 1672 metros de largo, uno interior de 1300 metros, un puente y un foso, que protegen a Carcasonne.
Fuente: Wikimedia Commons - Jean-Pol Grandmont