Para Woman To Santiago hacer el Camino se tarda apenas un largo y sentido aliento durante el justo momento en que te encuentras sobre la Plaza del Obradoiro de Santiago.
Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela
¡Tu instante para hacer balance!
La sensación de paso del tiempo es algo sumamente subjetivo que varía con tu estado de ánimo y la edad.
Evidentemente existe un factor mucho más objetivo para relacionar distancias con tiempos, y es el recorrido elegido para alcanzar Santiago.
Rutas hay infinitas, tantas como peregrinos que opten por salir desde la puerta de su casa andando.
Un reto que confieso aún no he realizado pero que está en mi lista para próximos caminos.
Como no podemos medir rutas infinitas vamos a tomar las 6 rutas con final en Santiago más populares, así definidas como las más desarrolladas tanto a pie de camino como en bibliografía variada.
La sencilla física del Camino de Santiago
Tomaremos como patrón de medida una etapa o jornada diaria de caminata a lo largo de un Camino.
Las etapas del Camino de Santiago suelen medirse entre albergues de distintas localidades, localizados a una distancia prudencial para no morir en el intento.
Teniendo en cuenta que se viaja con mochila y el peregrino normalmente no suele ser un atleta consumado, estas distancias suelen variar entre 20 y 25 kilómetros de media.
Continuando con un ejercicio básico de física, y teniendo en cuenta que la velocidad media de un peregrino suele ser de 4 kilómetros a la hora, podríamos deducir que la duración media por cada etapa rondaría las 6 horitas mínimo, descanso arriba, siesta abajo.
Con estos mimbres numéricos, si decidimos por ejemplo hacer los celebérrimos últimos 100 kilómetros para obtener la Compostela, emplearíamos más o menos para ir cómodos 30 horas, o si lo preferís 5 jornadas de caminata.
Estos 100 últimos kilómetros también los podéis hacer sobre nuestros “TOP 6 populares” que antes cité:
Camino Francés desde Sarria.
Portugués desde Tui.
Camino del Norte desde Baamonde.
Inglés desde Ferrol.
Sanabrés desde Ourense.
Camino Primitivo desde Lugo.
Desde todas estas poblaciones se puede hacer el Camino en 5 etapas habiendo recorrido un mínimo de 100 kilómetros.
Extendiendo la física del Camino hasta sus orígenes
Los caminos a Santiago de forma natural no tienen un recorrido de sólo 100 kilómetros, nada más lejos de la realidad.
Una red de caminos en forma de tela de araña atraviesa España y por extensión media Europa, siendo su vértice más occidental Santiago de Compostela.
Sí lo sé, los puristas me dirán que es el Cabo de Fisterra o quizá la bella población de Muxía, “el fin de las tierras conocidas”.
Kilómetro 0 en Fisterra
Realmente lo fueron durante el medievo, incluso antes del nacimiento del Apóstol.
Pero ésa es otra historia, y hoy vamos a centrarnos en la tumba del apóstol que se venera en la Catedral de Santiago.
Si ponemos el foco sobre la Península Ibérica y tienes algo más de un mes de tu tiempo libre, las posibilidades de realizar un camino completísimo son elevadas.
Te dejo con la siguiente gráfica donde podrás ver la duración del recorrido en función del camino escogido.
Por cierto, para escoger Camino de Santiago ya tienes otro post.
¡Que no sea por información!
¿El largo y duro camino?
La duración sólo es un factor más para la apropiada elección de tu camino.
Está más relacionado con el número de días que tienes disponible para hacer el Camino que de su dureza.
No por ser un camino más largo es necesariamente más duro.
Para tener una mejor percepción de la exigencia que va a suponerte un camino, tienes que prestar atención a los perfiles de cada etapa.
Los perfiles de etapa son una herramienta muy poderosa, para tener una idea básica de la pendiente y duración de las subidas o bajadas que tiene una jornada completa.
Una etapa llana por muy prolongada que se torne, si no sobrepasa los 30 Kilómetros, puede convertirse en una caminata muy placentera.
Sin embargo, una jornada corta en distancia, con toboganes, repechos o bajadas pronunciadas, puede hacerte pasar “las de Caín”.
Aparte de alargarse en tiempo más de lo que creíste a priori.
Hay otros imponderables: como el clima, el estado del asfalto, pavés o senda que pueden empeorar el escenario con respecto a su tiempo y dureza.
De todo esto hablaremos con más detalle en un próximo post, con ejemplos muy ilustrativos de mis andanzas en condiciones poco o nada cómodas.
Al fin y al cabo, el Camino también es ¡aventura!
¿Os acordáis que la sensación de paso del tiempo también dependía de tu estado de ánimo y la edad?
En ésto, como no podía ser de otra manera, daré mi versión más personal.
Estado de ánimo: no siempre vuela el tiempo cuando mejor estás
Es obvio que el Camino de Santiago crea momentos de bienestar casi continuos durante sus casi infinitos tramos.
La consecuencia más evidente es que esos instantes hacen que te olvides del reloj, con la consiguiente pérdida de consciencia sobre el discurrir del tiempo.
La sensación que el tiempo vuela en el Camino es palpable, y los recuerdos se atropellan entre los ecos de etapas pasadas.
Sin embargo, cuando paras y hechas una mirada hacia atrás durante ese instante recapitulador, el tiempo parece estirarse para albergar esa multitud de experiencias surgidas durante tu andadura pasada.
Este pequeño milagro, a mí particularmente me enamora en cada Camino de Santiago finalizado.
El tiempo transcurrido es percibido como una pequeña pero riquísima vida paralela.
La edad: viajar como un nómada te hará sentir más joven
“Lo conmovedor o irónico de dejar atrás la juventud está implícito en cada uno de los momentos gozosos al viajar: uno sabe que la primera alegría jamás será recobrada, y el viajero sabio aprende a no repetir sus éxitos sino a ir tras nuevos lugares todo el tiempo”.
Para finalizar, me encantaría argumentar este último epígrafe de la mano del escritor norteamericano Paul Fussell.
Su pensamiento al respecto creo que es muy lúcido y nos puede ser muy útil para entender lo que quiero transmitirte.
Al final, lo que Paul nos quiere decir es que lo emocionante o irónico de soltar la juventud está contenido en cada uno de los instantes afortunados al viajar.
Uno entiende que la primera alegría jamás será reconquistada, y el viajero sabio aprende a no repetir sus éxitos, sino a ir tras nuevos lugares todo el tiempo.
Creo que es precisamente esa búsqueda por nuevas rutas, cambiar de lugar cada día, lo que nos hace sentirnos más jóvenes durante el Camino de Santiago.
Ojalá la pregunta de cuánto se tarda en hacer el Camino te haya quedado resuelta.
Recuerda que puedes contactarnos y consultarnos lo que necesites en cualquier momento.
Fotografía de Woman To Santiago
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