Siempre el peregrino escogió la senda más natural, directa y segura para llegar a los lugares sagrados, custodios de las más variadas reliquias, entre ellas el cuerpo de nuestro viejo conocido Santiago.
Echar la mirada atrás
La actual Vía de la Plata tiene su origen en el siglo VII antes de Cristo, es decir setecientos años antes que viera la luz el Apóstol Santiago.Una senda natural para comunicarse con las tierras del norte de la península, mantenida por comerciantes tartesos y culminada con un imponente empedrado por los romanos siglos después.
Esta calzada romana comunicaba Astorga con Mérida, aunque proseguía hacia el sur hasta Sevilla, y por el norte se extendía hasta Gijón.
La Vía de la Plata formaba parte de una tupida red de calzadas por las que irrumpieron fácilmente los ejércitos visigodos, y después, las huestes moriscas del norte de África.
Así nació la sociedad mozárabe, cristianos asentados en territorio ocupado por los musulmanes, que se expandió hasta la casi totalidad de la península ibérica.
Precisamente las peregrinaciones cristianas procedentes de estos pueblos, han dado origen al conocido Camino de Santiago Mozárabe.
De este modo ahora podríamos distinguir entre la Vía de la Plata, un antiguo trazado militar y comercial, de la ruta de peregrinación, a la que denominaremos Camino Mozárabe de Santiago.
Y nos quedaremos con “Ruta de la Plata” para definir un magnífico “roadtrip” por el corredor asfaltado del este de la Península Ibérica.
El buen nombre del Camino Mozárabe nos lo reservaremos para aquellos viajeros intemporales andando tras las reliquias del Apóstol Santiago.
Itinerario del Camino Mozárabe
Desde el mismo Mar Mediterráneo, parten dos ramas del Camino que entroncan prácticamente a las puertas de la bellísima ciudad de Córdoba.La más oriental parte de la ciudad de Almería hacia Granada.
Más al oeste el otro ramal nace en Málaga y se dirige hacia Baena y Córdoba.
Una tercera alternativa en el interior parte de la ciudad de Jaén, entroncando en Baena con los peregrinos que vienen andando desde el Mediterráneo.
Resumiendo, tenemos 19 jornadas a pie desde Málaga, 16 etapas si partes desde Jaén, y finalmente si partes desde la costa de Almería, aún te restarían 26 días para llegar a Mérida y comenzar con la Vía de la Plata.
Toda una aventura de viaje para conocer Andalucía de cabo a rabo, siempre desde la perspectiva única del peregrino que camina despacio, disfrutando de todos los detalles que regala el Camino de Santiago.
Se trata por lo tanto del recorrido con más sabor andaluz.
Todas las alternativas confluyen antes o después de llegar a Córdoba.
Desde allí a Don Benito y la ciudad romana de Mérida, ya en plena Vía de la Plata, para nosotros, los peregrinos, como ya mencioné: el Camino Mozárabe de Santiago.
La vía verde de la Subbética
Nosotros tuvimos el privilegio hace ya algunos años de transitar por un tramo de la Vía Verde cordobesa, que hace de Camino de Santiago Mozárabe entre Lucena y Doña Mencía.El parque natural de la Sierra Subbética fue siempre nuestro telón de fondo.
Los olivares infinitos nuestra compañía, y las antiguas estaciones de tren transformadas hoy en día en pequeños oasis, nuestro merecido descanso entre tramos.
Un recorrido fácil y muy agradecido, gracias al trazado llano de una antigua vía del tren del mejor aceite de oliva del mundo.
Puedo dar prueba fehaciente de todo ello, con un trozo de pan blanco en una mano y un buen chorro de aceite sobre un plato en la otra. Lo que vino después, creo que ya podéis imaginarlo
El tramo del Mozárabe sobre la Vía de la Plata
Si partes desde Mérida sobre el Mozárabe y miras hacia atrás, casi 200 kilómetros te separan del punto de inicio oficial de la Vía de la Plata en Sevilla.
Por el contrario, si fijas tu mirada hacia el norte, te esperan más de 800 kilómetros de Camino hasta la misma Plaza del Obradoiro frente a la catedral de Santiago de Compostela.
Por lo tanto, y si mis matemáticas no me fallan, la Vía de la Plata oficial tiene un recorrido de más de 1.000 kilómetros entre Sevilla y Santiago, a través del antiguo corredor natural tarteso.
Sitúate en Mérida, con un plan en mente para llegar a una población zamorana llamada La Granja de Moreruela:
400 kilómetros de dehesas extremeñas y campos de cereales por delante, y un sol de justicia absolutamente insalvable en los meses de verano.
Litros de agua colgando de tu mochila para cerrar etapas maratonianas de más de 30 kilómetros, sin apenas la nada entre origen y destino.
Aún así lo logras, sufres mientras disfrutas, y una vez casicubiertos, viras hacia el oeste, huyendo del Camino de Santiago Francés mucho más al norte y poblado, tomas la alternativa mozárabe del Camino Sanabrés a Santiago y
El descubrimiento del Camino Sanabrés
Pero ¿Existe otro Camino más sobre la Vía de la Plata?¡Pues sí!
Al tramo que va desde la Granja de Moreruela en Zamora, pasando por Puebla de Sanabria, La Gudiña y Orense hasta Santiago, se le conoce como Camino de Santiago Sanabrés.
Sobre La Gudiña me encuentro hoy, para compartir mi pequeña experiencia sobre esta parte gallega del Camino Sanabrés.
Este impresionante tramo del Camino Mozárabe, es el preferido por aquellos peregrinos que no eligieron enlazar con el Camino Francés en Astorga.
Quizá demasiado pronto para salir al encuentro del Camino más popular entre turistas y viajeros, donde la sensación de soledad tan palpable hasta ahora, es difícil de encontrar a partir de Astorga.
El tramo gallego del Sanabrés
La Gudiña es el prometedor inicio de los 200 últimos kilómetros del Camino de Santiago Sanabrés.
Sus habitantes son bien conscientes de ello, a juzgar por el tremendo esfuerzo que ha supuesto la restauración del espectacular albergue de peregrinos.
Con buen pie entonces, comienzo este tramo que me llevó por las sierras indómitas de la Galicia más oculta.
El reciente firme del Camino recién restaurado por el ayuntamiento de La Gudiña, sólo es un primer bocado del regalo paisajístico que me espera a estas alturas.
Sopla el viento entre montañas, adivino hacia el sur las sierras de Portugal, al norte el embalse de Das Portas y más adelante sobre el propio Camino, el parque natural O Invernadeiro.
Estamos ante los dominios del lobo y el omnipresente jabalí, con los que el peregrino “convivió” durante siglos con más pena que gloria.
El embalse das Portas se nos presenta, desde mi posición privilegiada, como una inmensa ría a mis pies, tras las que podemos adivinar el pico de Cabeza de Manzaneda, aún con las últimas nieves sobre su cima.
Una etapa dura, larga, montañosa, siempre en altura, que quizá merezca una pernocta en Campobecerros antes de llegar al final oficial en Laza.
Desde allí apenas te separan 50 kilómetros indómitos hasta Orense, lugar de inicio de los famosos últimos 100 kilómetros del Camino Sanabrés.
Una variante dentro del Sanabrés
Al llegar a La Gudiña tienes una alternativa muy interesante para conocer las poblaciones históricas de Verín y Allariz.
Dos joyas gallegas reservadas para aquellos peregrinos que quieran alargar su peregrinación un par de días más.
Se trata de un “paseo” de cinco etapas bordeando casi nuestra vecina Portugal; 120 kilómetros frente a los 90 que recorrerías siguiendo el Camino oficial en dirección a Laza. Ambos acaban en Orense, a 100 kilómetros ya de Santiago.
¿Merece la pena el Camino Sanabrés?
Mi respuesta es sí.Apenas lo he saboreado, 6 ó 7 etapas completas sobre unas 15, quizá más por su dureza innata.
Merecen muy mucho la pena esas dos semanas sobre esta última parte del Camino de Santiago por la Vía de la Plata, de este Camino Mozárabe conocido entre los peregrinos como Camino Sanabrés.
¡Buen Camino!
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