La semana pasada el mundo entero se vio sobrecogido por un nuevo atentado contra el turismo internacional. Sucedía en Túnez, capital del país del mismo nombre bien conocido por los esfuerzos que ha realizado en los últimos tiempos para potenciar su principal fuente de ingresos, el turismo. Que unos fanáticos terroristas atenten contra los turistas no es, desgraciadamente, nada nuevo bajo el sol. Uno de los atentados más famosos fue el perpetrado en noviembre de 1997 y que acabó con la vida de 58 turistas extranjeros en Luxor, Egipto. Pero ha habido más: el de El Cairo de 1996 contra 18 turistas griegos o el de Bali, aquella salvajada que segó la vida de más de 200 turistas procedentes de distintos países del mundo.
En el último acto terrorista, el de Túnez, fallecieron 23 personas, 19 de ellas eran pacíficos turistas de vacaciones. Personas que, como nosotros, solo querían conocer un país de gente tranquila, afable y acogedora. Un país que había hecho auténticos esfuerzos para atraer ese turismo internacional que significa el pan de cada día para miles de familias tunecinas.Según los expertos, esta barbarie es un auténtico varapalo a la resurgente industria turística del pequeño país árabe, un sector que aporta nada más y nada menos que el 7% de su Producto Interior Bruto. Para evitar el desplome del sector turístico tunecino la OMT (Organización Mundial del Turismo) ha emitido un comunicado oficial para mostrar su apoyo incondicional a todas las industrias turísticas tunecinas pero, además, ha surgido un movimiento global en Internet que busca apoyar al sector. Con el hashtag #ViajareaTunez cientos de miles de voluntarios intentan apoyar a los turoperadores que trabajan en Túnez. La primera red social en apuntarse al movimiento pro tunecino fue Facebook con la página “I will come to Tunisia this summer”. Enseguida se sumaron dos de las redes más utilizadas por los internautas de todo el mundo, Instagram y Twitter.
#ViajareaTunez, una campaña viral que aprovecha el poder de la sociedad global para evitar el colapso social y económico de un país que merece la pena visitar: Túnez.
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“By Magharebia [CC BY 2.0], via Wikimedia Commons