La película ha sido nominada a mejor película en los Globos de Oro, a mejor actriz principal (Margot Robbie) en los Globos de Oro y los Oscars y Allison Janney ha ganado a Mejor Actriz de Reparto en los dos premios. En este post me gustaría hablar de esta película, de esta maravilla. Yo, Tonya es mucho más que una película sobre patinaje. Y con esta crítica, quiero convenceros para que le deis una oportunidad. ¿Preparados?
Yo, Tonya El nacimiento de una “estrella”
Yo, Tonya nos narra la vida de Tonya Harding, ex-patinadora artística americana que acabó prematuramente con su carrera a causa de un escándalo que sacudió al público en la década de los 90. Tras una vida marcada por los abusos de su exigente madre (LaVona Harding) y de su primer marido (Jeff Gillory), Tonya acaba convirtiéndose en la mejor patinadora artística de América, llegando a los juegos olímpicos en dos ocasiones.
Tonya se enfrenta a su propio origen, haciendo de la pista de patinaje una representación de la sociedad, donde los privilegios de clases son claros. Ella destaca entre las otras patinadoras por su carácter y humilde procedencia. Tonya se encuentra en desventaja frente a otras competidoras pero con un positivismo inmenso la película muestra como se abre camino en ese mundo tan “selecto”. Craig Gillespie es el encargado de realizar este curioso biopic sobre Tonya. Su biografía se cuenta como una comedia increíble con un humor negro excelente mientras nos está explicando el complejo caso que acabó con sus años de patinaje.
Este complejo caso de Tonya Harding plantea cuestiones sobre la culpabilidad de ésta, sobre los abusos a los que estuvo sometida y sobre la lucha de clases. Todo realizado mediante una “entrevista” a los protagonistas del escándalo. El resultado de esta película es un biopic que mezcla el drama con la comedia, pero sin que con ello se reste importancia de las escenas de drama real que tienen lugar. Además, para añadir a esta mezcla un tono satírico y una clara distorsión de la separación entre realidad y ficción, el director se sirve de técnicas como romper la cuarta pared en determinados momentos (como Deadpool). En estas escenas, Tonya misma se dirige al espectador, para tal de contarnos desde su punto de vista qué está sucediendo.
Yo, Tonya Unas interpretaciones brillantes
Margot Robbie nos deslumbra con su intepretación de Tonya Harding. Es sin duda, su mejor papel hasta la fecha. Robbie consigue divertirnos y enternecernos, mostrando a esta artista, una mezcla entre una mujer áspera y una niña a la que no han dejado disfrutar de su vida. Tonya vivió siempre en un ambiente tóxico, primero por su madre y luego por su marido, haciendo que su mayor motivación fuera sentirse querida. Hay un momento en el cual Tonya se tiene que recomponer y salir a la pista. Margot Robbie, en ese momento, está soberbia. La escena hace que se te parta el corazón. Increíble. De hecho, Margot estuvo preparándose aprendiendo a patinar meses antes de que empezara la película, necesitando solo una doble en los movimientos y saltos más complicados.
La otra gran estrella de la película es LaVona Harding, interpretada por una Allison Janney que, en esta película, “se sale”. No extraña que haya sido galardonada con el premio a Mejor Actriz de Reparto tanto en los premios Oscars como en los Globos de Oro. Menuda artista. La intepretación que realiza de la madre de Tonya, como una madre cruel, exigente, ambiociosa y sin amor real por su hija, es inquietante a la vez que deslumbrante. El “humor negro” del que hablaba anteriormente y la gran sátira de la película la carga este personaje y las escenas en las que sale con su hija.
Sebastian Stan como su primer marido, Jeff, también hace una interpretación increíble que, junto a su madre, retrata con gran talento la situación de abusos desde su niñez en la que se encontró Tonya Harding. Ahora bien, la película no se centra en ello. No. No se centra explícitamente en las escenas desagradables. La sátira se abre camino.
Yo, Tonya A ritmo de heavy y clásica
La música es fundamental en casi todas las películas. Pero en Yo, Tonya, es fundamental. El apoyo de la banda sonora es increíble y en las escenas principales, en las que Tonya está patinando sobre la pista de hielo, la música nos envuelve y nos hace emocionarnos con ella. El ritmo de la película está verdaderamente marcado por el soundtrack y si te gusta la música, con esta película vas a disfrutar.
Finalmente me gustaría añadir sobre Yo, Tonya que la película logra algo que yo había ya “sufrido” viendo Slum Dunk: la mayoría de nosotros no somos fans del patinaje artístico. Pero con esta película, han conseguido implicarnos, haciendo que los éxitos y fracasos de la protagonista sobre la pista nos afecten también a nosotros. Gracias a una excelente ambientación y a una excelente Margot Robbie. Yo, Tonya es una película para disfrutar y, para mí, un imprescindible. Sin duda, os encantará. Nos vemos pronto aquí, en La Sexta Butaca.