¿Será capaz de dejarnos helados o mantendrá ese calor tan intenso de los últimos Thrillers? No os perdáis nuestra Crítica/Review Sin Spoilers de esta nueva serie: Glacé.
Glacé – Tensión en las heladas montañas del Pirineo francés
Está claro que Glacé busca un patrón de copia y pega con los thrillers nórdicos que tan de moda se han puesto en la actualidad. Buscan esa frialdad que se transmite de manera magistral desde la fotografía y que infelizmente se transmite a parte del guión y de sus actuaciones.
Nos encontramos en un pueblo fronterizo de los Pirineos franceses. El país vecino ya nos ha mostrado que incluso en Netflix tiene mucho que decir con su buen cine. Prueba de ello la recién estrenada “El Ascenso“, muy, muy recomendable.
Al igual que teníamos con El Puente se combinan un dúo de investigadores con caracteres e historial muy diferente. En el caso de la producción Danesa se comían la pantalla, en Glacé se quedan a medio recorrido. Tenemos al Capitán Martin Servaz, un veterano capitán malhumorado con el “No” siempre dispuesto en su boca, con un pasado tan rebozado en alcohol como en traumas y errores. Por otro lado, tenemos a Irene Ziegler, quien mucho más moderna y “alegre” será un reflejo más neutro y mucho menos emocional donde el espectador se debería sentir identificado. No me acaba de convencer su actuación, algo que enfría mucho el dinamismo de la trama y diluye el buen trabajo del Capitán Servaz.
Fantasmas del pasado. Asesinos del presente.
No queremos avanzar la trama, porque no deja de ser una serie que avanza muy rápido. Pero existirá una relación jugosa entre el agente Servaz, una traumatizada Psiquiatra, que se ha convertido en una excelente interpretación, y un recluso que intenta imitar la sensualidad carismática y enigmática de Hannibal Lecter.
Todo este caldo de cultivo comienza a cocinarse de manera rápida, pero intercala giros excesivamente telenovelescos que enfrían y diluyen lo que podría ser un buen plato de tensión. Muchos de los movimientos serán predecibles, aunque solo por el transporte de la fotografía, ya valen la pena notablemente.
Glacé – La fotografía que te dejará descolocado
Desde el primer momento, su creador Gerard Carre buscará la incomodidad visual. Las conversaciones no se tratan de un plano que va saltando de rostro a rostro. Utiliza una técnica visualmente muy intensa donde intercala un plano fijo en una esquina de la habitación, un plano cenital con esa sábana blanca de nieve o simplemente irá girando alrededor de los personajes.
A nivel visual, acaba siendo hipnotizante y transforma a Glacé en algo diferente a los Thrillers americanos de copia y pega fotograma por fotograma. Transportarte a las montañas de Francia y cómo hace las transiciones con potentes imágenes gélidas, convierten una experiencia muy gratificante y todavía más liviana.
La música se mantiene demasiado perdida durante toda la serie. El Opening recordará demasiado a una de las mejores películas del año, Logan, porque utiliza un tema muy reconocido de la película versionado y con unas imágenes preciosas. El resto no pasará de la música pre cocinada de thriller con pulsaciones en la percusión y cuerda suave de fondo. Nada destacable.
Netflix se queda helado a medio camino con Glacé
Pese a tener grandes puntos a favor, como sus aspectos visuales y personajes que redundan en la psicología, tiene demasiados aspectos en común con series nórdicas, donde juegan mucho mejor sus cartas. Cómo diría uno de nuestros redactores favoritos, huele a Salmón ahumado, con algo de queso francés de acompañamiento.
Las interpretaciones frías y poco brillantes y giros que se vienen venir hacia el melodramatismo, la convierten en una excursión que puede parecer demasiado cuesta arriba. Su corta duración hará que pensemos en coger la mochila y realmente si somos amantes del género, no nos arrepentiremos ni lo más mínimo. Nos contáis en cuanto lleguéis a la cima de Glacé.
Como siempre, un placer escribir para vosotros. No olvidéis visitar nuestra nueva sección Netflix y nuestras últimas Críticas.