¿Qué ver en Córdoba?

Córdoba, que duda cabe, es una ciudad preciosa, emblemática y llena de historia. Un lugar donde han convivido muchas culturas (romanos, musulmanes, judíos, cristianos y todos ellos, nos han dejado muestras de ello, de las gastronómicas ya hablamos en el post dónde comer en Córdoba. Hoy nos vamos a centrar más en la parte artística y cultural, comienza así, ¿Qué ver en Córdoba?

Esto que os presentamos son los must de la city, aunque Córdoba es de esas Ciudades (sí con mayúscula) que invitan a perderse por sus calles y donde se respira historia en todos sus rincones y a ello os animamos, pasear es la mejor forma de conocer, sin prisa y con los ojos bien abiertos para impregnarnos de imágenes que luego nos acompañen al volver a casa.



La Mezquita – el alma de Córdoba

La Mezquita, o para ser más correcto, la Mezquita-Catedral de Córdoba es sin duda el alma de la ciudad, y es junto con la Alhambra una de las muestras más importantes del arte andalusí. Impresiona, tanto el patio de los naranjos, como el interior por su grandiosidad. Es un bosque de columnas donde sería fácil perderse.  En su momento fue la segunda mezquita más grande del mundo, solo por detrás de la de La Meca y esa magnificencia sigue conservándola. Está declarada Patrimonio de la Humanidad y según Trip Avdaisor es el mejor sitio turístico de Europa.

Como dato curioso decir que la quibla no está orientada a la Meca sino 51º más al sur, algo común en las mezquitas de la antigua Al-Andalus. Nosotros realizamos la visita nocturna a la Mezquita-Catedral, una iniciativa del consorcio de turismo y el cabildo catedralicio que se inició en 2010 y para el que es necesario hacerse con las entradas previamente ya que es un recorrido para grupos reducidos de unas 80 personas. La duración del mismo es de, más o menos una hora.

Comienza con el visionado de un vídeo en un lateral del patio de los naranjos en el que te explican de forma gráfica los orígenes y la evolución del edificio y sus ampliaciones para aumentar la superficie de culto. Las sillas son incómodas, aviso.

Antes de entrar, nos muestran el campanario del siglo XVII, construido sobre el antiguo alminar musulmán al cual cubre, alzándose más alto que éste. Cosas del poder y de como demostrarlo, ya se sabe… el yo la tengo más grande siempre ha estado de moda.

Entrar en la mezquita a oscuras y que comiencen a encenderse las luces de forma escalonada, te hace ver la grandiosidad de la construcción y es una experiencia única. En lo primero que nos hacen fijarnos es en los restos descubiertos de la antigua basílica visigoda en honor a San Vicente, sobre la cual se comenzó a construir el templo. Se conservan apenas algunos mosaicos pero es muy interesante verlo, eso sí, a través de un cristal.

Al girarse, y con solo la zona en la que está el grupo iluminada, comienzan a encenderse poco a poco la gran sala de las columnas y es, sencillamente, impresionante. Después, explican la estructura de las columnas, los arcos de herradura y superpuestos los de medio punto. A continuación se dirigen los pasos hacia el mihrab, suntuoso como el solo, y gracias a la narración y a los efectos de luz conocemos la puerta del tesoro y la puerta del califa. Y tras un paseo por la parte más ‘moderna’ de la mezquita, se entra en la parte central de la misma que es donde se encuentra la catedral cristiana, parada previa en el panteón de reyes, del que se ve poca cosa.

La parte catedral, es muy bella, sin duda. Un coro de caoba tallado y lleno de detalles, maravilloso y una gran cúpula que impresiona. Renacimiento plateresco y barroco puro. A pesar de ser muy bello el templo, la ubicación es controvertida, y es que la segunda ampliación de la Mezquita fue derruida para meter el templo cristiano dentro. Ya en su momento, y el dilema sigue hoy, hubo una lucha de intereses entre el pueblo de Córdoba y los poderes eclesiásticos, ganaron los segundos, claro está.

La controversia sigue vigente y con nuevos frentes abiertos, ya que, la iglesia ha incluido en el registro de la propiedad el templo como suyo, y bueno, podéis imaginar que hay muchas voces que no están de acuerdo. Además en la narración que acompaña la vista nocturna de la mezquita-catedral, se hace más hincapié en los tesoros artísticos de la parte cristiana, si cabe.

En mi opinión, así es la historia y me temo que así seguirá siendo y no siempre se conserva lo más bello porque hacer demostración de poder va unido al ser humano.

El alma de Córdoba, la visita nocturna a la Mezquita Catedral, a pesar del precio, es algo muy recomendable porque el disfrute de los sentidos es máximo gracias a la luz y a la voz en off de la grabación. Super fallo, ¡No dejan hacer fotos!



Palacio de Viana

En nuestra visita a Córdoba no podemos dejar pasar por alto el fastuoso Palacio de Viana, un museo que fue ‘donado’ por la última marquesa de Viana, que murió sin descendencia, a la cuidad y se conserva tal cual ella lo entregó. Situado en la Plaza de Don Gome este edificio del siglo XIV conserva perfectamente su historia, en parte gracias a Sofía de Lancaster, última marquesa, que quiso que así se conservara.

Las dependencias se sitúan alrededor de 12 patios, cada uno distinto tanto en estructura como en los adornos florales que lo componen. Cada patio es más bonito que el anterior e invitan a soñar. La visita que nosotros realizamos era nocturna e incluía la primera Cena-Espectáculo Patios del Palacio de Viana.



Las múltiples dependencias acogen numerosas colecciones de todo tipo (pinturas, vajillas, mosaicos, tapices, azulejos, armas de fuego). Las fabulosas obras de arte que se exhiben en este recinto hacen de esta visita una de las más constructivas de Córdoba. Destacan la colección de guadamecíes y la gran biblioteca con volúmenes que van desde los siglos XVI al XVIII.



El show consiste en pasear por los preciosos patios del Palacio, mientras se asiste a la representación realizada por un coro que ayudado de piezas conocidas de Zarzuela van contando la historia del Palacio. Después se sirve un catering que se consume de pie en uno de los patios, elaborado por el estrella Michelín Kisko García.



La Judería

Se conoce por Judería a la zona en la que vivieron los judíos desde el siglo X hasta el siglo XV, ya sabéis que en 1492 por orden real fueron obligados a convertirse al cristianismo y los que no lo hicieron, expulsados del país. Es una zona amplia que se encuentra al noroeste de la Mezquita Catedral y es un barrio delimitado por las calles Danaes, Manríquez, Tomás Conde, Judíos, Almazor y Romero.Lo mejor para conocer la judería es pasear por sus calles y disfrutar de la historia, las famosas flores (geranios de gitanilla) que las engalanan y que son cuidadas por los propios vecinos y por supuesto no debéis perderos la Sinagoga o el Zoco. 

Sobre la sinagoga  de Córdoba decir que es la única de esa época que se conserva en toda Andalucía y una de las tres de España, las otras dos, Santa María del Tránsito y Santa María la Blanca están en Toledo (la otra ciudad española de las tres culturas). El edificio tuvo distintos usos tras la expulsión, desde hospital a colegio de niños. Fue ‘redescubierta’ en el siglo XIX y reinaugurada tal como la vemos en la actualidad en 1985. Consta de un patio al que se accede desde la calle y que da paso a un vestíbulo seguido de la sala de oración. Del lado oriental del vestíbulo arranca la escalera que lleva hasta la galería para las mujeres; dicha galería se conecta con la sala de oración mediante tres balcones decorados con arquillos polilobulados.



Tras la Sinagoga, no dejes de visitar la calleja de las flores, es una belleza y en la primera visita que hice a Córdoba, en mi época escolar me dejó sin palabras, quizás, junto a la mezquita, de lo que más veces he recordado.



El zoco municipal de Córdoba está situado en un edificio con patio porticado de estilo mudéjar del S.XVI y que está dedicado a los artesanos cordobeses que, como antaño, venden allí sus productos. Fue el primer mercado artesanal de España y funciona, tal cual lo vemos hoy, desde los años 50. Un lugar donde hacer unas compras para los amigos con todo el sabor de la tradición.



El monumento a Maimónides, uno de los personajes Cordobeses de la antigüedad más importantes. Médico, rabino, teólogo y filósofo que vivió en la ciudad en el S.XII. Su labor como filósofo fue muy estudiada en la edad media. De clara inspiración aristotélica llegó a ser considera casi un hereje entre los judíos de su época.



Y si sois amantes de los toros, no podéis dejar de visitar el museo Taurino de Córdoba situado en una casa señorial del S.XVI en la plaza de Maimónides y que recoge la tradición taurina de la cuidad con materiales como fotografías, trajes de luces, carteles de feria, grabados, útiles de la lidia etc.



Algún día iremos a su fiesta más conocida Los patios de Córdoba festival que se celebra desde el año 1921 y está organizado por el ayuntamiento durante la primera quincena de mayo. Los propietarios de estos engalanan sus viviendas con esmero para conseguir el prestigioso galardón ofertado por el Consistorio. Paralelamente se celebra un festival con numerosas actuaciones folclóricas donde se dan cita los mejores cantaores y bailaores de la tierra.

Córdoba, siempre te deja con ganas de más y seguro que la próxima vez que vayamos descubrimos algo nuevo pero hasta entonces esto es lo que no te puedes perder si vas a Córdoba, espero que hayáis disfrutado de este paseo virtual por esta bella ciudad, llena de historia, de las tres culturas y tan merecido patrimonio de la humanidad ¡Viva Córdoba! y por supuesto, entre tanto paseito, seguro que te entra hambre, y si algo tiene Córdoba es buen yantar, no te pierdas ¿Dónde comer en Córdoba?.

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