Has acabado tu primer cómic. Enhorabuena: has dado un gran paso. Ahora, quieres que todo el mundo lo lea. Pero, ¿cómo se consigue eso?
Puedes recurrir a la autoedición… o puedes presentar tu proyecto a una editorial. Así, tendrás la oportunidad de llegar a más gente, podrás aprovechar las estrategias promocionales del sello y, sobre todo, poseerás el orgullo de poder afirmar que "me han publicado mi primer cómic". Pero para conseguirlo hace falta mucho talento, una personalidad autoral definida y mucha, pero que mucha, perseverancia. Y, sobre todo, entender qué es lo que buscan las editoriales.
Porque, ¿qué buscan? Para responder a esta y otras preguntas sobre el proceso de publicación de un primer cómic, aprovechamos el Cómic Barcelona para hablar con cuatro de las editoriales independientes más importantes del ámbito hispanohablante: Dibbuks, Astiberri, Fandogamia y La Cúpula, que ha compartido con Domestika consejos y reflexiones clave para estar más preparado cuando decidas presentar tu proyecto al mundo.
Cada editorial es un mundo
Lo primero que tienes que considerar es que bajo la etiqueta de "cómic independiente" se esconden numerosos géneros y formas de entender el medio, casi tantos como dibujantes existen. Esto hace que cada editorial acabe persiguiendo una línea distinta definida por la (múltiple) personalidad de sus autores. Y, por supuesto, hay editoriales más grandes y más pequeñas: tal vez apuntar a lo más alto nada más empezar sea un error.
Como resume Javier Zalbidegoitia, editor de Astiberri, no es mala idea "empaparte de lo que publica la editorial a la que presentas un proyecto para no errar el tiro a la primera de cambio". Por ejemplo, en Astiberri, que lleva publicando cómics desde 2001, se definen como una editorial ecléctica "por la diversidad de estilos, paginación, formatos o procedencia de los autores que forman parte de nuestro catálogo". En efecto, sus autores provienen de sitios muy diversos: "del continente europeo, asiático, americano y oceánico. Pronto cae África, seguro", afirma Zalbidegoitia.
Fandogamia, mucho más joven (llevan cinco años editando), pero con una gran experiencia previa en el mundo de los fanzines y la autoedición, está especializada en humor: "todo lo que tenemos es entretenimiento, aventura y humor, sobre todo enfocado a un lector que no se centra solo en leer manga, europeo o americano, sino que no le importa saltar de un género a otro". Un humor, eso sí, no reñido con el eclecticismo, ya que, como comenta Pedro F. Medina, editor de Fandogamia, "a ese público todoterreno es al que nos dirigimos".
Medina apunta también otro factor de diferenciación entre editoriales: su comportamiento en redes. Ellos, por ejemplo, han desarrollado "un estilo bastante único en redes sociales, que viene siendo el mismo estilo de cuando editábamos fanzine". Un estilo en el que la interacción con el lector potencial es constante y que requiere que sus autores "jueguen con nosotros a ese pequeño juego".
En Dibbuks apelan también al eclecticismo, ya que, como nos comenta Marion Duc, editora, en su catálogo incluyen "series de aventuras para todos (como es el caso del Universo Spirou o Fantasio), novelas gráficas emotivas y que hacen reflexionar, cómics de género (pulp, ciencia-ficción, terror o policíaco), algún que otro título erótico…". En Dibbuks publican sobre todo cómic francés y algunos autores españoles, italianos o ingleses. Duc recalca también la importancia del cómic infantil en su catálogo, con una colección de libros para niños de entre 6 y 14 años.
Por su parte, La Cúpula es la editorial decana del cómic independiente en español, con cuarenta años de experiencia y una línea bastante definida, como nos cuenta su director editorial, Emilio Bernárdez: "nos diferencia que llevamos toda la vida haciendo lo mismo: cosas políticamente incorrectas, saliéndonos del terreno trillado de la comercialidad". En la Cúpula, que edita a autores tanto españoles como de otros países (básicamente de Estados Unidos, Francia e Italia y algo de manga de autor japonés), se especializan en "cómic de autor que tenga cosas que contar, normalmente cercano a la calle".
Qué buscan en los autores noveles
Las cuatro editoriales coinciden, para empezar, en algo que (seamos sinceros), probablemente ya te estabas imaginando: quieren originalidad. Autenticidad, dicho de otra forma, como nos comenta Bernárdez: "que sea auténtico. Nosotros buscamos a un autor que lo tenga todo, guion y dibujo, o que traiga un guion escrito por otra persona con la que se entienda muy bien". Personalidad, personalidad y personalidad, ya que "lo gráfico y lo literario tienen que funcionar muy bien juntos".
Medina apunta también en esta dirección, recomendando que el autor se involucre en la historia, dejando que su estilo y personalidad propios la empapen. "Sobre todo valoramos la voluntad de sacar historias que no se hayan sacado antes. Ya sabemos los géneros y los clichés, ¿qué tienes que aportar tú como autor a este género o este cliché, para cambiarlo?".
"Persevera hasta que encuentres tu propia voz", aconseja Zalbidegoitia, "aunque si apuntas maneras narrando, eso ya es un paso importante". Bernárdez insiste en que aquí, de todas formas, no se regala nada y hallar un estilo propio requiere esfuerzo: "tienes que pelear". Si, por ejemplo, te fogueas en el mundo del fanzine, "no vale con hacer 16 páginas al año, hay que hacer 4 fanzines de 16 páginas cada uno".
Medina también destaca la perseverancia como forma de mejorar al principio, "da igual el camino que tomes, mientras te lo tomes en serio y seas constante. Tienes que dibujar, dibujar y dibujar: no vale dejarlo tres meses y dedicarte a otra cosa. La constancia es la clave de la evolución".
No tengas miedo del feedback
Aunque no te publiquen, lanzarte a presentar tu trabajo puede ayudarte a recibir valiosos consejos de una editorial. En ese sentido, Medina recomienda que "no esperes a ser perfecto para mostrarte al mundo. Atrévete a recibir feedback". Un feedback que puede dárnoslo, como decíamos, una editorial, o nuestros amigos, otros dibujantes, gente del sector… "ya intentarlo y presentar tu proyecto a un editorial es un valor", comenta Zalbidegoitia.
Duc, que se lamenta de encontrar muchos trabajos con falta de personalidad artística, matiza que "es normal, pues eso se aprende a medida que avanza una carrera". Medina agradece el esfuerzo de la gente joven a la hora de presentar sus trabajos, ya que "es parte del trabajo que hay que hacer, para que te corrijan y te digan qué es lo que falla".
Eso sí, un buen terreno de pruebas, en el que recibir mucho feedback y que probablemente no te dará tantos quebraderos de cabeza como presentarte ante una gran editorial, es el mundo del fanzine. "Invertir en un fanzine es invertir en tu formación", comenta Medina, "es esencial sacar fanzines, ir a eventos, hacer viajes… todo eso será bueno para tu carrera profesional".
Bernárdez nos habla de encuentros como el Graf o el Gutter Fest barceloneses, el Festival del Cómic de Sagunto, el festival de autoedición Tenderete de València, el Salón del Cómic de Zaragoza... que tienen sus equivalentes en otras ciudades del mundo y "son sitios donde ese tipo de material tiene salida, aunque sea pequeña. Y es importante relacionarte con ellos porque así aprendes del resto, te dan consejos para mejorar…".
Dónde encuentran a sus autores noveles
Aunque las cuatro editoriales coinciden en apostar por la promoción de los autores noveles, hay que asumir que, en comparación con todo su volumen de publicación, hablamos de cifras pequeñas: de media, cada editorial publica a unos dos autores noveles al año. "Tiene que ser un flechazo", resume Duc.
Y, sobre todo, no hay que dejar de moverse: Bernárdez nos da una clave esencial cuando comenta que "a los autores noveles que proponen cosas nuevas los conocemos de encontrarnos en encuentros del cómic como este y sobre todo en otros más pequeñitos. Al ser más manejable el espacio y la gente que hay, podemos hablar con ellos, nos tomamos algo juntos… eso crea una confianza que, aunque en la mayoría de los casos se nos propongan cosas que no son para nosotros, hace que podamos aconsejarles llevar su obra a tal o cual editorial que está más en su línea”.
Los entrevistados apuntan, en todo caso, que sus autores les llegan por vías muy diversas. "Yo, por ejemplo, espío mucho en Instagram o en la web de los artistas, o me entero por revistas u otras obras ilustradas", comenta Duc, mientras añade que "también conocemos a mucha gente en las ferias", como decía Bernárdez, "pero los editores solemos estar saturados en la mayoría de esos eventos". De sus palabras y las del editor de La Cúpula podemos extraer que, si uno se arma de valor, acudir a las editoriales aprovechando pequeños encuentros del cómic es una gran opción.
Las editoriales también cuentan con gente que les envía su proyecto por correo electrónico, artistas que provienen de una agencia, algunos otros que llegan aconsejados por dibujantes que ya han publicado con la editorial… conseguir que tu obra llame la atención, ya sea publicándola en redes sociales o acudiendo a eventos del cómic, siempre es un buen inicio.
Mejor que nunca
De todas formas, que nadie entre en el mundo del cómic esperando hacerse rico y famoso: "tienes que tener claro que amas el cómic por encima de todo, porque es muy difícil vivir de ello. Solo si amas lo que estás haciendo y te gusta ver tus libros y firmarlos, no te importará tanto ganar poco", asegura Bernárdez, que concluye asegurando que "solo un 5% de los autores de cómic puede vivir exclusivamente de ello".
¡Pero no nos desanimemos! A pesar de las dificultades que hemos esbozado, los entrevistados coinciden en que estamos en uno de los mejores momentos de la historia del cómic independiente en español: "probablemente nunca se ha creado y publicado tanto y con registros creativos tan diferentes", sentencia Zalbidegoitia. "Nunca en la vida hemos estado tan bien en España", apunta Bernárdez, "aunque siga sin poderse vivir de ello".
"Se publica mucho, se publica bien y hay muchas alternativas de edición. Si no publicas en un lado, al final podrás publicar en otro", comenta Medina, que menciona a otras editoriales alternativas como Bestia Negra o Grafito, con catálogos, a su juicio, muy interesantes. "Con la diversidad de géneros y editoriales que existe actualmente, prácticamente cualquier autor podrá encontrar tarde o temprano un sitio por el que entrar".
Algunos cómics para inspirarse
Para terminar, pedimos a las editoriales entrevistadas que nos recomendasen algunos cómics para inspirarse, motivarse para seguir trabajando o, simplemente, que considerasen importantes. Aquí os dejamos sus respuestas:
Dibbuks (Marion Duc)
- La búsqueda del Pájaro del Tiempo (Le Tendre y Loisel)
- La saga de Astérix el Galo (Goscinny y Uderzo)
- Lupus (Frederik Peeters)
- Blankets (Craig Thompson)
- La Mazmorra (Sfar y Trondheim, con la colaboración de muchos otros autores)
- Agujero Negro (Charles Burns)
- Mi hijo (Olivier Schrauwen)
Fandogamia (Pedro F. Medina)
- Transmetropolitan (Ellis y Robertson)
- Fanhunter (Cels Piñol)
La Cúpula (Emilio Bernárdez)
- Voltio (Varios autores), "una serie de revistas-libro con material de muchos autores, lo que permite descubrir dibujantes nuevos e identificarse con sus estilos". Te puede interesar
- Creación y desarrollo de novelas gráficas, un curso de María Luque.
- Diseño e ilustración de un fanzine, un curso de Violeta Hernández.
- Narrar en viñetas con un boli, un curso de Miguel Gallardo.
- Introducción al cómic autobiográfico, un curso de Mariano Diaz Prieto.
- Concepción y producción de un proyecto editorial, un curso de John Naranjo.