Fuente: Municipalidad de Rosario
El otro día publicamos esta noticia sobre la falta de espacios verdes en la ciudad Buenos Aires. Esta vez les presento el caso de Rosario, una ciudad argentina que sí pudo aumentar sus espacios verdes hasta cumplir con los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En apenas 15 años, quintuplicó las áreas verdes públicas de 2,5 metros cuadrados verdes por habitante a 11,6.
Esta nota explica cómo lo logró, a través de dos grandes procesos: la reubicación del puerto y sus zonas productivas hacia el sur de la ciudad, primero, y luego la creación de mecanismos de cooperación público-privados para recuperar ríos y frentes costeros.
Conozco Rosario desde diciembre de 2005. A partir de ese momento, fui casi 10 veces más. Y sigo pensando que la parte más linda de la ciudad es, justamente, su costanera. Lxs rosarinxs me comentaban que, hasta no hace mucho, la costanera estaba bastante abandonada y no era una zona de paseo como ahora. Hoy es posible caminar desde el Monumento a la Bandera hasta los silos de colores, siempre a la vera del Río Paraná.
Como todo, esto tuvo muchas consecuencias positivas y otras no tanto. Las positivas: se recuperaron espacios verdes públicos para el disfrute de toda la ciudadanía (no se cobra entrada), con todo lo que esto implica en términos de intercambios personales y culturales. Lo malo: la puesta en valor de la zona generó una presión inmobiliaria, con la construcción (sin planificación) de demasiadas torres de lujo, con todos los impactos naturales y socio-económicos que esto implica (cloacas, agua, proyección de sombra de los edificios, desplazamiento de las clases medias hacia las periferias, etc.).