El fin de semana pasado aprovechando que hacía un día estupendo, nos animamos a visitar los famosos jardines del mundo berlineses conocidos como Garten der Welt. Para que os hagáis una idea, se trata de un complejo enorme de más de veinte hectáreas en él que predominan las reproducciones de diferentes jardines internacionales. A modo de ejemplo, puedo deciros que algunos de ellos son coreanos, japoneses, balineses, renacentistas o ingleses. La razón por la que nunca me había pasado por allí es porque se encuentra bastante a desmano, concretamente en el barrio berlinés Marzahn. Y a pesar de que siempre me suscitaba bastante interés, no encontraba el momento oportuno para visitarlo porque la verdad, ¡lo ideal es hacerlo en verano cuando luce verde y floreado!
Te resultará un lugar muy interesante si al igual que yo, vives desde hace muchos años en Berlín y te gusta conocer la ciudad al detalle (y sobre todo si disfrutas de sus contrastes). Por otro lado no te sorprenderá nada, si estás acostumbrad@ a viajar por el mundo y has visto jardines similares pero en versiones originales. Si se diera el caso de que Berlín fuera tu próximo destino y te encontraras indecis@ a la hora de incluirlo en tus planes, yo optaría por no hacerlo. Porque para que os voy a engañar, necesitaréis al menos una hora de ida y otra de vuelta y aunque reconozco que algunos de sus rincones tienen cierto encanto: ¡no es para tanto! Sin embargo y a pesar de lo que os estoy contando, el largo viaje hasta allí quedó amortizado tan solo con disfrutar de los jardines orientales que podéis ver justo en las fotos de abajo.
Algo que también me resultó muy interesante, fueron sus jardines chinos en los que no faltaba detalle. Me quedé prendada mirando los nenúfares que flotaban en una especie de estanque con vistas a un pequeño pabellón de lo más alucinante. Si eres amante de las ranas, busca por las hojas porque te aseguró que encontrarás unas cuantas. Si además te gustan los paseos en teléferico, estás en el lugar perfecto porque allí existe uno que conecta el parque de uno a otro extremo. Algo que también me gustaría destacar, es su laberinto de setos llamado The Maze. Perderse en su interior es muy divertido, ¡sobre todo si logras salir de él con éxito!
Pero si algo me sorprendió bastante en este parque, fue su gastronomía y su entretenimiento. Había un montón de food trucks, un mercado medieval y una cafetería temática a cada vuelta de la esquina. Y lo reconozco, ¡algunas eran súper bonitas! Os recomiendo la sala de té The Cottage, situada en plenos jardines ingleses. Se trata de una cabaña de madera, rodeada de jardines de rosas y prados llenos de ovejas. Sin duda, el lugar ideal para reponer fuerzas e intercambiar opiniones de la aventura vivida a lo largo del día. ¿No os parece una maravilla?
Si os habéis quedado con ganas de más, podéis buscarlo como @gaertenderwelt en su cuenta de Instagram. ¿Qué os ha parecido? ¿Habéis estado ya alguna vez en él? ¿Existe un lugar similar en vuestra ciudad? ¡Espero impaciente vuestros comentarios!
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