He recopilado diez manías que me han venido a la cabeza sin apenas pararme a pensar y después me he dado cuenta de que me he dejado en el tintero otras tantas, ¿será que soy una maniática? Ahí van:
Destrozo las servilletas y manteles de papel: Siempre que salgo a comer o a tomar algo y me ponen una servilleta de papel empiezo a hacer churritos con ella, la separo en dos, la arrugo, hago formas o figuritas... nunca queda intacta. Con los manteles suelo hacer algo parecido pero menos descarado, jajaja.
Nunca cojo el primer producto de la estantería del supermercado: Quién sabe cuántas veces se habrá caído al suelo o lo habrán lanzado por ahí. Con las cajas de galletas la manía va a más y saco cuatro o cinco para poder coger una de las del final del todo. No se si sirve de algo porque alguna vez me han salido rotas, pero es una manía.
Siempre dejo lo que más me gusta de la comida para el final, incluso si se trata de un mismo alimento. Volviendo a las galletas, me gustan tostaditas, tirando a quemadas, así que siempre ordeno las que voy a comer de menos tostadas a más. Y si estoy comiendo un bizcocho con cobertura de chocolate haré todo lo posible por comerme el bizcocho al principio y la cobertura al final, aunque tenga que utilizar dos cucharas para conseguirlo.
Nunca duermo con la persiana bajada: Sí que suelo bajar la cortina, pero me gusta despertarme y que haya luz. Además como mi cuarto da a un patio interior nunca tengo el problema de que me de el sol directamente en los ojos (:
Lo organizo absolutamente todo en listas: En la agenda, para los viajes, para meses enteros,... ¡soy muy fan de las listas como método para organizarme!
No me gusta ir a la peluquería, me corto el pelo yo misma: No hace muchos años esta manía surgió de la nada, me corté el pelo al salir de la ducha y no quedó nada mal. Desde entonces nunca planeo cortarme el pelo, surge esporádicamente un día que al salir de la ducha me da por coger las tijeras.
Normalmente leo la última frase de un libro antes de acabarlo: Algunas me mataréis por esto, pero no lo puedo evitar. Cuando voy más o menos por la mitad de un libro que me está gustando mucho echó un vistazo a qué dice la última frase. No leo más que eso, una frase, y normalmente no revela nada que me deje en shock. A lo mejor el día que me haga sin querer un mega spoiler se me pase esta manía :P
Me encanta cambiar las cosas de sitio cada dos por tres: Los muebles porque no puedo (son a medida), pero lo que es la decoración... ¡fiu! De un mes a otro mi habitación cambia en algo, las cosas nunca están completamente igual porque siempre hay algún pequeño detalle que cambio cada poco tiempo.
Necesito bolis de colorines para poder coger apuntes a gusto: Admiro a la gente que va a clase a coger notas con un folio y un boli bic y no acarrean más que una carpeta (o no acarrean nada y hacen surgir los materiales como por arte de magia). Yo necesito mi estuche con variedad de bolis de colores, subrayadores, rotuladores, lápices, regla y goma. Si alguna vez me lo dejo en casa y me tienen que prestar un boli no cojo apuntes a gusto.
Me gusta madrugar: Incluso los fines de semana, a no ser que haya salido hasta tarde el día anterior, si no me levanto antes de las nueve y media siento que he desaprovechado la mañana y ya no me cunde el tiempo igual. Entre semana, aunque voy a clase de tardes, si para las siete y media no estoy en pie no me da la vida para tachar todas las tareas de la agenda. Menos mal que tengo la suerte de levantarme temprano con gusto (:
¿Eres igual de maniática que yo, coincidimos en alguna cosa? ¡Feliz fin de semana!