Pero hoy no vengo a hablar del otoño, sino a dar carpetazo al verano compartiendo algunos de los libros que más me han gustado estos últimos meses.
Si me sigues en Twitter sabrás que este año estoy recopilando en un hilo todas mis lecturas, así que reservo el blog para hablar únicamente de las mejores. También puedes seguirme la pista lectora en Goodreads o en la newsletter mensual, donde suelo comentar mis lecturas del momento.
Durante el verano me he topado con libros de todo tipo: algunos () me han dejado bastante meh, otros me han gustado pero sé que los olvidaré fácilmente –tengo memoria de pez para recordar libros y películas–, y otros me han encantado. Como hoy voy a centrarme en estos últimos, podría decirse que es un post de recomendaciones ¡aunque vaya por delante que cada lector es un mundo y que lo que me gusta a mí puede no gustarte a ti!
Para complicarme más la cabeza los he intentado ordenar por grado de favoritez (el primero, el que he puesto en la imagen de cabecera, es el que más me ha gustado de todos). Además, haciendo clic en el título tienes el enlace de cada ejemplar en todostuslibros, por si alguno te llama la atención y quieres echar un vistazo a la sinopsis oficial.
Nunca me abandones (Kazuo Ishiguro): ¡Qué locura de libro, qué maravilla! Hacía siglos que una novela no me daba tanto que pensar (tiene muchas papeletas de entrar en mi top-3 de mejores lecturas del año). Aunque es un libro que aconsejaría leer sin saber de qué va, diré que la lectura arranca en un internado aparentemente normal que es de todo menos normal. Hay una adaptación al cine que vi justo después de leer el libro y me pareció bastante decente.
Que cada cosa cruel sea tú que vuelves (Julio Cortázar): La poesía de Cortázar ha conseguido cautivarme tanto como sus relatos y sus novelas. Un autor imprescindible en mi biblioteca del que siempre quiero leer más.
La buena suerte (Alex Rovira y Fernando Trías): Un cuento precioso sobre qué es la suerte y cómo se construye. Esconde una moraleja perfecta. Lo leí prácticamente del tirón y estuve casi más tiempo reflexionando sobre lo que había leído que leyendo en sí.
Señora de rojo sobre fondo gris (Miguel Delibes): Este libro es una especie de carta; un monólogo en el que un padre le habla a su hija sobre su madre ya fallecida. La etérea figura de Ana, vestida de rojo sobre el fondo gris de los últimos años del franquismo, es la verdadera protagonista de la novela y es precioso conocerla a través de los recuerdos de su marido.
La nieta del señor Linh (Philippe Claudel): Una novela corta que tiene algunos de los ingredientes que más me gustan: prosa sencilla, fácil de leer y final que te deja con la boca abierta. El señor Linh es un anciano que ha emigrado de su pequeña aldea, huyendo de la guerra y buscando una vida mejor para su nieta, a quien lleva en brazos. Al llegar a lo que podría ser cualquier gran ciudad europea sufre el consecuente choque cultural y hasta aquí puedo contar.
El olvido que seremos (Héctor Abad Faciolince): Un libro muy íntimo donde el autor nos habla (entre otras muchas cosas) de su padre; víctima de la violencia política que ha golpeado Colombia desde hace más de cincuenta años. Es un libro tremendamente crudo, una historia real que a ratos te da ganas de gritar... pero, al mismo tiempo, la experiencia lectora es tan sublime como necesaria. Recomendadísimo.
La impaciencia del corazón (Stefan Zweig): No es el libro ideal para leer en la playa –puede ser un poco denso o intenso– pero me maravilló. Zweig escribe de forma exquisita y esta novela, que gira en torno a la compasión y a la complejidad de los sentimientos, ha sido el pistoletazo de salida a mi ansia por leer más libros suyos (tengo “Carta de una desconocida” esperando en la estantería).
1984 (George Orwell): La distopía de las distopías. No sé qué decir de este libro que no se haya dicho ya. Mientras lo leía quedé totalmente inmersa y llegué a crear un complejo mundo visual de la novela en mi cabeza (como si fuera pasando cada párrafo al “cine particular” de mi mente)... y con ningún libro me había ocurrido esto de forma tan bestia.
Dime, ¿cuáles han sido tus mejores lecturas del verano? ¿Qué tienes pensado leer este otoño? Yo quiero hincarle el diente a “Lluvia fina”, de Luis Landero, a “El cuarto de atrás”, de Carmen Martín Gaite y a “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, de Oliver Sacks, entre otros.
Además, me apetece escribir pronto otro post libril hablando de libros que son especialmente otoñales, ¿te gustaría?
¡Un abrazo!