Cuando el sol aparece
haciendo un gran bostezo
de entre las nubes,
los pájaros anuncian un nuevo amanecer
con su dulce canto.
Todo ocurre por una razón,
así como la vida existe porque existe el agua,
los momentos, tanto buenos como malos,
aparecen cuando les toca,
dejando siempre un regalo.
Una flor que está a punto de brotar,
que no tiene espina alguna,
pero que puede hacer daño si lleva una armadura
y ésta ha de romperse para dejar su aroma
al alcance de quien la posea.