Hablamos con esta artista multicultural para conocer más sobre la relación del diseño con el arte en su trabajo y cómo uno inspira al otro
Orly Anan es una artista visual y performer con gran interés en lo multicultural, lo místico y lo contemporáneo. Ha colaborado con artistas como Marina Abramovic, Kris Moran y Daniel Arsham, con la fotógrafa Annie Leibovitz, con la diseñadora Kris Moran (escenógrafa favorita de Wes Anderson) y su trabajo ha sido publicado en Harpers Bazaar, Vogue Italia, V Magazine, T Magazine y el New York Times.Su obra nace de lo espiritual en lo cotidiano, definiendo la espiritualidad como la conciencia de la energía que une y entrelaza todo. Orly descontextualiza objetos por medio del diseño y el arte para manifestar una estética muy personal. Conversamos con ella para conocer más de la creación entre el arte, el diseño, la cultura y lo espiritual: Uno de tus primeros acercamientos al arte fue con Frida Kahlo, ¿existen elementos de su obra, influencia o inspiración en la tuya?
Creo que lo que uno hace todo el tiempo (en arte) es tratar de reinterpretar lo que a uno le ha gustado. Lo que queda tatuado.
Actualmente te enfocas en la creación de escenografía e intervención de espacios, ¿cómo te introdujiste al diseño de producción, escenografía y dirección de arte?
Siempre me ha gustado la idea de reinterpretar espacios, la fascinación de cómo la iluminación y los colores afectan el entorno. Me encanta cambiar la iluminación, la disposición de los objetos, el orden de las cosas. Cuando estudié teatro, a los 13 años, siempre hacía las escenografías.
Más adelante, para pagarme los víveres y la renta me metí a trabajar en cine, en Nueva York. Ahí entendí que la imagen, la metáfora, es una forma bella de viajar. Alterar la realidad es una necesidad para mí. ¿Qué es lo que más te inspira a la creación?
Las ideas empiezan a crecer en mi alma después de ver una textura, un poro, un olor... Todas las cosas que están vivas sin hacer mucho escándalo de que están vivas.
¿Cómo definirías tu estilo estético?
Mi trabajo no tiene nada que ver con definiciones, o no definir; más bien, es lo que espero de mi trabajo. Estoy obsesionada con los corales: miles de formas, colores, movimientos. Todo respira, improvisa, explora. Caballitos de mar, pececillos, pelitos bailando, agua...
Tus composiciones tienen un alto grado de color y muchos elementos en escena, ¿cuál es el motivo de ello?
La respuesta a la pregunta anterior creo que responde a esta también: agua, agua... Las cosas respiran, todo pasa al mismo tiempo. Como dice Lina Nikol: "¡Todo informa!" Varios conceptos que rondan tu trabajo son la espiritualidad, la conexión con lo que nos rodea, mitología e incluso la psicomagia, ¿podrías contarnos más de cada uno y del papel que toman dentro de tu cosmovisión?
Yo lo llamo "constelación de objetos con intención". O sea: los objetos y la texturas dialogan con los otros objetos, con las otras texturas. Te voy a dar una cita de Gutiérrez Tobón: "¡La creación del mundo, a partir de una piedra, símbolo del ombligo, centro de centros! ¡La piedra umbilical cargada de sacralidad!"
Una de las colaboraciones que más llamó la atención es la que realizaste con Nike, ¿nos podrías contar más sobre el desglose de ideas y el proceso que te llevó a La leyenda del hombre cielo?
La verdad es que tenía muchas ganas de levitar, de estar en el aire, en el viento. Me dieron ganas de ver a un hombre en otra frecuencia, miles de pájaros de colores, miles de burbujas... Me gustó mucho pensar en los Voladores de Papantla, en todo lo que vuela para encontrar un arcoíris.
Nike me dijo que yo hiciera lo que quisiera alrededor de Nike Air, entonces aproveché para trabajar con la sensación del aire. Aproveché para vivir un rato entre las nubes de algodón y los pájaros y las burbujas. ¿Existe algún elemento que siempre busques destacar en tu obra?
Siempre hay cosas vivas. Mi arte funciona así: me imagino, por ejemplo, que soy un bicho pequeño que vive en una flor. Entonces, creo ese mundo, dejo que viva. Trabajo con lo que yo llamo "cosas vivas" porque no se pueden controlar, porque nunca se sabe la forma que va a haber adentro de una papaya.
Dentro de lo compleja que suele ser la industria artística, ¿cuál es la mayor limitante que has encontrado en el área creativa?
Lo que más me limita es estar enamorada. Cuando estoy enamorada, invierto demasiada energía psíquica en eso.
¿Qué es lo que más disfrutas de dedicarte al arte y el diseño?
Disfruto mucho traducir a lo físico, lo que está adentro de mí. Se necesitan muchos elementos para hacer esa traducción (música, luz, telas, jabones, etcétera), y eso es muy divertido, da una sensación fuerte de libertad. Orly Anan.
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