Desde mi punto de vista, Brandeburgo es una de las zonas más desconocidas de Alemania. A excepción de Potsdam y sus alrededores porque en ellos predominan los palacios prusianos. Es algo que no entiendo porque tiene muchísimo que ofrecer y recorrerlo es una experiencia única para cada uno de los sentidos. En Brandeburgo, podréis disfrutar de paisajes naturales infinitos o comer en granjas reconvertidas en restaurantes. Pero también, alojaros en palacios antiguos, contemplar sus campos de flores o disfrutar de su fauna silvestre. Conducir por esas largas carreteras rurales, es muy relajante mientras dejas atrás y a ambos lados, campos completamente llanos pues, no existe ni una sola montaña. Y como a mí me hace tanto bien visitarlo que menos que intentar convenceros para que vosotros hagáis lo mismo. Y más ahora que estamos en el mes de junio y hace muy buen tiempo.
5 buenas razones para visitar Brandeburgo durante el mes de junio:
1. Podréis contemplar y fotografiar los campos de canolaUnas flores amarillas monísimas que abundan por Brandeburgo durante este época. Se cultivan para producir un aceite vegetal de gran consumo en Alemania y que se conoce como Rapsöl. Pero también, para la produción de biocombustibles. Se trata de plantas de gran altura y con un tallo fuerte, por lo que no os recomiendo intentar arrancar una. Lo que sí os recomiendo, es disfrutar de los campos de canola tanto de cerca como de lejos.
2. Es el mejor momento para disfrutar de las terrazas de las cafeterías o de los restaurantes
Lugares muy inspiradores, rodeados de naturaleza y donde podréis ver animales de granja muy simpáticos. Me encanta ir a almorzar a Ziegenkäserei & Wiesencafé Karolinenhof, una granja de cabras reconvertida en restaurante y donde sirven platos regionales elaborados con sus propios productos. Pero sin duda, la cafetería del Schlossgut Schwante es mi favorita. Tiene una agradable terraza al aire libre y también, una tienda muy mona. Sin olvidar, su exposición de esculturas de arte moderno ambientada en plena naturaleza. Hace tiempo, os la enseñaba: Arte en plena naturaleza | Sculpturenpark Schwante.
3. Perderse por la naturaleza mientras observas aves silvestres es una experiencia única
Si sois amantes de las aves, Brandeburgo os encantará. Por esta época, ya se pueden observar cigüeñas tanto paseando por el campo como anidando por los tejados. Esta que veis en la foto, podréis encontrarla en la carretera principal del pueblo Linum. Unos meses más tarde empiezan a llegar las grullas y se reúnen en puntos determinados. Ya estoy impaciente porque llegue ese momento porque ir a observarlas, es un espectáculo. Para más información podéis visitar la web de NABU donde también ofrecen tours guiados. Pero no solo eso, también podéis perderos dando largos paseos o hacer un picnic en algún campo con vistas bonitas por el que estéis de paso.
4. Es un buen lugar para comprar productos regionales de calidad
Cuando vas conduciendo por Brandeburgo, es muy normal encontrar puestos a los lados de la carretera que venden productos de temporada. En esta época, encontrarás fresas y espárragos. Pero también, podréis ver que hay carteles en las entradas de las granjas con los productos que venden: patatas, cebollas, huevos, etc. Incluso, hay algunas tiendas en medio de la nada en las que tendréis que pagar dejando el dinero en una caja. Os recomiendo un montón los quesos de la quesería Ziegenkäserei & Wiesencafé Karolinenhof de la que os hablo en el apartado dos. Nosotros siempre aprovechamos y nos traemos algo, es incluso mejor que ir a comprar al mercado.
5. Existen jardines y palacios prusianos de lo más espectaculares
Si por algo es famoso Brandeburgo es por sus casonas, jardines y sus palacios prusianos. Potsdam es su capital y en ella, encontraréis lugares espectaculares. Aunque son muy turísticos, merece mucho la pena visitarlos. Se trata de recintos muy amplios, en los que vais a tener que andar mucho. No puede faltar en vuestra lista de lugares a visitar: el palacio Sanssouci y los jardines Neuer Garten en Potsdam. Las fotos que podéis ver abajo son de los jardines del palacio Babelsberg, justo los últimos que visité. ¡Tampoco os los perdáis! Y en especial, la torre Flatowturm sobre la que os hablé en este post: Descubriendo la torre Flatowturm en Potsdam.
¡Y hasta aquí ha llegado el post de hoy! Espero que os haya gustado e inspirado. ¿Qué me decís? ¿Conocéis Brandeburgo? Si es así, ¿soléis visitarlo muy a menudo? ¿Cuáles son vuestros lugares o planes favoritos? ¡Espero vuestra respuesta en los comentarios! Y de paso, os mando un abrazo.
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