Después de más de 100 años, parece ser que los longevos y maravillosos animales que dieron nombre al archipiélago de las Galápagos han vuelto a nacer en una de sus islas más pequeñas: la Isla Duncan, también llamada Isla Pinzón en honor de esos tres hermanos que acompañaron a Colón en sus viajes por el mundo al mando de las carabelas míticas La Pinta, La Niña y la Santa María. Las tortugas que acaban de nacer en ese archipiélago formado por trece islas mayores, seis menores y un par de centenares de islotes pertenecen a una de las diez razas de tortugas originarias de ese archipiélago cercano al Ecuador, la denominada Chelonoidis nigra o Tortuga Gigante de Floreana. Las características de este tipo de tortugas fueron descritas ya en detalle en el año 1824 y hasta ahora se creía que la especie se había extinguido del mismo modo que se extinguió la Chelonoidis abingdonii con la muerte en el 2012 del Solitario George.
Desde hace varios años investigadores, biólogos y defensores de los animales tanto de Ecuador como del resto del mundo, han hecho importantes esfuerzos para conseguir que las tortugas volvieran a habitar esas islas encantadas que fueron galardonadas Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y que visitan cada año cientos de miles de turistas amantes de la naturaleza. Hace pocos días un equipo de investigadores afirmó haber avistado nada más y nada menos que diez pequeñas tortugas, diez ejemplares recién nacidos de una de las especies de tortugas más grandes y longevas del mundo.
No se descarta, por otra parte, que haya más huevos de tortugas escondidos entre el follaje, huevos que están a salvo por la ausencia en la isla de las ratas, esas plagas que bajaron de las bodegas de los barcos y acabaron con estos maravillosos miembros del reino animal.
Según los expertos, la Isla Pinzón es el nuevo hogar de las tortugas recién nacidas porque para poder visitar sus 18 kilómetros cuadrados es necesario obtener un permiso especial, una restricción que ha impedido el desembarco de turistas, cazadores, curiosos y plagas que, voluntaria o involuntariamente, pusieran fin al sueño que comparten los naturalistas: volver a ver tortugas en el archipiélago de las Galápagos.
Redacción: Marta Barrero. MARAVEGA Comunicación.
“Geochelone nigra” by (Image: Catriona MacCallum) - Parthasarathy H (2005) Scientific Longevity. PLoS Biol 3(11): e409. doi:10.1371/journal.pbio.0030409. Licensed under CC BY 2.5 via Wikimedia Commons.