Los estilismos cuidados no son el diferencial de La Desmesurada. En casa, pasamos por alto los principios más básicos del diseño porque tomar fotografías un fin de semana con el dormitorio deshabitado, ya es de por sí difícil. Si además, espero a que se produzca la música de las esferas celestes, ese momento glorioso en el cual se conjugan la luz del sol -la hora dorada, que le dicen-, la voluntad desmesurada y la posibilidad de tomar una imagen sin un ser vivo sobre la cama...tengo pocas oportunidades de compartir contigo cómo quedó el cuadro DIY realizado por Camilo en su lugar de destino.
Afortunadamente sé que cuento con tu complicidad. Vos también tenés tu cuota de desmesura y sabés que no se puede pretender darle a la vida forma de blog. Es el blog el que tiene forma de vida. De lo contrario, no tiene sentido. Creo que esta es una idea que aún no mencioné en el curso "Blogger desde cero" , sin embargo quiero que tengas presente este postulado como un mantra para esos días en los que se te va la vida intentando tomar una fotografía decente, escribir un post con contenido valioso para tus lectores y además, promocionarlo en las redes sociales como si fueras community manager y tu solvencia profesional dependiera de ello. La vida tiene sus propios ritmos y no siempre son los que recitan en los libros sobre cómo crear tu blog, cómo promocionarte, cómo aumentar en un 300% tus visitas.
Entonces, cuando sufro como un dolor físico por los cables que no hay manera de ocultar, el reflejo de brillo dispar del espejo, los contrastes insalvables para mis bien-intencionadas pero limitadísimas dotes de fotógrafa, recuerdo que una comunidad de lectura es mucho más que un grupo heterogéneo de lectores de paso. Una comunidad de lectura no busca la mancha en la colcha -te agarré: no la busques, fue convenientemente lavada- o la perfección del estilo, busca la vida latiendo en las imágenes.
Al menos, así lo siento yo como lectora, como tu lectora. Si quiero ver fotografías de miedo, casas soñadas y ángulos inconcebibles de imagen, visito El Mueble. Y de pronto, cuando estoy mirando esa casa que parece deshabitada porque no tiene signos de vida humana en ella...alguien deja un paragüas como olvidado, una chalina sobre la cama, una cartera que parece abandonada al pasar en el brazo de un sillón. Son gestos de la vida pero no me llenan. Necesito más. Necesito ver cómo viven, piensan y sueñan las personas que se me parecen. Las que no tienen ocho horas de estudio para editar imágenes ni un equipo de estilistas para visualizar detalles. Necesito leer un blog. No cualquier blog, el de las madres que cocinan, crean y están orgullosas de sus hijos cuando pintan un cuadro DIY que se llama "Paisaje nocturno".
Y sé que antes de sacar la foto que veo en tu blog, hiciste la cama, limpiaste el espejo, barriste el piso, enderezaste el paragüas que estaba torcido pero no está puesto ahí para complementar la foto. Ese es su lugar cotidiano. Ahora mismo, vos estás descubriendo que mis chalinas son como yo. Si esperabas un pañuelo amarillo con ananás y sandías resplandecientes, seguro fue porque te equivocaste de feed. En La Desmesurada no hay frutas tropicales, ni palmeras, ni recetas de cocina. No tengo fotos perfectas y no me gusta salir en ellas. Escribo mucho, puedo reírme de las cosas más inverosímiles y me cuelgo reflexionando. Lo sabés y sin embargo me acompañás. Gracias por eso. Gracias por estar.