El turismo accesible se define como aquel donde el entorno, los productos y los servicios turísticos pueden ser disfrutados en igualdad de condiciones por cualquier persona, sin importar si tiene o no alguna discapacidad.
También se le llama turismo incluyente o turismo para todos.
La Organización Mundial de Turismo (OMT), tiene al turismo accesible como una de sus prioridades.
Para la OMT, es un tema de ética, y que tiene muy grandes alcances.
En su Declaración sobre la facilitación de los desplazamientos turísticos, asegura que “la facilitación de los desplazamientos turísticos contribuye al desarrollo del sector del turismo y, yendo aún más lejos, a la comprensión internacional, a la paz, a la prosperidad y al respeto universal y a la observancia de las libertades del ser humano sin distinción de raza, sexo, lengua o religión”.
Además de los derechos humanos y el respeto, el turismo accesible toca temas que van de la economía a la sostenibilidad.
¿Para quien es?
Aunque se dirige en específico a las personas con discapacidad física, el turismo accesible trae beneficios a toda la población.Se trata de algo imprescindible para un 10% de la población, necesario para el 40% y cómodo para el 100% de las personas que habitan el planeta.
Por ejemplo, personas de la tercera edad, mujeres embarazadas, padres con hijos o personas que sufran momentáneamente una lesión se ven beneficiados del impulso del turismo para todos.
Se puede pensar que el turismo incluyente se basa en algo tan simple como temas de accesibilidad como lo son colocar rampas para sillas de ruedas.
Pero no se limita solo a esto, pues en primer lugar hay que saber que existen diferentes discapacidades físicas y las necesidades de quienes tienen problemas de movilidad, no son las mismas de quienes son ciegos o sordos.
Un destino es incluyente cuando los temas de accesibilidad se han incorporado a toda la cadena de valor del turismo, desde la planeación e información hasta el transporte y las instalaciones.
Un destino accesible tiene como ventaja adicional, que sus beneficios no se limitan únicamente a los viajeros, sino de forma permanente a toda la población que lo habita.
Turismo accesible y economía
Lograr la accesibilidad universal del turismo no solo es cuestión de ética, sino de economía.Y es que además de invertir en infraestructura, también tiene que trabajarse en la capacitación de personal para atender a este sector.
Todo esto implica una inversión, misma que puede llevar a que destinos y empresas no implementen cambios si no están obligados a ello.
Sin embargo, esto es un error, pues si bien la inversión a corto plazo puede desincentivar, a largo plazo son mayores las ventajas.
Los beneficios económicos del turismo accesible son:
Las personas con discapacidad suelen tomar como primer criterio para elegir su destino el que éste tenga condiciones para recibirlos.
Por lo general, no les importa pagar mas por servicios adecuados a sus necesidades, pues esta es la manera de garantizar su mejor experiencia.
El sector suele viajar todo el año, no solo en temporada alta.
Lo normal es que acudan acompañados por lo menos de una persona mas.
Se tiene un efecto multiplicador, pues se buscan servicios adicionales que incluyen los medicamentos, la renta de equipo y servicios extra.
En cuestión de marketing, se mejora la imagen turística.
En países de México y América Latina, donde el tema no está tan presente en empresas y destinos, permite aprovechar un sector de mercado con pocas opciones.
Un ejemplo es Ecuador, que ha abierto rutas de turismo accesible para conocer el Amazonas.
El aspecto económico y ético de la accesibilidad relaciona este tema con el turismo sostenible.
Cabe mencionar también que, con los cambios demográficos y un aumento en los viajeros jubilados y de tercera edad, el turismo accesible e incluyente será cada día una rama mas importante de la industria.