Se respira en el ambiente cuando nos reunimos en la cafetería aquella tarde; alguien estaba dándole vueltas a algo que nos quería arrastra a todos y conociendo a las personas, sé positivamente que esta experiencia iba a ser de las mejores. Teníamos previsto el viaje a Australia por otros motivos, un poco de vida aún virgen, un ambiente diferente, un continente inmenso ante la vista, unas carreteras que todavía no olvidáramos de las películas de Max, pero alguien tenía un secretillo escondido, una sorpresa que tenía que ser dado volando en helicóptero: el lugar del destino era Tasmania separado de Australia de la que era estado, por el estrecho de Bass.
Recuerdo que lo primero que se vino a la cabeza fue el demonio de Tasmania, ese ser imposible e inquieto que le hacía la vida imposible al conejo Buss; creo que fue lo único también, pues no había tenido relación con otros documentos salvo los de geografía sobre tan misterioso lugar. Puestos a estudiar el ambiente, me interesé; pero los tiros no iban por visitar este lugar remoto, sino un lugar aún menos conocido para el turista normal que es referencia para los escaladores de élite como son algunos de los presentes en la reunión. Allí perdido en la naturaleza brava y virgen se encontraba el Totem Pole todo un reto para los buenos escaladores sobre todo para los aficionados a hacer el trayecto en rapel a través de un acantilado y un descenso entre rocas hasta llegar a la base con marea baja.
Me lo vi venir y desde luego la curiosidad pudo más que el valor, al fin y al cabo no iba a moverme de donde me pusieran porque ya tengo experiencias en otros lugares y éste con 4 metros de diámetro en su parte más ancha no creo que me invitara a hacer una excursión por sus tierras.
Vino la segunda parte; cuando mis ojos vieron por primera vez una fotos del Totem me quedo alucinada. Espectacular y único realmente; digno de ser visto en directo aunque el lugar no brinde facilidades para el movimiento amplio. Los escaladores se frotaban las manos, todo un buen reto en lo que iba a ser una viaje tranquilo a la Australia veraniega..
Se organizó todo cuando aquí es invierno y allí verano, todos los permisos concedidos gracias a que las embajadas trabajan muy bien. Los servicios del medio de transporte concertados para un día sin posibilidad de repetición. Solo había que rezar para que no hiciese viento, no lloviese, no estuviese la mar demasiado cabreada y mil nos más….
Los vientos nos llevaron hasta la aguja, porque cuando le ves a través de la ventanilla es eso lo que parece, una aguja clavada en la costa entre aquellos abismo que ríanse de los abismos del Señor de los Anillos. Allí estaba de pie con 70 metros de altura que vistos desde el mar podría confundir al aventurero con las formaciones rocosas que le rodean.
Curiosamente también, era que no serían nuestros amigos los únicos en subir ese día; lo que es la casualidad había dos chavales vascos que se disponían a vencer el monstruo de piedra ese mismo día. Forma parte del destino del alpinistas “7 paredes, 7 continentes”, y el icono para la campaña que Greenpeace hizo en 2001 donde osaron poner su pencarte en el Totem para denunciar la pesca y el comercio ilegal en la zona.
Yo no tenía ni idea de estas noticias, me pregunté si realmente se tiene capacidad para estar al día en todo lo que ocurre en el mundo y realmente llegué ese día a la conclusión de que si yo no sabía nada del Totem es que las noticias iban más de prisa que mi mente o mi capacidad de retener datos.
Ya allí todo fueron preparativos entre los escaladores, simplemente me senté en una roca para mirarlo y poco a poco irlo dibujando con mi mente. También allí conocí que en diciembre de 2006, Pike, Erik Carleberg y Dave Vuono escalaron el Totem Pole y grabaron un vídeo que revive la experiencia.
Los conocedores de esta actividad deportiva, se saben al dedillo lo que deben hacer y es simplemente llegar a base de cuerdas, hasta la base del Totem cuando la marea está baja y escalarlo por la parte que ya está preparada para soportar los arneses, llegado a su punto más alto, vuelan en cuerdas hasta el acantilado próximo y termina la aventura. Otro lo hacen al revés. Llegan a su parte más alta y se dejan caer hasta la raíz de sus piedras de donde son rescatados con cuerdas hasta elevarlos de nuevo.
DAMADENEGRO 23/6/2009
Identificador: 0906234050883
Título: toen
Fecha de registro: 23-jun-2009 16:09 UTC
Autor: damadenegro
Tipo de obra: