Día 15: El ecuador del reto, hoy quedan menos días para terminar de los que llevo con la dieta. Eso motiva. Aunque me he levantado algo empachada, quizá cené muy tarde (tortilla, por cierto), las digestiones y yo tenemos una relación complicada. De todas formas, quitando anoche por el tema de haberlo hecho tarde, no he vuelto a tener digestiones pesadas y no me canso de decir que me siento más ligera. Es precisamente porque no hago comidas supercopiosas. Aunque después del gimnasio podría comerme un jabalí, sinceramente. Sigue apeteciéndome un montón comerme una galleta. Creo que es lo primero que voy a comer el día 11 de febrero.
Día 16: Hoy también me apetece comerme un trozo de pan, a parte de una galleta. Estaba tan bonito encima de la mesa a la hora de comer… Mi padre lo ha tapado con una servilleta para que no lo viera pero sé que estaba ahí. Estoy más relajada que la semana pasada, pero eso puede ser porque a mediodía me he pegado el hostiazo del siglo y me acaba de dar el bajón. Bueno, es que ha sido una caída de esas mitiquísimas, que hasta se me ha quitado el hambre. Eso sí, no sé cómo voy a ir al gimnasio mañana con la pierna como la tengo de magullada. Hasta que no se curen las heridas no creo que pueda hacer nada de ejercicio de pierna. Espero con toda mi alma que no se me ponga el culo blando por estar un mes sin ir, porque tal y como tengo la piel de sensible, me sorprendería que no tardase como mínimo eso en poder volver.
Día 17: Primer tirón de orejas respecto al reto, petites, al parecer ha habido una oleada de indignadas (tres) que me han informado sobre el gran desastre que he estado haciendo: resulta que se recomienda comer tres veces al día y que en cada una de esas comidas tiene que haber proteínas, grasas e hidratos. (Esto último obligatorio, así que todo es ponerse y llevarse un filete con boniatos a la oficina y comerse eso a las 12 y luego lo mismo pero para merendar, pero bueno. Lo que sea por no pasar hambre). Además no se pueden tomar zumos de fruta. Así que ahora toca decidir si empiezo de 0 o me paso esta información* por l’Arc de Triomphe.
*Nota: He actualizado la entrada de las dudas con la nueva información, no os preocupéis, ahí está todo bien ya (o eso quiero creer, vaya).
Sinceramente, tal y como ha salido lo de informarme estoy hasta por dejar el reto, porque menuda bienvenida de la policía del Whole30. ¿Sabéis la escena de Chicas malas del «You can’t sit with us» cuando Regina lleva chándal? Pues igual. De verdad, intransigencia total. Si solo quiero información, por Dios, tía, colabora un poco. Vamos, miedo me da que encuentren mi blog por si me buscan por la calle después para pegarme una paliza por atreverme a hacer el reto como yo quiera. «Es que en lugar de hacer 3 comidas, has hecho 4 porque en el desayuno te has comido la mitad y luego has estado media hora en el ordenador antes de comerte la otra mitad, tienes que empezar el Whole30 desde 0». Mira, no sé, pero a mi eso me suena más a WholeNazi que a Whole30, sinceramente.
Día 18: El mensaje de la policía WholeNazi ha calado. Sabíamos que esto podía pasar, petites: Me he decidido, voy a reiniciar toda esta locura, todavía no sé si mañana (día 30) o el lunes (2 de febrero), pero voy a hacerlo bien y os lo voy a contar en solo dos posts, porque esto empieza a parecerse a un blog de dietas y no me mola un pelo, que parece que toda mi vida gira en torno a esta
Esto no significa que no quiera saber cómo van vuestros retos ¿eh? Que sé que algunas habéis abandonado el barco antes de lo previsto (como yo) pero otras no, así que estoy pendiente de vuestros avances y podéis seguir consultando el post de las dudas, porque seguirá actualizándose, y seguir usando el hashtag #Whole30Bitch, que yo lo voy a hacer y os espío un poco desde ahí (así, sin dar repelús ni nada, cual moñas de manual).
P. D.: Así leído parece que durante la noche me hayan lavado el cerebro en plan secta, pero no. Prometido.
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