Y ahora vamos al lío: Durante estas semanas de dieta
(Esto es para 2 si vais a hacer tostadas con ellos, pero que sepáis que todo esto que preparé yo fue pa’ mí sola Y NO ME AVERGÜENZO).
Un aguacate
Dos huevos pequeños (hacedme caso, que sean pequeños-pequeños)
Beicon
Sal
Pimienta
1.- Precalienta el horno a 180º aproximadamente.
2.- Corta el aguacate en dos y quítale el hueso.
3.- Si has sido bendecido con un hueso pequeño, hoy no estás de suerte: necesitarás hacer más hueco al huevo así que coge una cuchara y saca un poco de aguacate. (Resérvalo, que luego hacemos una ensalada para acompañarlo).
4.- Encuentra un recipiente en el que puedas poner las mitades del aguacate sin que se muevan. Pero ni un poquito ¿eh? Que no vais a querer estar ahí si el huevo se derrama una vez dentro. Es una desgracia total.
5.- Sazona el aguacate con sal y pimienta, recuerda que esta fruta es sosa SOSÍSIMA, y el huevo y el beicon no hacen milagros. (Aunque ojalá).
6.- Una vez sazonados y bien colocados los aguacates llega la hora de llenarlos con los huevos (suena muy contundente esta frase ¿no?) Hay quien recomienda romperlos primero en un bol (con cuidado de no romper la yema) y luego servirlos con una cuchara dentro del agujero correspondiente. Hay otra gente que rompe directamente el huevo dentro del aguacate. (Las dos Españas). Por experiencia diría que ninguna opción es buena: si echas directamente el huevo en la fruta corres el riesgo de que sea demasiado grande y se desparrame, y es muy difícil volver a meter el huevo con una cuchara cuando pasa eso; y si echas primero el huevo en un bol pasa exactamente lo mismo, la clara se escurre todo el rato y no hay manera de separar solo una parte. Como no hay una tercera opción, mi consejo es que probéis las dos cosas, al fin y al cabo son dos huevos, y que recéis porque salga bien. (Desgraciadamente no soy el hada de los huevos en aguacates así que no os puedo decir nada más, pero si alguno tiene la solución definitiva, ¡que la comparta en los comentarios POR DIOS!)
7.- Echa un poco de sal también en la yema del huevo, que así está más bueno.
8.- Ya es hora de meter los huevocates (esto puede que me lo haya inventado ahora mismo, si es así, quiero una patente) en el horno. Estarán hechos en aproximadamente 15 minutos. Pasado ese tiempo comprueba que la clara del huevo esté blanca y la yema un poco hecha. Así sabrás que están listos.
9.- Mientras se hacen los huevocates (me gusta, sí, sí), corta el beicon en trocitos y fríelo en una sartén; puedes meterlo crudo en el horno y que se haga todo junto, pero de esta forma no corres el riesgo de que se te chamusque.
10.- Una vez saques los aguacates rellenos del horno, echa encima los trocitos de beicon, tuesta pan (porque quién quiere comer huevos sin pan) y listo.
Para mi desgracia, por muy mono que quedase el pan detrás de mis huevocates para la foto, seguía a rajatabla lo de no comer cereales y esas cosas, así que ni tostadas ni nada. Por eso decidí hacer la ensalada que veis en la foto de abajo como acompañamiento. (Por si me quedaba con hambre, que a mí el rollo ese de ayunar no me mola). Y digo ensalada, pero es como cuando haces una “ensalada de pasta” y le echas pollo, macarrones, beicon, un poquito de lechuga y un montón de mayonesa. O sea pasta no llevaba pero ensalada tampoco. En realidad lo que hice fue freír un tomate y un poco de pimiento verde en el aceite del beicon (buenísimo esto para el colesterol) y utilizar los restos del aguacate que había tenido que sacar de las mitades para que cupiese el huevo. Un poquito de sal y fin.
Lo que os decía. Ganaré MasterChef. Y lo sabéis.
P. D.: He buscado lo de huevocate y ya lo había escrito alguien antes :_____( Damn it, Internet!
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