Hace un par de fines de semana fuimos invitados por NaturEventSelva, empresa que se encarga de gestionar el turismo rural del municipio de Selva ofreciendo distintas actividades y experiencias como senderismo, cicloturismo, gastronomía, cultura y todo ello combinado en el número de jornadas que cada uno desee. Nosotros hicimos en un día, en un apretadísimo programa, un poco de todo para conocer y así poder compartirlo. Vivimos un precioso De excursión por Mallorca en Selva y vamos a desarrollarlo poco a poco, porque fue intenso y da para mucho.
Selva es una localidad está situada en la Sierra de la Tramuntana, que es patrimonio de la Humanidad, y está tan solo a dos kms de Inca por lo que el acceso a ella es bastante fácil y rápido. Desde palma, basta ir a Inca y coger la salida que indica monasterio de LLUC, una vez en Inca, basta ir siguiendo esas indicaciones y Selva, aparecerá en lo alto de una colina, orgullosa y bella, así que, no tiene perdida.
Teníamos cita a las 12:00 en la plaza mayor y allí comenzaba un día, muy completo, que resultó inolvidable y además en muy buena compañía. La plaza mayor del pueblo, que está custodiada por la iglesia de San Lorenzo, patrón de la ciudad. En la misma plaza se encuentran los edificios de la Rectoría y el Ayuntamiento de la ciudad.
Desde allí, nos dirigimos al Casal de Can Servera, donde un componente de Aires de Muntanya, la agrupación de baile local nos enseñó sus premisas, sus trajes y nos contó la historia del grupo. Insistió y yo, os lo transmito que el baile mallorquín de Selva no tiene nada que ver con el ball de bot típico de la isla. Como, por el momento no sé bailarlo, quedamos emplazados a volver para San Lorenzo y verlos en acción, aunque si no podéis esperar, hay ensayos y representaciones, todos los miércoles.
Selva está dividida en tres barrios y cada uno de ellos tiene un cruceiro para marcar el mismo. Desde el barrio de Es Puig pudimos contemplar por primera vez el Puig de la Magdalena y vimos las fachadas del hotel rural, antigua tienda del pueblo, Sa Bisbal. Desde allí, fuimos a la plaza del parque, donde se encuentra la escultura de Joan Lacomba, que a mi particular punto de vista representaba la hierba moviéndose, esta plaza, la del Parque, es el balcón de la Tramuntana, sierra que tenéis que venir a ver. Unos cuantos de los participantes de esta jornada (incluido Manu) hicieron el recorrido por Selva en bici, yo preferí ir caminando para poder hacer fotos y empaparme bien de lo que nos contaba Marga.
Después fuimos a ver a Marga Coll en su restaurante Miceli, a quien pillamos a punto de comenzar el servicio. Marga cocina con lo que hay en el mercado, así que su carta no es fija. Si la llamáis entorno a las 12.00 ya os podrá decir que se trae entre manos ese día y elegir entre distintas fórmulas, mi recomendación el menú degustación completo. Por cierto, el micelio, según nos explicó, es un tipo de seta, de ahí su logo, conjugando un micelio con un tenedor. Pronto vendremos a probar el arte de Marga, porque la buena fama y las recomendaciones la preceden.
Aparcamos las bicis y nos dirigimos a la ermita de Cristo Rey. Quedan solo unos restos pero el paraje es muy acogedor y celebran una bella romería en el entorno.
Selva como municipio está formado por cinco poblaciones o llogarets: Selva, Caimari, Moscari, Biniamar y Binibona. En Binibona se encuentra la Finca El Castell, un hotel rural con mucho encanto enclavado en plena sierra y donde no me importaría perderme una semanita con muchos libros y disfrutando de la paz que rodea el lugar.
Allí recobramos fuerzas y recargamos baterias, antes de partir a almorzar a la sombra de olivos centenarios en Font Torreta donde comimos porcella (lechona asada) cocinada con todo el cariño que le saben poner a sus platos.
Algunos disfrutamos de una hamaca a la sombra y me sé de algún otro, que hasta hizo una pequeña siesta. Una sobremesa de los más amena donde pudimos conocer a unas gallinitas que viven allí en semi extensivo, que es como deberían estar todos los animales de explotaciones pecuarias y yo disfruté de lo lindo dándoles de comer.
Caimari nos aguardaba y con ello lo que más disfruté del día: la chef Maria Solivellas que nos enseñó su restaurante, Ca na Toneta, nos explicó el concepto del restaurante y luego nos llevó al huerto ecológico de donde vienen los productos que cocina, todo bajo el concepto Slow Food.
Pude ver calabacines creciendo con su flor, y probamos unos garbanzos verdes y fresas salvajes, jugar con los perros que allí andan libres y felices y merendar todos juntos una coca de xeixa con serviola y las fresas salvajes que acabábamos de recoger, además Manu pudo cumplir uno de sus sueños, conocer a María y ¡Cocinar con ella!.
La anécdota de la tarde fue protagonizada por la madre de María. Que mientras hacíamos fotos a todo soltó un: ‘ Que fan de comedi aquests li fan fotos a tot, voleu menjar ja d’una vegda’ ¡Antológico! y lo recordaré siempre, a veces no nos damos cuenta de lo que tener un blog supone y las ‘locuras’ que vemos como normales cuando estás metido en la rueda pero que no lo son y este toque de atención, me encantó. Ya hemos ido a probar su cocina, al restaurante pero eso, ya os lo contará Manu.
Para acabar el día visitamos los viñedos de Ca’n Servera, donde un colega de profesión nos explicó su producción, que tipo de uva utilizaban y comentamos el precioso etiquetado de sus Vins Divins. Por supuesto acabamos haciendo cata de sus productos con ‘ametllas torradas’ y como no, galletas quely.
Ya sabéis, venid de excursión por Mallorca y pasaos por Selva, y para que os organicen una estancia única y saliendo de los tópicos, no olvidéis contactar con NatureEventSelva que seguro os lo organizan de tal manera que sea inolvidable ¡No os vais a arrepentir!