Esta tercera semana de julio las imágenes captadas por la NASA de ese extraño plutoide Plutón, han vuelto a conseguir que nuestros ojos se alcen hacia el cielo. Pero en esta noticia de hoy del blog de Gretur Viajes no vamos a hablar de las increíbles imágenes captadas por la sonda norteamericana New Horizon, sino de un planeta rojo en el que los autores de ciencia ficción se han fijado una y otra vez, el planeta Marte. Al parecer el vehículo explorador Curiosity, ese artilugio que lleva casi tres años en tierras marcianas captando y enviando imágenes de Marte a la tierra, nos hizo llegar unas escalofriantes fotografías en las que se puede apreciar una silueta que todos los que hemos visitado Egipto reconocemos sin problemas: una pirámide. La fotografía que ha dado la vuelta al mundo fue tomada por el Curiosity el 15 de mayo de este mismo año y desde su filtración a los medios de comunicación ha creado una verdadera convulsión entre los defensores de la teoría de los antiguos astronautas y de los ovnis. En la fotografía se puede observar claramente una figura triangular, del tamaño aproximado de un turismo, que surge desde el suelo marciano dando la impresión de que esconde mucho más bajo tierra.
Pero no queda aquí la cosa. Esta misma semana otra fotografía del Curiosity volvió a ser la protagonista de las redes sociales veraniegas: una imagen que parece señalar la presencia de un continente completo en Marte. Si se verifica la información, esta fotografía sería la primera imagen real de uno de los supuestos continentes en los que se pudo desarrollar la vida en el planeta rojo. Los análisis de la corteza de ese supuesto continente podrían aportar nuevos datos a la teoría de que Marte pudo ser en su día un planeta gemelo de la Tierra y, así, haber albergado especies de seres vivos similares a las nuestras.
Las teorías populares o leyendas urbanas acerca de la presencia de vida en el planeta rojo llevan muchos años atrayendo a propios y extraños, pero en los últimos tiempos el avance imparable de las TICs ha producido un efecto de rebote que estas imágenes recientes de la NASA no hacen más que alimentar.