Título original: Sex Education
País: Reino Unido
Año: 2019
Director/a: Laurie Nunn (creadora) / Kate Herron / Ben Taylor
Productora: Eleven Film
Distribuida por Netflix
Número de temporadas: 1
Disponible en Netflix España
Puntuación pandástica: 3,5/5
Hace ya una semana que terminé Sex Education y se me ha bajado el subidón, pero sigo teniendo claras dos cosas: que quiero que tenga una segunda temporada y que el mundo ha cambiado mucho desde que yo tenía 16 años.
Contextualizamos: Otis es un adolescente inglés que vive con su madre, una terapeuta sexual muy enrollada. Un día el malote del instituto sufre una crisis nerviosa gracias a un fiasco sexual, menos mal que están Otis y su amiga (acabará siéndolo), Maeve, que logran salvar al muchacho. De ahí surge una brillante idea: vamos a poner un consultorio en el instituto.
La serie expone muy claros sus argumentos desde el minuto uno: un adolescente fingiendo un orgasmo con su novia y todo muy explícito. Esto va cambiando a lo largo de la temporada (lo de que sea explícito), sin embargo, las escenas de sexo no decaen y los problemas tampoco, esto nos da muy buenos momentos de risas, un poco por empatía, un poco por nostalgia y un poco por ridículo. Tan bien me ha parecido todo esto, que me la he tragado de un bocado. Exactamente dos días tardé en verme sus ocho episodios.
También os digo que es una serie plagada de topicazos: desde el instituto donde parece que para desayunar les dan ostras de lo salidos que están todos, hasta el malote de turno que tiene problemas con su padre y acaba siendo gay. Además cuenta con la especial aparición de la chica guay, malota, pero tan pobre que vive en una caravana y el quarterback (en este caso, nadador) que siempre viste con la chaqueta del equipo y que de él siempre se espera demasiado. Sin olvidarnos del grupo de snobs que critican a su sombra si les dejan y la amiga tonta pero guapa que acaba siendo la más maja. No se deja uno, esto es así.
Tan poco se deja en el tintero, que aunque me haya encantado la primera temporada, empieza siendo algo fresco y novedoso y termina convirtiéndose en una serie clásica y convencional: “Hola, soy un triángulo amoroso y he venido a darle un giro inesperado al final de temporada”.
De todo el elenco yo me quedo sin duda con Eric, que aunque en un principio parecía que solo cumplía su rol de amigo gay (gracioso pero manido), acaba siendo uno de los personajes más especiales de la serie. Su búsqueda de sí mismo, su confusión con su identidad “queer” y su propia aceptación lo hacen el personaje más interesante de todo el elenco. Aunque en este punto, tampoco puedo despreciar al protagonista, Otis, que sin duda representa a un adolescente no sé si corriente (en mi época no lo era), pero sí ideal. Tiene una comprensión tal del feminismo y unos valores tan arraigados que expone cosas como: “deja de hablar de ella como si fuera un objeto” sin dudar un segundo. No porque crea que tiene que decirlo, sino porque de verdad lo piensa. Y joder, eso es tan difícil de encontrar. Aquí doy gracias a su madre, la doctora Gillian Anderson, por hacer tan buen trabajo y porque creo que inspira toda la trama de la serie, la verdad.
Creo que debiera ir terminando, pero no puedo despedirme sin comentar varias cosas que me han llamado la atención. En primer lugar, por favor, ¿podemos dejar en paz de una vez el rollo retro? Empiezo a cansarme de ver series del 2018/2019 que parece que estén ambientadas en 1989. Ya vale, enserio. Y en segundo lugar, hablando de la madre de Otis. Me inquieta una cosa: de todos los chiches de madre protectora que veo en la televisión yo he aprendido que una madre soltera no puede llevarse a un hombre a casa. Esto es así. Si bien creo que toda madre tiene derecho a una vida sexual plena y satisfactoria, me flipa cómo la mujer no puede vivir sin saber porque su hijo finge que se masturba (no hablemos ya de la necesidad de su hijo de fingirlo) pero manda a todas sus conquistas al baño, que siempre confunden con la habitación de su hijo. Yo no sé por qué, pero me chocan los dos hechos, y me pregunto si a lo del baño no habrá una solución bien fácil.