País: España
Año: 2019
Duración: 110 minutos
Dirección: Daniel Calparsoro
Productora: Atresmedia Cine / Rodar y Rodar
Puntuación pandástica:
¡Hola pandas! Tantos meses desaparecidas por fin tocaba un poco de cine y que mejor que aprovechar la Fiesta del Cine. Yo, que siempre soy fan de una buena película de suspense, con investigación e intriga, me he animado a ver El silencio de la ciudad blanca. Bien sea porque me pillaba cerca (por eso de ser Vitoria), bien porque estaba basada en un libro (y eso siempre genera inquietudes), o bien porque había visto el tráiler (que me había llamado la atención).
Como siempre me gusta hacer, pongamos en contexto la película antes de empezar: “Vitoria, 2016. Los cadáveres de un chico y una chica de veinte años aparecen desnudos en la cripta de la Catedral Vieja. Unai López de Ayala, un inspector experto en perfiles criminales, debe cazar al asesino ritual que lleva aterrorizando a la ciudad desde hace dos décadas. La sucesión imparable de crímenes y una investigación policial contaminada por las redes sociales llevarán al límite a Unai, enfrentándolo a un asesino camaleónico y despiadado que podría estar más cerca de lo que creía.”
Pues nada, al lío. Me ha parecido una película muy bien rodada, en el sentido de que los planos estaban muy cuidados, la luz era muy bonita y en general, todo estaba muy trabajado. La iluminación tal vez es lo que mejor sabor de boca me ha dejado, sin despreciar el buen trabajo que creo que han hecho a la hora de grabar las secuencias de “acción”, con las que no suelo llevarme del todo bien, por eso de los zarandeos en la cámara y tal.
Tal vez deberían haber dedicado un poco de ese mimo también a la construcción de la historia, que es ocasiones ha tenido saltos muy bruscos entre realidad y realidad. He tenido varias veces la sensación de que o bien se han quedado muchas sin contar por falta de tiempo y presupuesto, o alguien ha intentando conseguir “enganchar” al espectador a base de dejar preguntas sin respuesta para futuras películas de la saga. Y que conste, que para nada me refiero a la resolución del caso, sino a las demasiadas tramas entre personajes y dramas personales que han ensombrecido (y mucho) al que podría haber sido un gran asesino en serie.
Si tengo que quedarme con la actuación de alguien, va a ser con la de Aura Garrid, que interpretando un personaje secundario es probablemente a la que más me he creído en su papel. Muy lejos el actor principal, Javier Rey, que intenta hacer un papel muy “sentido” a base de ceños fruncidos constantes. En general, las conversaciones me han parecido bastante forzadas.
No ha habido más de dos momentos tensos en toda la película, es posible que porque han intentando jugar al despiste bastante regular y ya se sabía quién era el asesino desde demasiado temprano. Por ello, algunos nexos de unión entre personajes han sido un poco chapuceros, más que nada porque sobraban. Una película floja en fondo, pero de superficie apetecible.
P.D. No menciono a Belén Rueda, es que su actuación solo ha aportado algo a la película durante 2 minutos.