Título original: Taxi a Gibraltar
País: España
Año: 2019
Duración: 92 min.
Director: Alejo Flah
Productora: Coproducción España-Argentina; Atresmedia Cine / Ikiru Films / Sacromonte Films / La Terraza Films / AZ Films
Puntuación pandástica: 2/5
Han pasado 10 años desde la última vez que fui al cine con mi querida madre y mi bien aguantado hermano y cuando por fin les propongo el plan de ir al cine en un fin de semana de soledad, la pregunta clave fue: ¿Qué vamos a ver? ‘Taxi a Gibraltar’ responde a la pregunta y al público en cuestión: gente que va al cine una vez cada 10 años.
Contextualizamos la película: León es un taxista malhumorado (en mi opinión bastante quemado) que tiene deudas, hipoteca, alquiler, esposa y un hijo en camino. Diego es un argentino guapo y hablador recién salido de la cárcel. Juntos (pero no revueltos) se embarcan (sin querer) en un viaje de un día a Gibraltar. Por el camino se encontrarán con con Sandra, una joven (un pelín loca) que está a punto de casarse y no lo tiene nada claro. Los tres juntos intentarán conseguir un ansiado botín, ¡¡¡¡el oro de los túneles de Gibraltar!!!! ¿Cómo acabará la historia?
Apuesto a que sabes la respuesta, porque la sorpresa, la intriga, o los giros inesperados brillan por su ausencia en esta película. Lo que sí está muy presente es Dani Rovira, que desde que estrenase ‘Ocho Apellidos Vascos’ en 2014, el cómico y actor ha protagonizado 10 películas. Eso es demasiado, señores que hacen castings. Y que conste que a mi Rovira me hace gracia (más como cómico que como actor, siendo sincera). Tiro de refranero español y digo: “Lo poco gusta y lo mucho cansa”.
Volviendo a lo que interesa, ‘Taxi a Gibraltar’. Rovira lo hace lo mejor que puede con el guión que le dan, y menos mal que expresividad tiene mucha. Nada que reprochar tampoco a Joaquín Furriel, que lo hace bien. Y a la que ojalá hubieran dado más minutos es a Ingrid García, cuyo personaje, Sandra, tal vez es de lo más gracioso y lo menos presente en la trama. Yo hubiera ido a ver una película solo de ella y su futuro esposo, que lo sepáis.
De lo mejor de la película los gibraltareños y su spanglish (¿os acordáis de la película?), que me conquistan. Y menos mal que ponen subtítulos.
De lo que menos, por ponerme en plan cinéfila crítica, es la historia. Da tumbos hasta llegar al quid de la cuestión: el maldito oro. Pasa por encima de todos los personajes de manera superficial y llega a los eventos sin ningún tipo de explicación lógica, pasa y punto. Termina de la manera más esperada. Ni sorpresas ni alegrías, todo pasa según suceden en tropecientas películas antes que en esta.
Por resumir. Género: aventuras. Público: general, del que va lo justo al cine y no sabe qué son los ‘Vengadores’. Conclusión: cumple su objetivo de entretener más o menos bien, alguna risita sí que solté.