País: Estados Unidos
Año: 2019
Duración: 181 minutos
Director: Anthony Russo, Joe Russo
Productora: Marvel Studios
Puntuación pandástica:
Allá en el año 2008, hace 11 años, vimos por primera vez en la gran pantalla a Robert Downey Jr. interpretar a Tony Stark, un carismático y multimillonario fabricante de armas que tras sufrir un accidente que casi termina con su vida se convierte en Iron Man (2008) y empieza a luchar contra el mal. En MCU, el Universo Cinematográfico de Marvel, había puesto su primera piedra y seguramente pocas personas pensábamos que todo lo que vendría después fuese a formar parte de nuestra cinefilia. Con mayor o menor acierto, el MCU nos ha dejado películas de todo tipo: de acción pura y dura, de fantasía, de espías… Iron Man, Hulk, Capitán América (el culo de América), Thor, Viuda Negra, Ojo de Halcón, Ant-Man, los Guardianes de la Galaxia, Nick Fury, Thanos, Loki, Spiderman, Doctor Strange, Black Panther, Capitana Marvel… Muchos nombres se han ido uniendo al universo creado por Marvel y haciéndose un hueco dentro de una mastodóntica saga.
Por que sí, las películas gustarán más o menos pero no se puede negar que suponen un hito o un fenómeno dentro de la historia del cine que rara vez se va a repetir. 21 películas nos han llevado hasta este momento (¡21! Que se dice pronto). Alguno personajes han sido fieles a sus orígenes mientras que otros han ido evolucionando en su tono (el ejemplo más destacable es el de Thor). En el año 2012 se produjo la primera reunión oficial, con el estreno de Los vengadores, Joss Whedon demostró que todo lo que estaban haciendo hasta ese momento iba bien encaminado. Además, con un villano tan carismático como Loki, lo tenían casi todo hecho. Una vez reunidos Los vengadores, las colaboraciones en sus respectivas secuelas individuales, sus constantes referencias… fueron en aumento. Ya tenían ganado al público y esos guiños entre películas y personajes, la parte “meta” de esas películas, resultaba maravillosa… Capitán América: Civil War (2016) supuso un paso de gigante en ese aspecto. El conflicto ya no se limitaba a un ente ajeno a los Vengadores, el conflicto pasó a ser algo interno.
Si bien Vengadores: Era de Ultron (2015) supuso un “bachecillo” dentro de la saga, con una historia que no me llegó a entusiasmar del todo, las cosas cambiaron por completo con la llegada de Vengadores: Infinity War (2018). Los hermanos Russo, tras el éxito cosechado con las películas de Capitán América, tomaron el testigo de Joss Whedon y decidieron dejar a todo el mundo destrozado con la tercera entrega de la saga de los Vengadores. ¿Sabes esa sensación de encariñarse con los personajes y mediante un (super)golpe dramático te dejen destrozada? Eso fue Infinity War (Juego de Tronos no tiene el monopolio de muertes de personajes). Con un villano muy potente, Infinity War dejó al público tocado y casi hundido. ¿Cómo iban a solucionar ese golpe dramático? ¿Qué iba a pasar ahora?
Y por fin llegó Vengadores: Endgame (2019), el final de los finales, el que no tiene escena post-créditos. El final, el de verdad. Estábamos a la espera de ver cómo se solucionaba la situación, cómo se iban a organizar para vencer a Thanos, villano entre villanos. Por que sí, estamos ante unas películas de acción, de épica… De lucha del bien contra el mal, y el final de Infinity War, no podía quedar así.
Vengadores: Endgame me ha encantado. Ha conseguido hacer una cosa, en mi opinión, complicadísima. Ha reunido en tres horas las 21 películas anteriores, los momentos que se quedaron grabados en nuestras retinas y dar a todo una vuelta de tuerca más. La película dura tres horazas y se hacen cortas. Profundizamos más en los personajes, que moralmente están agotados y que todavía tienen asuntos que resolver entre ellos. Pero deciden dejarlos de lado para luchar por un bien común y salvar a la humanidad. Aquellos que no tuvieron su momento en Infinity War lo tienen ahora. No es tiempo para disputas internas, es hora de aprovechar la última (¿y única?) oportunidad para derrotar a Thanos. De construir sobre las ruinas y aceptar las consecuencias.
La película que da cierre a la saga de Vengadores tiene de todo: muchísima acción, mucho drama, momentos épicos, imágenes para la memoria, decisiones narrativas cuestionables, escenas que emocionan, otras visualmente memorables… y también es divertida. Han sabido coger lo mejor de cada saga y añadirlo a la película: el tono gamberrillo de Guardianes de la galaxia, los elementos “fanservice”, el lado cómico de Thor… ¡Y funciona!
Tanto Infinity War como Endgame, están a otro nivel dentro del MCU.
Es difícil explayarse más sobre la película sin caer en el spoiler, así que lo mejor es disfrutarla en pantalla grande y comentar lo vivido después.