Un equipo de científicos lleva a cabo pruebas en la superficie de un planeta lejano, bajo la supervisión del androide de la aseguradora, una SegUnidad con consciencia que ha hackeado su módulo de control y que ha decidido usar el nombre —aunque nunca en voz alta— de Matabot. No siente mucho cariño por los humanos y lo único que quiere es estar en paz para descubrir quién es en realidad. Pero cuando el equipo de una misión cercana desaparece, los científicos y su Matabot tendrán que averiguar la verdad.
Reseña: La historia comienza con una SegUnidad compartiendo con los lectores que se ha hackeado para poder actuar por libre. Este hackeo podría haberle permitido matar a todos los miembros de la expedición Preservación Aux, pero prefiere tumbarse a ver capítulos de su telenovela preferida. Irónicamente, decide llamarse “Matabot” y dejar pasar los días intentando pasar desapercibido ante los humanos, para que no sospechen de su recién adquirido libre albedrío. Algo relativamente fácil, ya que los humanos no suelen ser partidarios de llevar SegUnidades a las expediciones y no comparten los mismos espacios. Cuando recibe órdenes directas, no le resulta complicado aparentar.
Pero cuando algo va mal en la misión del grupo de científicos al que Matabot debe vigilar, deberá apartar su indiferencia hacia los humanos e involucrarse en que vuelvan vivos a su hogar. Aunque eso suponga interactuar más de lo necesario con todos ellos.
Lo que más me ha sorprendido de esta novela es el humor que destila en cada página, en cada comentario de Matabot. Desde el uso de expresiones como “Me importa un pepino lo que les pase” o la descripción que hace de los humanos y de sus sentimientos, la novela logra no solo que empatices fácilmente con el protagonista, es que además realmente te ríes a pesar del peligro que puedan correr sus protagonistas. Aunque buena parte de la obra son los pensamientos de Matabot acerca de la situación que están viviendo, la trama resulta atractiva y permite devorarla en apenas dos tandas. Recordemos que es una novela corta, y como tal logra un objetivo: entretener.
Aunque es verdad que los secundarios son, valga la redundancia, muy secundarios aunque cumplen su cometido correctamente, y que el worldbuilding de la obra puede quedar algo simple más allá de la idea de las corporaciones y las empresas aseguradoras que controlan los viajes espaciales, creo que enseguida queda claro que lo que importa en esta novela es, tal y como indica el subtitulo, los “Diarios de Matabot”, y como la SegUnidad descubre quién es en realidad y qué desea en la vida ahora que goza de una cierta libertad gracias al hackeo que ha realizado.
Destacar también la edición (aunque se trata de una novela corta, luce realmente bien con tapa dura) y traducción de Carla Bataller.
En resumen: Primera de por el momento 4 novelas cortas de estos Diarios de Matabot que deja muy buen sabor de boca. Aunque es una novela en cierto modo auto conclusiva, sin duda nos deja con ganas de más aventuras de Matabot. Divertida, entretenida y un soplo de aire fresco a la ciencia ficción. Puntuación: 4/5.
Hazte con él en la web de Editorial Alethé.