365 días y 500 noches.
Si ya te estabas preguntando qué intensión tiene el subtítulo del blog, no tenés que esperar más. Te revelo el origen de este proyecto personal: me propuse cambiar lo que me molesta en mi vida en 365 días. No hay secreto, ni sabiduría mística en la proposición. Esta es la historia de una madre que se acerca a la cuarta década de su vida y todavía se debe grandes resoluciones. Mi historia empieza como todas las historias que se precien, de la insatisfacción. Las personas satisfechas no escriben, viven. Son los insatisfechos los que hacen historia. El relato de la vida se hace con la piedra en el zapato. Con esa sensación incómoda que te cuestiona. Con la necesidad de poner todas las piezas en su lugar. Yo sé que me entendés. Por eso estás leyendo. Vos también sentiste en algún momento el impulso de barajar y dar de nuevo. No sé cuál será tu piedra en el zapato, pero yo tengo tres grandes deudas conmigo:
1- Cuidar mi cuerpo.
2- Encontrar mi proyecto personal.
3- Cultivar una mirada zen del universo que me rodea.
¿Casi nada, no? Me faltó escribir "encontrar el amor de mi vida" y era un manual de la perfecta ama de casa de mediana edad. En definitiva y aunque me pese, supongo que existe una matriz de cuestionamientos comunes cuando sobreviviste más de treinta años siendo mujer, Y es probable que como yo, hayas relegado tu salud, tus proyectos (eso que algunos llaman "sueños") y que sientas que el mundo te desespera demasiado como para que Osho te ayude. Llevo años rumiando la necesidad de un cambio, una toma de conciencia o como prefieras llamarle. Siempre lo postergo para otro momento. Porque mi hijo es chico todavía. Porque para cuidarse se necesita mucho dinero. Porque después de cierta edad estar linda es un trabajo más demandante que ser gerenta de una multinacional. Porque me da pereza. Porque me da miedo. Soy una experta en excusas para postergar el bienestar. Si necesitás alguna escribime, porque seguro encuentro la que mejor te conviene. Si te estás preguntando qué hace este intento diferente...todavía no tengo la respuesta para vos. Pero tengo 365 días para dártela.
Entonces, de qué va esto?
Por si todavía no lo notaste, esto va de mujeres. Y de mujeres que se cuestionan. Porque si estás satisfecha y feliz como una perdiz de la vida que te toca vivir, es probable que te aburra un poco, intensionalmente. O que solo ocasionalmente encuentres un post al que dedicarle diez minutos de tu valioso tiempo. Este es un diario, y como todo diario, cada día tiene lo suyo:
Los lunes son lunes de encuentro. Quién quiere leer una profunda intensión cuando tiene que enrostrarse con la realidad del comienzo de la semana. Es probable que encuentras post de esos livianitos y que nos levantan el ánimo, como para creer que vale la pena ponerle la cara al lunes.
Los martes son martes de Intensiones, reflexiones personales sobre los temas más variados que se te puedan ocurrir. Desde el calentamiento global a la misteriosa razón por la que se enrula un rulo, no se me escapa nada. Porque soy así, intensional.
Los miércoles quiero darte algo de Intensional-fit. Para que sigas de cerca mis esfuerzos por darle un poco de salud a un cuerpo castigado por años de olvido y maltrato. Tené paciencia, soy inconstante y adicta a toda sustancia nociva para la salud. No tengo idea de lo que es tomar dos litros de agua al día y la última vez que comí fruta fue en la ensalada de navidad. Prometo esfuerzo...espero resultados.
Los jueves te invito a leerme intensionalmente. En un determinado intento por encontrar soluciones razonables a los proyectos personales que mantengo en el olvido y supongo que algunas reflexiones sobre el funcionamiento de la psiquis femenina. No cualquier psiquis femenina: la de una madre de más de treinta. Como para aterrorizar al propio Freud,
Y los viernes veremos con qué te sorprendo y me sorprendo. Algo que nos invite a festejar el fin de semana, el tiempo con las personas queridas...quién te dice que hasta me inspiro y te cocino algo rico o te cuento una historia interesante.
¿Te apuntás? Tenemos 365 días para demostrar que se puede.