Gallinazos Pesimistas
Hay días en los que no tienes nada que hacer y hay días en las que tienes mucho que hacer. Hay días en las que te sientes triste y hay días en los que te sientes feliz. Hay días en las que te sientes positivo y hay días en las que te sientes negativo. Bueno, hoy me siento normal. Me siento normal como los 365 días del año pasado y me sentiré normal como los 333 días que quedan en este año. ¿Por qué? No lo sé. Quizás es un defecto como morderme los dientes u otro don como tener sueños lúcidos. No lo sé, pero estoy en esos días donde me cuestiono todo, o bueno, sigo cuestionándome todo y donde no hay ninguna razón para ello, porque lamentablemente soy así. Dudo, pienso mucho y soy pesimista. Si no lo saben hasta ahora, tengo un doctorado en pesimismo. Pero no en cualquier pesimismo, sino en un pesimismo puro y dogmático. Es una especie de "doctrina" que odio profesar, pero que está en mi ser desde que tengo uso de razón y decisión, o sea desde que tuve 13 o 14 años y le dije a mi mamá que su lomo saltado no le había salido tan rico como otros días. Lo siento, madre: a esa edad empecé a ver Top Chef Master y me volví algo crítico.
Bueno, en fin, el pesimismo es algo negativo para la humanidad. No te lleva a ningún lado. Imagínate, si Benjamín Franklin hubiese sido pesimista, no tendríamos luz o estaríamos retrasados en tecnología. O si Galileo no hubiese innovado con el telescopio por pensar o dudar si le saldría bien, seguiríamos viviendo en lo desconocido. O si, por último, Rick Grimes hubiese sido pesimista y no hubiese buscado a su esposa e hijo, ya no tendríamos The Walking Dead u nuestras vidas no tendrían sentido. Por cierto, #TWD empieza, alucinantemente ya, en Febrero. (*grita como chica)
En resumen y para terminar, les explicaré algo sencillo para que me comprendan. Muchos creen en que, cuando se les cae la tostada con mantequilla al piso, caerá en lado limpio. Bueno, yo soy de esos que ruega porque caiga en lado limpio, pero que muy dentro, sabe que caerá en lado de la mantequilla. Y quizás lo pienso, porque es mejor así, porque es mejor pensar en lo peor. En lo trágico, en lo caótico, en el peor escenario de todos para no decepcionarte. Para no esperanzarte. Para no ilusionarte. Para no caer en depresión y escribir un post sobre el pesimismo.