Sí, ya ha llegado el 2017.
Sin duda todos hemos vivido momentos buenos y hemos tenido que pasar por otros que no lo han sido tanto. Hemos superado nuevos retos, hemos reído, pero también hemos llorado.
Todo viene en el mismo pack. Todo tiene un equilibrio.
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Y este año, aun siendo uno de los mejores de mi vida, también ha sido uno de los más tristes. Pero de todo aprendemos y tenemos que seguir mirando hacia delante. Sin pararnos a pensar en el pasado, pero siempre aprendiendo de cada experiencia vivida.
Así que vamos a hablar de lo bueno, ¿te parece?
Tras 9 años trabajando para una multinacional, he dejado mi trabajo estable para lanzarme a emprender, a vivir mi sueño y a luchar por lo que siempre he querido. Nadie dijo que fuera fácil, pero ahora soy más feliz que nunca.
Este año ha sido el primero en el que por primera vez puedo decir que soy blogger profesional. Es un término muy admirado y criticado en partes iguales, lo sé, pero a mí me gusta.
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He viajado a 8 países diferentes, donde he podido conocer las maravillas de Mauricio, los pueblos más bonitos de Bégica, nadar con el tiburón blanco o ver al leopardo de cerca en Sudáfrica.
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Rodearme de castillos en Escocia, disfrutar con la gastronomía de Irlanda del Norte y nadar por primera vez con una tortuga en las islas Turks and Caicos (puedes ver el vídeo aquí).
No tengo palabras. Este año ha sido inolvidable.
Para finalizarlo, nada mejor que pasar las fiestas en familia. Unos días en Bilbao y el Año Nuevo en Madrid.
Me encanta hacer ese viaje entre Madrid y Bilbao. Para esta ocasión, alquilamos un coche con Europcar, y fue todo muy sencillo, desde que lo reservamos a través de la web hasta que lo dejamos al día siguiente.
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Nos dieron el coche que necesitábamos y fue un placer conducir las 4 horas que separan las dos ciudades. ¿Qué te parecen las fotos que hice?
Estos días ha hecho muy buen tiempo y hemos podido disfrutar de la playa y de la montaña con un sol increíble.
Kiba estaba encantado corriendo por la playa sin parar en Bilbao (ya sabes que nos lo llevamos siempre que podemos con nosotros. Viajar con perro es lo mejor); y nosotros hemos aprovechado a que había nieve para esquiar en Valdesquí. ¡No podría haber sido mejor!
Todo es gracias a ti
Pero este año que ha terminado no podría haber sido tan bueno sin el apoyo de mi familia y mis amigos, y sin tenerte a ti aquí.
Sí, te doy las gracias por leerme, por entrar en el blog y por hacerme feliz cada día. Sin toda la gente que me lee, que me sigue y comparte conmigo sus viajes, esto no tendría sentido.
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Así que, sólo me queda decirte dos cosas:
No dejes de perseguir tus sueños
y
¡Muchas gracias!
Este artículo es un contenido original del Blog de Mindful Travel
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