A principios de año nos planteamos un propósito: viajar y conocer Francia un poco más. No hace falta irnos lejos y durante muchos días, simplemente coger un tren y pasar el día o el fin de semana fuera, para conocer los alrededores de París.
Casi a final de 2017 podemos decir que el resultado de este propósito ha sido medio-bajo, aunque tampoco hemos parado, y cuando nos hemos ido ha sido con el único objetivo de alejarnos de los estreses parisinos, así que el propósito queda renovado para 2018.
Una de nuestras últimas escapadas del año ha sido a Chantilly, a menos de una hora en tren de París, y es un viaje de día perfecto. Para llegar al castillo se puede ir caminando sin problemas desde la estación, atravesando un parque, y la entrada al dominio nos da derecho a visitar tanto los jardines como el castillo. Además tuvimos mucha suerte porque cuando llegamos estaba nublado, pero se despejó al poco rato y pudimos disfrutar del sol.
Lo mejor es perderse por los jardines, encontrar las fuentes y templetes escondidos y saludar a los cisnes y acabar la visita en el castillo.
Una vez en el interior podemos ver diferentes habitaciones, una galería de arte y, lo mejor, la biblioteca.
Una vez terminada la visita, y de camino a la estación, paramos en esta crepería a recuperar fuerzas y entrar un poco en calor. ¡Un poco de sidra y mucho queso animan a cualquiera!
Una visita a un lugar cercano a París y menos masificado que Versalles. ¡Y a seguir viajando!